“Buscamos familia”, la impactante convocatoria de Río Negro que pide padres y madres para menores en adopción

El Poder Judicial provincial ideó una campaña para encontrar familias para niñas, niños y adolescentes institucionalizados cuyos perfiles no coinciden con las preferencias de los inscriptos en el registro de adoptantes. “Ellos participaron con mucho agrado de la elaboración de estos avisos. Están ansiosos de encontrar una familia donde crecer”, dijeron desde el organismo a Infobae

Guardar
La sorprendente campaña del Poder
La sorprendente campaña del Poder Judicial de Río Negro para ayudar a que 7 adolescentes y un niño sean adoptados.

“Ella se describe como amiguera, coqueta, charlatana. Dice que es celosa y que cuando se enoja se le pasa rápido. Le gusta mucho bailar. Desea estudiar para ser estilista y diseñadora de modas. Es sensible, genuina con sus emociones y pensamientos”, describe una de las siete convocatorias públicas del Poder Judicial de Río Negro que tiene el objetivo de ayudar a adolescentes de entre 13 y 16 años (dos son hermanas) y un niño de 4 a encontrar una familia adoptiva.

Para llamar la atención con la convocatoria e incluirla en los medios locales y en las redes sociales, desde el organismo se difundió el pedido bajo la consigna: Si lo difundís, ayudás a encontrar una familia.

¿Por qué acudieron a este método? Porque ninguno de los perfiles de aquellos que esperan ser adoptados coinciden con el que buscan quienes se inscribieron en el Registro de Adopciones.

Esos 7 casos son excepcionales ya que son los únicos que no llegaron al proceso de vinculación que presenta a los niños en estado de adoptabilidad con los inscriptos que aspiran a convertirse en familias adoptivas. “Agotadas todas las instancias de búsqueda de postulantes inscriptos en el registro local y regional, y luego del proceso de pedido de colaboración a la Red Federal de Registros, se abrió la convocatoria pública”, explicó Silvana Mucci, titular del Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (RUAGFA) de Río Negro, a Infobae y aseguró que los adolescentes participaron de la elaboración de sus perfiles ya que "esperan ansiosos tener una familia en la que crecer”.

Según datos oficiales, en Río Negro hay 163 familias anotadas en el Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos. De ellas, 134 están en condiciones de ser convocadas para iniciar un proceso de vinculación
El promedio de edad de
El promedio de edad de la mayoría de los niños y niñas en situación de adoptabilidad es de 12 años en Río Negro.

“En la provincia de Río Negro tenemos 163 familias inscriptas en el Registro de Adopciones; 134 de ellas se encuentran en estado para llegar a una guarda con fines adoptivos. De éstas últimas, el 92% busca adoptar niños o niñas de 0 a 3 años. Esa situación se repite en todo el país: las familias quieren adoptar bebés o niños pequeños. Para mayores de 10 años o para los que tienen alguna enfermedad o para los grupos de hermanos, no hay postulantes”, resumió la funcionaria y explicó que en esa provincia hay un registro que funcionan de la misma manera que en el resto del país.

—¿Cómo se llega a crear esta inusual campaña para pedir familias para 7 adolescentes y un niño?

—Se llegó a la convocatoria pública luego de agotar todas las instancia que se deben seguir. El mecanismo es igual en todo el país: se busca en el registro local, se va a nivel regional y luego al resto del país. Cuando toda esa búsqueda se agota y no se encuentran familia se pasa a la última instancia que es la convocatoria pública. Estas 7 convocatorias que tenemos nosotros hicieron todo ese recorrido y ninguna familias de las inscriptas en todo el país se ajusta a estos perfiles o estuvo disponible para ellos. Y con esta idea notamos un cambio muy importante. Es decir, que desde que empezamos a hacer las convocatorias públicas con un perfil distinto al edicto tradicional, a la publicación en blanco y negro en un diario gráfico, y empezamos a usar las redes sociales, todo fue diferente. Los flyers aumentaron el conocimiento de las personas interesadas en adoptar. A partir de las convocatorias públicas hemos logrado vinculaciones entre padres y chicos que antes no habían podido llegar a ninguna familia que los cuide.

