Un balneario de la zona de Playa Grande en Mar del Plata echó de sus instalaciones a una pareja de hombres por considerar que habían protagonizado “escenas gays”.
Se trata de Gustavo Posati (30 años, profesor de inglés) y Mariano Domínguez (31 años, psicólogo), quienes fueron desplazados del balneario Ocean Club, ubicado a pocos metros de la escollera norte de esta ciudad balnearia bonaerense. Indignados, tomaron la determinación de denunciar al establecimiento ante el INADI.
“El fin de semana pasada fuimos a Mar del Plata a visitar a nuestro amigo Sebastián Grimaldi quien nos invitó a pasar el día a la sombrilla que alquila su padre en el Ocean Club. El padre de Sebastián es socio de esta concesión privada que posee el club en Playa Grande desde hace muchos años”, comenzó el relato del propio Posati, en declaraciones a la agencia Télam.
“Disfrutamos un día fantástico entre música, mates y charlas, pasando una jornada tranquila junto a la arena y el mar. Al día siguiente, miembros del Ocean Club se comunicaron con el padre de Sebastián y le dijeron que solamente podía ir él, sin invitados, porque el día anterior habíamos estado haciendo ‘escenas gays’ y nos habíamos estado besando, lo cual no fue así", continuó.
“Como mucho nos habremos dado la mano, pero nunca hubo una escena fuera de lugar, ya que no tenemos necesidad de ponernos a hacer ningún tipo de escena en la vía pública con mi pareja. Vivimos juntos hace cerca de dos años. Nos dijeron que una señora se había quejado de que el día anterior nos habíamos estado besando y que no podíamos hacer eso porque era un lugar de familia", explicó el turista, detallando que ellos respondieron que “también somos familia”.
Posati afirmó que tiene videos filmados con el celular de su amigo, en los que quedó registrada la discriminación sufrida. “Ingresamos como lo habíamos hecho el día anterior, pero luego nos enteramos por medio de nuestro amigo marplatense (Sebastián) que el club había decidido echar a su padre de manera inminente", agregó el profesor de inglés.
Debido a lo sucedido, Gustavo y Mariano decidieron hacer la denuncia correspondiente ante el INADI y contratar a una abogada para que se ocupe del daño moral y los perjuicios ocasionados, tanto al padre de su amigo como a ellos.
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