La Escuela Provincial N° 38 Presidente Raúl Ricardo Alfonsín es la más austral del mundo. Está ubicada en la Base Esperanza, en el extremo Noreste de la Península Antártica (en los 63º24’S 56º59’W). Desde su inauguración, el 14 de marzo de 1978, resiste estoica temperaturas de hasta 35 grados bajo cero en invierno y la violencia de vientos que corren a 350 kilómetros por hora. Allí, donde los docentes Mariana Celeste Ibarra y Víctor Navarro comenzarán el curso lectivo 2020 con 15 alumnos de distintas edades, llegarán en los próximos días regalos del pueblo bahiense.
Los lleva el velero oceánico Galileo de la fundación Malvinas Argentinas, una embarcación pequeña que transportará libros, obsequios y la voluntad de 5 tripulantes oriundos de Bahía Blanca y Mar del Plata. Es el destino de la Expedición Antártica, una odisea austral que enarbola la causa Malvinas y la soberanía nacional. El propósito es trazar puentes de amistad y afecto entre la Argentina continental y la Argentina antártica, saludar a los hacedores de patria durante todo el año y ofrecer un gesto de honor hacia los combatientes.
El líder es Nilo Navas, un sobreviviente del hundimiento del Crucero General Belgrano en la Guerra de Malvinas. El 2 de mayo de 1982 el buque argentino atacado por un submarino británico: murieron 323 hombres de la Armada Argentina.
Navas estuvo 32 horas en una balsa esperando ser rescatado. Bajo la intemperie del frío intolerante y la bravura del mar, 23 de sus compañeros no resistieron. Con el Galileo repitieron la última navegación del Belgrano, siguieron su ruta, unieron la Patagonia, conocieron sus muelles, sus puertos. En 2017, arrojaron una caja con cartas de familiares de las víctimas y una botella con un mensaje en homenaje a los caídos en el sitio exacto donde se hundió el Crucero de la Armada.
En el Galileo también unieron el puerto de Ingeniero White en Bahía Blanca con la Isla de los Estados para fundar una biblioteca temática bautizada Héroes de Malvinas 1982 en el Faro del Fin del Mundo con 150 libros dedicados a abordar cuestiones de soberanía e hicieron amarra en las islas en 2007 mediante una gestión acordada en la Cancillería Argentina y en la Embajada Británica. “Este debe ser el único barco argentino que recorrió toda la Patagonia más Malvinas. Si ahora le metemos la Antártida, nos queda bastante completo”, dijo, orgulloso, este docente docente de Economía, conductor de radio, vicepresidente del Centro de Veteranos de Guerra de Bahía Blanca y presidente de la Fundación Malvinas Argentinas, en diálogo con la radio El Litoral.
El lunes 6 de enero a las 3.30 el Galileo partió del puerto de Tierra del Fuego. El viento y la marea les concedió una ventana meteorológica favorable. Navegan a vela, con una velocidad estimada entre 20 y 30 nudos -en conversión: más de 40 kilómetros por hora-. No serán los únicos que irán a la conquista de la Antártida. En el puerto de la capital fueguina había barcos de hasta 30 metros con expediciones foráneas: el Galileo tiene 11 metros y medio de eslora y es el único con bandera argentina.
A las diez de la noche del lunes ya habían salido del Canal del Beagle y del Estrecho Le Maire. “Habrá que cruzar el Drake, que son 1.200 kilómetros, por lo que estimamos 4 días y medio de navegación. Es la travesía más difícil porque el Atlántico y el Pacífico allí se unen”. En su plan de navegación contemplaron la ruta del Buque Almirante Irízar en su Campaña Antártica. El rompehielos zarpará el 10 de enero y alcanzará al velero en su travesía por cruzar el paso Drake.
Tras atravesar la masa de agua ubicada entre el extremo sur de América y el continente antártico, el Galileo irá rumbo al archipiélago de las Shetland del Sur, la isla Decepción y luego se dirigirá hacia la base Esperanza. En ese trayecto, se abocarán a navegar de día para evitar los peligros del hielo varado. Recorrerán bases nacionales e internacionales en el continente blanco. Prevén quedarse una semana hasta emprender el viaje de regreso a América. Las fechas estimadas de la llegada se acercan a fines de enero. Sin embargo, llevan víveres y agua para 50 días de navegación y mil litros de nafta.
El Galileo tiene un casco de fibra de vidrio, pesa 14 mil kilos, lleva 8 mil millas navegadas (15 mil kilómetros) y conoce los misterios patagónicos. La tripulación se completa con Andrés Antonini, capitán de navío de la Armada y del Galileo desde sus primeras navegaciones, Damián Galera, piloto náutico, Matías Míguez, patrón de navegación y Mario Monserrat, patrón náutico y contramaestre.
La nave lleva una imagen de la Virgen de Luján que estaba entronizada en el Monumento a los Caídos durante la Guerra en Ushuaia y porta la consigna “ARA San Juan Presente”. El sitio share.garmin.com/antartida ofrece un seguimiento permanente del velero. La contraseña es “galileo”.
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