Tiene 6 años e ideó su propia campaña contra la pirotecnia en Río Negro: Simón, el nene que emociona al país

Apenas supo el padecimiento de los perros por los explosivos, no dudó en pedirle a su madre que lo ayude a escribir un cartel para pedirle a los vecinos que lo ayuden a cuidar a los animales. También lo hizo por un amiguito que teme a los ruidos. La conmovedora historia

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"Estuvimos una hora y media
"Estuvimos una hora y media repartiendo los cartelitos", contó María Ayelén, la mamá de Simón, el nene que pide por el fin del uso de la pirotecnia.

“No a la pirotecnia, por mi amigo Vico y las mascotas”, dice el cartel que repartió Simón, de 6 años, junto a su madre. Conmovido por un video que vieron juntos, el miércoles 18 por la mañana quiso salir a hablar con todos los vecinos y pedirles que no tiren fuegos artificiales durante los festejos por las Fiestas. Horas antes, se había enterado de que los perros sufren mucho por los estruendos y, además, recordó a su pequeño amigo que tanto se asusta cada vez que escucha un ruido fuerte.

Simón vio junto a su madre un video que se viralizó en las redes en el cual cuatro personas se someten a una prueba para escuchar distintos sonidos con auriculares a fin de detectar cuál es el que más les molesta. Al terminar la prueba, los participantes (todos confesos amantes de la pirotecnia) respondieron qué sintieron y cuál fue el ruido que más les molesto; todos reconocieron que el de las bengalas, los fuegos artificiales y los petardos fueron los más irritables y que incluso llegó a producirles palpitaciones y hasta temor. “Alguien más quiere hacerte una pregunta”, les avisan e ingresa un perro con un sobre en la boca y una hoja que dice: “¿Quieres saber cómo lo escucho yo?”. Inmediatamente las personas sospechan de qué se trata la prueba. Mientras reflexionan una tela cae y aparecen grandes y potentes parlantes que responden al interrogante del can. “Los animales escuchan tres veces más que nosotros”, devela la prueba y las personas prometen no volver a usar pirotecnia.

La campaña de Simón

“Estuve repartiendo 60 carteles en el centro”, contó Simón después de dejar de lado los dibujitos para hablar con Infobae sobre la campaña que ideó y de cuyas repercusiones a nivel nacional aún no tiene dimensión. Sobre el niño al que menciona en el cartel, dijo: “Vico es un amigo mío y lo quiero mucho. ¡Lo quiero ayudar!”.

Con total espontaneidad, simpleza y la solidaridad que aprendió en casa, el pequeño no dudó en hacer algo para ayudar a los perros como Brownie, su perrita, y quienes padecen por los ruidos como su amiguito del jardín de infantes.

“Mami, ¡vamos a las casas de los vecinos para pedirles que no usen pirotecnia porque a los perritos les hace mal y lo tienen que saber!”, insistió a María Ayelén Pastor. “Él quería ir casa por casa y contarles a los vecinos lo que había visto en el video. Les quería explicar por qué no tenían que tirar cohetes”, recordó la mujer sobre lo que pasó en la mañana de ese miércoles.

Simón repartiendo volantes en las
Simón repartiendo volantes en las veredas de Cipolletti para pedir a los vecinos que no tiren pirotecnia.

“Yo le expliqué que eran muchos los vecinos y que si le parecía bien podíamos escribir un cartel para repartirlo. Así, él pensó en lo que quería decir a las personas; lo ayudé a escribir el cartel y le hicimos 60 fotocopias que él mismo repartió en la vereda", recordó a Infobae María Ayelén, conmovida por la iniciativa de su pequeño hijo.

El destino de madre e hijo fue el centro comercial de la localidad de Cipolletti, Río Negro. Con los panfletos en mano y bajo la mirada atenta de su madre, Simón entregó todos. “Se movió espontáneamente, con total confianza y seguridad. Les daba el volante a todas las personas que pasaban y lo recibían, primero sorprendidos al verlo tan chiquito, pero lo agarraban y lo leían mientras caminaban. Algunos se daban vuelta y les gritaban: ‘¡Gracias, Simón!’. Una chica volvió a él y le regaló un chocolate... ¡Fue conmovedor verlo tan convencido de lo que estaba haciendo".