—¿Cómo funciona la convocatoria pública para las adopciones?

—En la convocatoria pública se pueden anotar personas que estén en el registro o que nunca se hayan inscripto. En ese caso, pasan por una instancia de diagnóstico con nuestros equipos técnicos profesionales porque hay que evaluar que esas familias estén en condiciones de cuidar a esos chicos.

El 92% de familias inscriptas y en condiciones de adoptar buscan niños o niñas de 0 a 3 años. Esa situación se repite en todo el país.
Según datos oficiales, en Río
Según datos oficiales, en Río Negro hay 163 familias anotadas en el Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos. De ellas, 134 están en condiciones de ser convocadas para iniciar un proceso de vinculación.

—¿Cómo fue para los adolescentes que sus casos llegaran a difundirse en flyers, en los medios y en las redes?

—El proceso de elaboración fue mutando con la práctica. Nos lanzamos hacia algo que no sabíamos cómo iba a ser. Por supuesto tiene las críticas de quienes son más conservadores dentro del Poder Judicial. Nos ha costado mantener ésta gráfica, ésta forma de dar publicidad a la convocatoria. Lo que hemos tratado es de respetar la identidad de los chicos, que se sientan con el derecho a expresar qué les gusta y desean y que eso sea valorado. Pero también que desde allí entiendan que la obligación de encontrar una familia, de alguien que los cuide, es del Estado ¡y no de ellos! Sería cargarlos con más peso todavía del que ya tienen en sus vidas si creen lo contrario. En ese equilibrio de respetar su identidad, de hacerlos partícipes y a su vez cuidarlos es que estamos con este tipo de imágenes.

—¿De qué manera se armó la convocatoria y la campaña en las redes sociales?

—Se la mostramos para que digan si les gustaba o no, les preguntamos qué les gustaría que hubiera en el flyer, qué cosas querían que se dijeran de de ellos, con qué color se identificaban, qué querían contar, cómo se querían presentar.

—¿Eso los entusiasmó?

—¡Si, si, si! -enfatiza alegre-. ¡Participaron con mucho agrado porque son chicos que están ansiosos por encontrar una familia donde crecer!

—Ellos no son ajenos a las nuevas tecnologías y quizás ver las repercusiones de esos pedidos les hace bien...

—¡Exactamente! ¡No son ajenos a las redes! Creo que esta es una manera de incluirlos con las herramientas que hoy tienen. Estamos intentando hacerlo, estamos probando y siempre respetando sus derechos.

—¿Ya hubo postulantes que respondieron a la convocatoria?

—Para el nene de 4 años ya hay inscriptos; en las otras también hay, pero todavía no se tomó una decisión respecto de las vinculaciones. Pero de todas sí tenemos padres y madres que se han anotado.

Los mayores de 10 años o niños y niñas con alguna enfermedad o grupos de hermanos tienen menos posibilidades ser adoptados por Registros de Adopciones.

—¿Qué se puede saber sobre sus casos particulares? Hoy tienen 13, 15, 16 años ¿han estado todas sus vidas esperando ser adoptados?

—Estos casos son de hace poco tiempo. No tenemos en la provincia chicos con estado de adoptabilidad declarado que no estén con un proceso de vinculación; ellos son los únicos.

—¿Qué pasó en esas familias para que los chicos quedaran en condiciones de ser adoptados?

—Si, pasó algo... Es un tema de la Secretaría de Niñez, que es el órgano proteccional administrativo. Son chicos a quienes se les agotó la búsqueda con la familia ampliada, es decir que quizás han estado al cuidado de una abuela ya no puede hacerse cargo o que están esperando la rehabilitación de una mamá o la libertad de un papá si es que tuviera detenido, por ejemplo. Entonces, en esos casos no se ve claro que están en condiciones de tener una familia adoptiva, porque la supuesta falta de cuidado es transitoria. Y en algún momento esa situación se hace permanente. Y se atiende que no está bueno que sigan esperando a una tía que los cuide o a una mamá que se rehabilité y se declara el estado de adoptabilidad.

—¿Se prioriza la revinculación con la familia biológica?

