El chiste diría algo así como que la mejor vista de Punta del Este es desde la Trump Tower (porque no se ve la Trump Tower). Sería relativamente justo hacerlo, pero la verdad es que son muchos los edificios que cumplen los requisitos para ser protagonistas del chiste. En el caso de la torre con sello Trump es más significativo porque está ahí detenida desde hace años.
Su construcción comenzó en el 2013 y se esperaba que fuera finalizada en el 2017. Sería una torre de mega lujo cerca de la punta, en la parada 9 de la Brava. Por aquellos años en el cartel que acompañaba la obra se podía ver la cara de Donald Trump, presidente de Estados Unidos y antes líder de la compañía. Hoy en cambio el que aparece en la imagen es Eric Trump, el tercer hijo de Donald. Detrás de él se alza el edificio cilíndrico inconcluso.
Sin embargo, aunque los Trump pongan la cara literalmente hablando, la obra no es de su empresa sino que en este caso Trump solo vendió la licencia para usar su marca a una constructora: Faroy SA. Si se va a terminar o no es un verdadero misterio.
Por otro lado, son muchas las torres de lujo que sé se terminaron y están vendiéndose. Así como también algunos lotes. La pregunta es, ¿hacia dónde puede crecer Punta del Este? ¿Dónde se debe construir?
Según Alejandra Covello, titular de la inmobiliaria Covello (que comercializa desde su casa central en Buenos Aires propiedades ahí, en Nordelta, Miami, Punta del Este, Carmelo, Colonia y Montevideo), la venta no está parada a pesar de la crisis pero sí han bajado los precios (de algún modo, para evitar la caída).
Cuenta que a causa de la crisis mucha gente está cambiando posiciones, es decir, vendiendo en lugares que dan poco rédito y comprando en otros. Para ella, el año empezó mejor de lo que esperaba pero el 2019 no ofreció mucha competencia: “El año pasado hubo solo 33 mil operaciones en todo el año, fue el peor en muchos”, dice.
Conoce el mercado inmobiliario en Uruguay como pocos. “En Punta del Este se compra producto terminado solamente. Y no solo se piden propiedades para vacacionar sino que hay gente averiguando para vivir. Hay empresas de hecho que están dando servicio hacer los trámites de radicación. Es algo que empezó a fin del año pasado”, cuenta.
Los precios de las propiedades que comercia Covello (todas opciones de categoría, vale aclarar) van de los U$D 1.800 a los U$D 5.000 el metro cuadrado. Sin embargo, dice que a raíz de la crisis ellos están trabajando con un 30% de descuento para que no se detenga el mercado. “Termina saliendo U$D 3.800 el metro cuadrado en un edificio premium con amenities y la persona puede trabajar a distancia. Es lo que estamos viendo que hay muchos interesados”, explica.
Así, un departamento de 200 metros puede estar en 1.200.000 dólares con vista al mar en un piso alto y amoblado. Con los descuentos, dice que se puede conseguir en 850 mil dólares. Pero entonces, claro, comienzan a correr los impuestos por propiedades en el exterior. Ahí entran en juego las estrategias tributaria de cada comprador. “Este año hay crecimiento de gente que busca departamentos para sacar la residencia, tanto en Punta del Este como Montevideo. Es algo que creció mucho después de las PASO”, insiste.
En cuanto a lotes que comercializan, los que más interés generan están en Las Garzas, el emprendimiento de Eduardo Costantini, en Rocha, a veinte kilómetros de José Ignacio. Los valores de los lotes van de 130 mi dólares a 1 millón de dólares (el más caro). “Pero en este caso se apunta a un cliente que tendría ahí su segunda o tercera residencia. un lugar exclusivo al que escapar”, explica.
Según Soledad Laguarda, Directora General de Urbanismo de la Intendencia de Maldonado, esl 2019 fue un año más especulativo que otra cosa. Al haber sido año electoral tanto en la Argentina como en Uruguay, los inversionistas decidieron esperar antes que actuar. Así, lo que prima en Punta del Este son los proyectos ya iniciados años atrás que están en fase de construcción. “El 2016 y 2017 fueron años de mucho movimiento en cuanto a presentación de proyectos que han sin aprobados y están empezando ahora las obras o están por la mitad, pero no estamos en un año en que veamos demasiadas inauguraciones”, explica.
Para ella, los proyectos más significativos de la zona son las torres de Fendi en la Mansa y la de Cipriani en la Brava. Ambas, junto con otro proyecto llamado Surfside (cerca de La Barra), son las únicas que superarán los 100 mil metros cuadrados, toda una bestialidad para Punta del Este.
Por otro lado en José Ignacio se acaba de aprobar la venta de los últimos lotes que harán crecer el pueblo. Están antes de la entrada del pueblo actual y, según se promete, se respetará el estilo de las casas del lugar. En este punto la palabra “pueblo” resulta fundamental. Quienes habitan hace tiempo José Ignacio se aferran a su forma, a su historia de pequeño reducto de pescadores que creció; y se enfrentan a la mirada que propone dejar de lado la nostalgia y hacerlo crecer a lo grande. De todas formas, incluso por conveniencia, al fin y al cabo todos desean que mantenga su encanto. Al fin y al cabo, ese es el mejor negocio posible para todos ellos.
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