Motivos para visitar Pinamar sobran: bosques, médanos, arquitectura, oferta gastronómica y hotelera... ¡y sus 22 kilómetros de playa!
Este 2020 el balneario cambió su escenografía: sumó metros de arena, tiene menos cemento, plásticos y será sin humo. Alcanza con una recorrida por la Avenida Del Mar, para notar la transformación.
“Desde hace 4 años tomamos la decisión de apostar por la renovación de nuestro frente marítimo. Teníamos una playa muy deteriorada y hoy resplandece no sólo en diseño sino también en oferta”, explicó Martin Yeza, intendente de Pinamar.
El rediseño fue aprobado por ordenanza en 2009 y ejecutada en 2016, el primer paso a la importante transformación del balneario. Hasta 2019 ya se renovaron 44 paradores, faltan solo 2: Cabo Blanco y Pinamar Golf.
El Municipio obligó a las antiguas construcciones de hormigón de los distintos balnearios a adoptar nuevas características eco friendly: desmontables, en madera, acero y chapa. Además se deben construir sobre pilotes, a un metro y medio de altura sobre la arena.
“Las edificaciones superaban los 3 mil metros cuadrados de cemento, actualmente promedian los 300. Con las demoliciones se recuperaron 100 mil metros de playa pública y hay por lo menos 20 mil metros de construcción", reconoció el intendente del municipio.
El objetivo final de la renovación del frente marítimo es la recuperación del cordón dunícola. “Las dunas -parte de la geomorfología de la Costa Altántica- se vuelven a formar, al fijar la arena se logra proteger el acuífero natural”, descató Yeza.
En esa misma línea se incorporaron paneles solares, cestos de basura para recilar y nuevas normativas con conciencia e impacto ambiental.
Playas Libres de Humo
Con la finalidad de preservar las zonas costeras y evitar la contaminación de las colillas de los cigarrillos, el Concejo Deliberante de la localidad de Pinamar aprobó el 8 de noviembre de 2019 una ordenanza que prohíbe fumar en sus playas. Esta nueva normativa marca que durante la temporada 2019-2020 el ingreso a la costa deberá indicarse con un cartel “Playa Libre de Humo” junto con ceniceros que delimiten las zonas para fumadores. A su vez, se dispondrá de recipientes para desechar las colilla.
“Todas las colillas de cigarrillo, cualquiera sea su tamaño o características, deberán ser depositadas en los recipientes antes indicados”, explicó el activista Gastón Caminata, impulsor de la propuesta.
Por otra parte, "los fumadores podrán hacerlo dentro de un radio de 5 metros en torno a los recipientes destinado exclusivamente a tal efecto, no pudiendo ser utilizado para otros usos”, resalta el texto.
La medida busca también concientización social ya que una colilla puede tardar entre 5 y 10 años en degradarse, contamina el mar y sus sustancias tóxicas puede matar a los animales marinos.
Tal como dice el artículo 8, “la presente ordenanza tiene por finalidad concientizar la necesidad de llevar adelantes políticas de medio ambiente y del cuidado de la salud, realizando un cambio cultural progresivo y que por tal requiere su tiempo de adaptación; es por ello, que su cumplimiento será progresivo, disponiendo de los primeros dos (2) años de su entrada en vigencia para su plena difusión y campaña de concientización”.
Habrá multas para quienes no cumplan, de acuerdo a la falta, se cobrará el equivalente al valor de entre 20 y 200 atados de cigarrillos.
Menos plástico
El año pasado Pinamar se convirtió en la primera ciudad libre de sorbetes y vasos de plástico de un solo uso del país, marcando un precedente. La propuesta fue impulsada ONG Big Human Wave y presentada en el recinto por el bloque oficialista de Cambiemos por Alejandra Apolonio, presidente de la comisión de Salud y medioambiente de Pinamar.
“La eliminación total fue muy positiva. Las playa están visiblemente más limpias, ya no se ven sorbetes en la arena, si se encuentra alguno es porque los trajo el mar de otras zonas”, detalló a Infobae, Apolonio.
“Como cualquier novedad al principio hubo cierta resistencia por parte de los comerciantes y locales gastronómicos. Pero pudieron acomodarse para entregar vasos y sorbetes reutilizables”, explicó a Infobae Martín Yeza.
Anabela Saud y Dolores Lanata -ambas residentes de Pinamar- preocupadas por la preservación del paisaje natural del balneario y contribuyendo al concepto de basura cero, crearon sorbetes biodegradables y reutilizables. “Están hechos de cañas del norte bajo un proceso artesanal. Los vendemos en todos los balnearios y locales gastronómicos”.
La norma señala una serie de sanciones para los comercios infractores que van desde llamados de atención hasta multas y clausuras por un día. Y crea un “programa municipal de difusión” orientado a educar a la población.
La idea es que para el 2021 queden en desuso cubiertos plásticos y bandejas de un solo uso. “Alumnos de tercer grado de la Escuela 6 presentaron este proyecto y quedó seleccionado en la feria de Ciencia distrital”.
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