La Entidad Binacional Yacyretá (EBY) informó este lunes que el caudal del río Paraná registró este año la marca más baja desde 1978, según las mediciones que se hicieron en la represa hidroeléctrica ubicada en la localidad correntina de Ituzaingó.
La noticia no sorprende, ya que que la zona había presentado complicaciones por el bajo nivel del agua que afectó en los últimos meses al puerto de Rosario y, por consiguiente, a las exportaciones. Además, Prefectura Naval había difundido una serie de recomendaciones para los navegantes.
De acuerdo con lo que informó la EBY, “los caudales circulantes en el curso del Paraná, en general, están por debajo de lo normal” y el promedio de esta corriente en el 2019 fue de 10.900 metros cúbicos por segundo, lo que representa la peor cifra de las últimas cuatro décadas.
“Particularmente a la altura de Yacyretá el caudal medio del 2019 finalizará como el segundo más bajo de la serie de referencia 1971-2018, con unos 10.900 metros cúbicos por segundo, luego de los 10.500 de 1978”, agregó el organismo en un comunicado.
Por otra parte, la entidad explicó que “con la información disponible al día de la fecha no es posible establecer con suficiente precisión, a partir de cuándo podría comenzar a revertirse la actual coyuntura”.
Durante la última semana el caudal afluente promedio del río fue de 9.900 metros cúbicos por segundo, con valor máximo de 10.500 y mínimo de 9.400. Hoy la medición alcanza los 10.400 metros cúbicos por segundo, informó Yaciretá.
A principios de diciembre, el organismo ya había advertido que sus instalaciones estaban registrado el nivel más bajo del agua en el Paraná desde 1978. En ese entonces la corrientes que pasaba por la represa hidroeléctrica situada en Corrientes ya era de 10.900 metros cúbicos de agua por segundo.
A través de un comunicado, señaló que, por ejemplo, en el puerto de Ituzaingó el hidrómetro marcaba 80 centímetros, “bien por debajo de los 3,50 correspondientes al nivel de alerta”, una situación que preocupaba a muchas provincias argentinas.
De hecho, en agosto pasado, la Bolsa de Comercio de Rosario explicó que “debido a la bajante extraordinaria que viene sufriendo el río Paraná”, la medición en el puerto de la ciudad santafesina había alcanzado “aproximadamente 0,50 metros por debajo del plano de referencia”.
“Esto tiene un impacto sobre el volumen de mercadería que efectivamente se logra cargar en los buques que están a la espera o en muelle en los puertos del Up River y, en consecuencia, sobre el costo para los operadores de todo el sistema”, resaltó la entidad.
La Bolsa de Comercio manifestó en aquel entonces que la situación iba a afectar “a este complejo desde el punto de vista logístico con un impacto económico de consideración”, ya que con ese nivel de agua “la probabilidad es que los buques tengan que cargar dos pies menos que los 10,36/10,51 m habituales”.
Por su parte, la Prefectura Naval difundió en ese momento una serie de recomendaciones para los navegantes que iban a circular por este río, las cuales incluyen algunas medidas de precaución como la de avisar al Club Náutico, a la guardería, a un familiar o a la dependencia jurisdiccional de esta fuerza de seguridad antes de zarpar.
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