De las pequeñas y oxidadas jaulas montados en el viejo zoológico de las afueras de la ciudad de Mendoza, las que dejaron bajo el despiadado sol cuyano de finales de noviembre, hasta la llegada al nevado estado de Colorado, el documental muestra los cuatro días que una decena de osos pardos hizo para alcanzar lo más parecido a la libertad. Este emotivo viaje quedó reflejado en un documental realizado por Geraldine Vidal, directora de Enfoque Animal, la ONG que representas en la Argentina al santuario The Wild Animal Sanctuary de Keenesburg.
Las jaulas quedaron vacías a mediados de noviembre de 2019, cuando el Gobierno provincial realizó el histórico traslado (por hacerlo de una sola vez y al mismo lugar) de los 10 animales que habían vivido toda su vida en el zoológico mendocino y que ahora comparten sus vidas juntos, sin rejas de por medio y con otros de su especie.
Mabel, Sorpresa, Julieta, Esperanza, Libertad, Rosa, Fausto, Buko, Yogui y el Athila viven en el Santuario en Keenesburg, una reserva con el suficiente espacio para grandes animales carnívoros y que se encuentran en peligro de extinción
El histórico traslado de los 10 osos pardos
Eran los últimos diez de su especie que quedaban en el Ecoparque, ubicado en el interior del Parque San Martín de Mendoza, y para su traslado el Gobierno provincial organizó un operativo que fue parte del Plan de Derivaciones de Animales Exóticos.
Mabel, la más geronte, nació en cautiverio en el viejo predio, hoy en proceso de reconversión a Ecoparque. Sorpresa, Julieta, Rosa, Esperanza, Libertad, Athila, Fausto, Buko y Yogi también nacieron cautivos y hasta el momento de dejar sus recintos vivieron en pequeñas jaulas y en condiciones completamente diferentes a las que existen en sus hábitats natural.
Sus historias es conocida por muchos, pero la del oso Athila, uno de los más grandes que habitó en el ex zoológico, es la más triste: intentó escapar de su recinto hace 20 años y al ser descubierto fue confinado a vivir en una fosa y oculto al público. Ese espacio, originalmente era destinado para períodos de reproducción de la especie.
Geraldine Vidal, representante de Wild Animal Sanctuary en el país, compartió en las redes sociales la emoción de este traslado y su sentimiento hacia el sufrido y castigado oso Athila: "La primera vez que visité a los 10 osos de Mendoza, me detuve en cada uno para poder observarlos con detenimiento, y cuando llegó la hora de visitar al oso que estuvo 19 años en un pozo, trataba de entender lo que ese ser sentía, recuerdo que lo miré a los ojos y le dije que algún día iba a estar en su lugar y eso iba a significar que él ya era libre”.
La historia de la decena de osos liberados
Todos los osos nacieron en cautiverio, algunos en el viejo zoológico y otros llegaron por derivaciones de otros predios similares.
Mabel es la osa más geronte que nació en cautiverio en el ex-zoológico de Mendoza. Vivió durante muchos años sola, confinada en un recinto de pobre enriquecimiento ambiental.
Athila es el oso más conocido y nació en el ex-zoológico de Rosario. Lo llevaron a Mendoza a fines de la década del 90. Vivió en el recinto 29 con otros de su especie hasta que, en el 2000, intentó escapar y fue confinado al recinto que ocupó casi 20 años. Es uno de los animales que más ha padecido el encierro ya que las altas paredes de la fosa le impedía tener perspectiva del horizonte.
Sorpresa nació en el ex zoo de Rosario y llegó a Mendoza junto a su mamá Mirtha (fallecida en 2019). Cumplió 22 años.
Julieta nació en el ex-zoológico de Mendoza, fruto de una cruza entre Sorpresa y Fausto. Tiene 11 años, aproximadamente, y hasta 2016 vivió sola. Antes de irse convivió con sus dos hermanas.
Libertad, Esperanza y Rosa nacieron en el ex-zoológico de Mendoza y son descendientes de Sorpresa y Fausto y hermanas de Julieta. Cumplieron 9 años y estuvieron juntas hasta 2013, pero por problemas en la infraestructura del lugar fueron separadas. Tres años después, se arreglaron los recintos y Libertad y Esperanza pudieron reencontrarse con su otra hermana, Julieta. Rosa vivió en soledad hasta dejar su jaula.
Fausto y Buko nacieron en cautiverio en el ex-zoológico de Mendoza y viven juntos en el mismo recinto, donde alternaban salidas al área externa día por medio ya que compartían el espacio con Sorpresa.
Yogui, bautizado como el personaje de historietas, nació en cautiverio en el ex-zoológico de Mendoza y es hijo de Fausto. Vivió solo durante varios años hasta su traslado. En él, las secuelas del encierro son evidentes,
El documental que revive el emotivo traslado
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