Un joven incendió un conventillo en La Boca tras discutir con su madre y le mandó un whatsapp con la foto del colchón en llamas

Como consecuencia del fuego, veinte familias debieron ser evacuadas y corren riesgo de quedar en la calle. En exclusiva, la captura de pantalla con la imagen del inicio del fuego.

El chat que anticipó el incendio

“Seguí tu vida, no te preocupes por la mía”... dice la captura de whatsapp, un par de emojis, un audio y lo peor: la imagen de un colchón prendiéndose fuego exactamente a las 00.14 de este jueves 9 de enero. Y la respuesta: “Que hacés boludo, no solucionás nada así, eu...”. El final: veinte familias en la calle por el incendio que sucedió después de esa comunicación.

Es que la pelea entre madre e hijo terminó con varias viviendas que se encontraban dentro de un predio en el barrio porteño de La Boca en llamas. El hecho fue denunciado minutos después, a las 00.20 horas, y sucedió en la calle Irala 46, a media cuadra del Parque Lezama, en el sur de la Capital Federal. Cuatro ambientes fueron alcanzados directamente por el fuego, pero todo el conventillo fue afectado por el humo y las familias que vivían allí tuvieron que ser evacuadas.

Los bomberos, combatiendo el incendio en La Boca.

Brian Javier Saucedo, de 19 años, que según su madre es adicto a las drogas y el alcohol, solía tener discusiones con su progenitora, pero esta vez fue más allá. Según fuentes de la investigación, habitaba la planta alta del complejo, y tras la pelea subió a su habitación, incendió el colchón, envió dos whatsapp y salió del lugar. Los testigos indicaron que, al darse cuenta de lo que había provocado, y en su desesperación, habría arrojado el colchón por la ventana. Eso provocó que el fuego alcanzara las viviendas vecinas. Su madre, al percatarse del fuego, dio el alerta. El joven fue detenido por la policía en las inmediaciones del lugar del hecho y por orden de fiscal porteño Carlos Rolero Santurian fue derivado a la alcaldía para que le practiquen estudios médicos y determinar sus antecedentes. Está imputado por estrago doloso con peligro para la integridad física de terceras personas, un delito previsto en el artículo 186 inciso 4°, que tiene una pena de tres a quince años de prisión. En fuentes de la fiscalía señalaron que luego de la declaración van a solicitar la prisión preventiva del detenido.

El lugar donde se habría iniciado el fuego, dentro del precario complejo de viviendas de Irala 46.

Fabiana, la madre del joven, dijo en declaraciones a C5N: “Estoy destruida. Mi hijo me destruyó la vida. Yo no puedo hacer más nada por él. Estoy pidiendo que me ayuden a que entre a un centro de rehabilitación y que pague lo que tenga que pagar, porque no solo me echó a perder mi casa completa, sino que también destruyó la de mis vecinos, en donde viven muchos chicos. Cuando se droga y toma siempre me ataca a mí. No se deja ayudar. Me golpeó y otro de mis hijos lo golpeó a él. Me quedé sola con él y me volvió a atacar. Después me fui al hospital y prendió fuego el colchón. Le dijo a los vecinos que se quedó dormido con el cigarrillo, pero es mentira, porque le mandó una foto a una chica en la que está prendiendo fuego el colchón. Que esté preso si tiene que estar preso, pero yo ya no puedo hacer más nada".

Así quedó el lugar luego del efecto de las llamas. Veinte familias están en la calle.

El SAME trasladó al hospital Argerich a cinco personas, cuatro mujeres y un hombre, por inhalación de monóxido de carbono aunque fuera de peligro. En el lugar, además, funcionaba el merendero “Los Angelitos”, que maneja la Corriente de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y el Movimiento Evita. Personal de Defensa Civil se encuentra en el lugar para determinar si el edificio se encuentra en condiciones de ser habitado. Karen, la hermana de una vecina del complejo, en comunicación con Infobae denunció que “las familias están en la calle en este momento, y Defensa Civil entró a demoler las cosas que quedaban en pie, entre ellos dos departamentos que estaban intactos. Si la familia hubiera buscado alguna solución, esto no pasaba. Decían que tenía problemas psiquiátricos y que gritaba que se quería matar. No era la primera vez que pasaba".

En octubre último, los vecinos habían organizado un recital para evitar el desalojo del precario complejo de viviendas, que por razones de seguridad intentaba el gobierno de la ciudad.

Parte de los afectados por el incendio. En el lugar funcionaba el merendero Los Angelitos.