Todos coinciden en que, por ahora, el aumento de los precios para la vida cotidiana este verano en Pinamar será menor que la inflación anual. Si las fuentes de los sectores hotelero, gastronómico e inmobiliario -el corazón de la industria del turismo- no exageran demasiado, comer, dormir y tener sombra en la playa costará, mínimo, 40% más que en enero de 2019.
Una cuenta básica que incluye un departamento de dos dormitorios con wifi, una carpa en un balneario “normal” y el almuerzo en la playa más algún consumo vespertino resume, para una familia tipo (cuatro personas), alrededor de $10.000 por día.
Dado que Pinamar (un Partido que además integra las localidades playeras de Ostende, Valeria del Mar y Cariló) recibe público de nivel económico alto, los actores turísticos y las autoridades municipales esperan una temporada de verano con las plazas colmadas a tope y, especialmente, una segunda quincena con marcas récord.
Mucho tiene que ver, claro, el recargo del 30% a los gastos en el exterior, que reacomodó los planes de muchos argentinos que pensaban veranear fuera de Argentina y hasta el anuncio de Alberto Fernández no tenían tomada la decisión.
“Quien pensaba en Brasil o en Uruguay y no tenía todo resuelto, la medida ayudó a que vengan a la Costa Atlántica y eso afecta a Pinamar y Cariló. La expectativa es mejorar el 2019. Pinamar creció mucho y tiene muchas plazas, llenarlo sería un logro importante", comentó a Infobae Mariano Damiani, del Centro Profesional de Martilleros local.
Según esta fuente, “los valores en los alquileres se incrementaron 40% (respecto del verano pasado) porque todavía hay disponibilidad, pero más cerca del arranque de la temporada seguramente el aumento sea mayor”.
¿Cómo se descomponen esos 10.000 pesos diarios posibles para gastar cada día de las vacaciones?
Infobae consultó con cuatro paradores “medios” y cada día en carpa en estos sale entre $ 1.800 y $ 2.500. La sombrilla, un poco más modesta en pretensiones de sombra territorial, sale cerca de 1.500 pesos.
En esos mismos lugares, cada comensal gastaría en un almuerzo, sin postre y sin alcohol, entre $ 700 y $ 900, dado que una hamburguesa cuesta entre 400 y 500 pesos, una gaseosa, $ 100, y un café puede comprarse a cambio de 90 pesos o incluso 95. Algunos de los balnearios consultados son El Atlántico, El Dorado, La Posta, Posta sur y Posta norte.
Paradores “top” como CR (que en los 90 fue la meca de los políticos y los empresarios y a partir del nuevo siglo esa atracción se la llevó Cariló), Terrazas del Alba o Marbella tienen precios un poco más altos. En CR el día de carpa está 2.900 pesos y una minuta popular y sencilla como la milanesa de ternera con papas fritas, $ 600, más 100 de la bebida y 45 pesos del cubierto. En Terrazas del Alba, la carpa está 3.500 y comprar un licuado en su bar sale $ 220.
Carlos Bastons, propietario de Marbella, comentó que la demanda “venía bien” en la pretemporada, pero que “se disparó con la medida del Gobierno en relación a los dólares”.
Sin pensar en las casas impresionantes que pueden verse en Pinamar, Mariani dice que un departamento de dos dormitorios, con señal de wifi y televisión por cable y otros servicios, en promedio demanda 3.200 pesos por día. “Algo lindo”, aclara.
Una casa para 10 personas sobre el médano de De las Artes (a unas 12 cuadras del centro hacia el norte) cuesta toda la segunda quincena 2.300 dólares, que al cambio actual son casi $ 150 mil. El precio figura en dólares porque los propietarios piden dólares. Pero las dificultades actuales para tener esa moneda llevan todo a la conversión.
“Esperamos que sea una temporada con más gente que el año pasado. De hecho, ya empezaron a llegar y esperamos una segunda semana, y sobre todo los últimos 15 días de enero, con mucha gente”, comentaron voceros del Municipio que conduce el joven Martín Yeza.
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