Food trucks nocturnos: una propuesta diferente lejos del ruido y dentro de los bosques de Pinamar

Al límite con La Frontera, cuatro personas idearon Go! Festival, un emprendimiento en el cual conviven la arena, la música y la rica comida al aire libre

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Si en Pinamar no existiese un parador llamado El Más Allá, a este novedoso emprendimiento -por su lejanía con el resto de las ofertas turísticas- le encajaría a la perfección tal nombre. Alejado del centro de la ciudad, y con ello del tránsito, el ruido y la espera para sentarse a comer, cuatro comerciantes locales idearon y llevaron a cabo Go! Festival, una propuesta que permanecerá hasta el 26 de febrero y en la cual conviven la música, diversas opciones gastronómicas y la posibilidad de pasar una noche en familia o entre amigos al aire libre.

Ubicado en Pinamar Norte, al límite con La Frontera, el festival de food trucks también ofrece diferentes variedades musicales en un bosque de 6.000 metros cuadrados, ubicado específicamente en Avenida del Libertador y Humboldt, a pocos metros de la playa.

Infobae recorrió el terreno en el que los trailers encierran de forma circular un centenar de sillas y mesas de madera, ubicadas entre los árboles, de los cuales cuelgan y se entrelazan luces de colores. En el medio, una tarima de madera en el cual desfilarán durante la temporada un sinfín de bandas musicales locales y también del resto del país.

“Los tres organizadores somos gastronómicos de Pinamar. Somos comerciantes y empezamos con los carros. No teníamos dónde ponerlos y pensamos este polo para poder entregar otra propuesta. Yo acá tengo mi food truck y el resto son de otros gastronómicos de la ciudad. Acá no se cobra entrada, hay shows en vivo en la plataforma y uno principal en el escenario grande. No se trata de una iniciativa de la Municipalidad, alquilamos el terreno que es privado”, explicó Guillermo, dueño de Surfer, a Infobae.

“Tratamos de buscar precios razonables para que la gente vuelva y pueda estar con la familia. Hacemos mucha publicidad en la playa. Tenemos la entrada en La Frontera acá nomás y publicitamos uno por uno a los autos. Este lugar abre a las 17 y cierra a las 2. Así todos los días”, agregó el comerciante, quien puso en marcha este nuevo suceso junto a Paola y Karina.

El festival cuenta con la presencia de dos patios: uno gastronómico y otro cervecero. También se exhiben muestras de arte y se ofrecen clases de yoga, charlas, talleres y una sala de escape. El sitio permite el ingreso de animales y posee un sector vacante destinado a quienes quieran emprender mediante un food truck con una opción innovadora para ofrecerle a los turistas.

“Yo tengo una churrería en Pinamar y en septiembre del año pasado compré el carro. Lo vi en oferta en Facebook y fui hasta Mar del Plata y lo compré. Pero no sabía que iba a ser para esto. Acá vendemos waffles, churros, café. En estos meses lo llevé a varios eventos. Estaba estacionado en mi casa, y antes de que esté parado ahí prefiero que esté acá. Es un negocio familiar, lo atiendo con mis hijos”, indicó Javier Soler a este medio.

En el lugar se puede encontrar una hamburguesa completa por $300 que incluye jamón, queso, lechuga y tomate. También un sandwich veggie por $280 y el típico chivito uruguayo por $380. Papas cuña (cheddar, panceta y verdeo) por $250 y un sándwich de picaña (rúcula, tomate y cebolla caramelizada) por $380.

Un food truck ofrece cuatro opciones de bagels, los cuales varían entre los $200 y $400. Hay cerdo braseado por $380 y un súper pancho con cheddar, panceta, cebolla caramelizada y verdeo por $200. Como postre, se pueden encontrar diversas variedades de dulces e incluso pochoclos. Los waffles son cuatro y sus precios oscilan entre los $200 y $320. Los churros simples cuestan $240 la docena y los rellenos se venden a $300.

Fotos: Diego Medina

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