Con el nuevo sistema proteccional de niños, donde se hace un gran esfuerzo por mantener al menor en el cuidado de su familia de origen, hace que el estado de adoptabilidad sea más tarde. Pasa en todo el país, por eso desde la provincia tratamos de hacer lo posible para encontrar una familia lo más rápido posible para que quede bajo cuidado responsable de un adulto y que esté institucionalizado el menor tiempo.

—Desde la Reforma del Código Civil, de 2015, que incluye la posibilidad de adoptar desde otras constituciones familiares (monoparentales, familias con personas del mismo sexo o multiparentales) ¿se incrementaron las adopciones?

—En los últimos dos años tenemos más adopciones y más guardas, pero no creo que tenga que ver tanto con el tema de la ampliación del tipo de familia sino más bien con una organización del sistema en su conjunto. En los últimos dos años tenemos 34 adopciones y 34 guardas con fines adoptivos. Ese número es acorde a la cantidad de niños y niñas que estuvieron con estado de adoptabilidad. Se declaró el estado de adoptabilidad y se encontró una familia. Excepto estos 7 casos.

"Todas nuestra familia tienen charlas
"Todas nuestra familia tienen charlas de formación, de contención que buscan facilitarles herramientas para que cuando llega el momento de la vinculación estén más preparados”, aseguró Silvana Micci. (Shutterstock)

La funcionaría explicó a Infobae que la guarda adoptiva es el primer contacto de la familia aspirante con el niño o niña. Es decir, una vez que se declara el estado de adoptabilidad se busca una familia y al encontrarla empieza el proceso de vinculación. Cuánto va a durar el período para que se conozcan depende de cada familia y de cada chico. “Si eso marcha bien y hay compatibilidad entre la familia y el chico se pasa a la guarda pre-adoptiva, que dura 6 meses. A partir de ahí está en condición de ir al juicio de adopción. La adopción es la consolidación de la familia adoptiva”.

Ese proceso de vinculación de la familia es difícil para ambas partes, sobre todo para los adolescentes que tienen su propia historia y vínculos que desean mantener. “Son procesos difíciles. Cada Juzgado de Familia de la provincia de Río Negro tiene un equipo técnico interdisciplinario compuesto de un psicólogo, un asistente social y un psicopedagogo que acompañan el proceso de vinculación y la guarda pre-adoptiva. Tratamos de formar y darle las herramientas a cada familia para que sepan que el proyecto adoptivo tiene sus dificultades y desafíos porque lo primero que tiene que hacer es destruir ese ideal de familia que tienen en el momento en que se inscriben, que está muy lejos de ser la familia Ingalls... En un proyecto adoptivo hay que romper varios mitos del hijo ideal y los que hubiera alrededor de la conformación de la familia, al igual que sucede con las familias biológicas”, argumentó.

Además hizo hincapié en el trabajo para derribar esos mitos y en ayudar a las familias a darles a los nuevos integrantes la posibilidad de no perder sus vínculos afectivos, sean familiares o no. “Todas nuestra familias tienen charlas de formación y de contención que buscan facilitarles herramientas para que cuando llegue el momento de la vinculación estén más preparados. Y así evitar tener proyectos frustrados, que son muy dolorosos para los chicos porque representa otro abandono, otra situación traumática en sus vidas”, aseguró Micci.

Al mismo tiempo aclaró que cuando la adopción se hace efectiva, ese acompañamiento cesa. “Cuando ya son una familia y tienen problemas es un tema de esa familia y así lo resolverán; de la misma manera que sucede con los hijos biológicos”.

Finalmente, la funcionaria rionegrina se refirió a la posibilidades que la nueva familia debe darle a los hijos adoptivos. “Tienen que cuidarlos, respetar su identidad, su origen. Eso es ‘ahijar’ y no es más que lo que hace una familia biológica de modo natural. Durante un proyecto adoptivo se tiene que construir desde otro lugar: hablando con los adolescentes que vienen con una historia propia, con un camino recorrido. Un adolescente llega con vínculos, no sólo familiares sino con los que han construido en los hogares, de compañeros, de algún cuidador que es un referente. Se pretende que la familia que se acerque está en condiciones de respetar ese vínculo”.

Seguí leyendo:

Guardar