Cuando algún peatón pasaba de largo, el niño de 6 años le tocaba el brazo para que lo viera y así entregar su cartel. Nadie se quedó sin su volante y el pedido de no usar pirotecnia. “Entró a los bancos y a los comercios para darles a todos una copia. De verdad quiere que toda las personas sepan lo mal que hacen esas explosiones”, aseguró la mujer sobre el menor de sus tres hijos.

—¿Cómo se siente Simón por su acción?

—¡Está muy feliz! Y convencido de que los vecinos no van a tirar pirotecnia porque le avisó a mucha gente. Su idea nació de su inocencia y nos sorprendió a todos porque para él fue una misión. Para mí un acto de amor.... Y acá lo estoy acompañando en su propia campaña. Esto surgió de repente, es algo muy suyo, de su propia naturaleza.

—Ver el video despertó en él aún más la sensibilidad por los animales, pero además piensa en las personas que sufren al escuchar los estruendos...

—¡Sí! Él pensó en su amiguito Vico, que es sensible a los sonidos fuertes, y ver el video le hizo entender lo que pasan los animales y él tiene una perrita, Brownie, a la que cuida mucho. Él no sabe de qué se trata el autismo en sí ni que algunas personas están enfermas, pero sabe que hay quienes sufren por esos sonidos... Lo entiende con la inocencia de un niño y creo que por eso sorprende tanto lo que hace, porque quiere volver a salir a repartir volantes.

—¿Y lo harán?

—Me pidió repartir mil carteles sin saber qué cantidad es mil —ríe con ternura—. Entonces le expliqué que yo subí fotitos de él en la vereda mientras repartía los carteles y que más de 2.000 personas lo compartieron y que eso era lo mismo que salir a repartir mil volantes.

—¿Quedó convencido?

—¡No! —vuelve a reír— ¡Siente que tiene que repartir carteles! Él no sabe qué son las redes, no tiene idea de la repercusión que está teniendo su idea ni de todo lo que está generando. Parece que si no lo hace físicamente, no lo hace... ¡Él es así! Es un niño acostumbrado a ayudar porque yo soy voluntaria de algunos eventos y cuando salgo a repartir donaciones él está conmigo porque le gusta ayudar, así lo siente.

—¿Qué repercusiones estás recibiendo sobre la idea de Simón?

—Me escribió mucha gente agradeciendo por lo que hace, incluso de Uruguay, pero la idea es de él. ¡Yo no le dije nada! Agradezco a toda la gente que comparte su campaña. Es suya, su iniciativa, su preocupación ¡y yo como mamá lo apoyo! Él es un niño que defiende absolutamente lo que cree y nosotros lo respetamos. Su intención es que no se tire pirotecnia por los niños y los animales, pero lamentablemente muchos critican.

—¿Recibiste mensajes negativos sobre la idea de Simón?

—¡Sí! Mensajes horrendos a los que les digo que lamento mucho que un niño empático les provoque tanto odio. Creo que eso sólo habla de lo que tienen en su corazón. La personalidad de Simón, quienes lo conocen lo saben muy bien, no es la de un niño al que se lo pueda obligar a hacer algo. Él es muy espontáneo y me siento orgullosa de sembrar en él valores que con 6 años son más que importantes.

Sobre el final de la entrevista, Ayelén se mostró consternada por las críticas a la conmovedora iniciativa de su pequeño, pero contó una buena noticia. “Me llamaron de la Asociación Lazos Azules, que trabaja con niños con autismo, y lo invitaron a participar este domingo de la campaña sobre concientización de autismo y pirotecnia que hacen todos los años”, reveló orgullosa y como madre de un niño entusiasta aconsejó: “Es importante que todos los padres escuchen a sus hijos, lo que quieren, lo no quieren, lo que los conmueve. Somos nosotros los que estamos tan inmersos en cosas de adultos que muchas veces no nos fijamos en sus preocupaciones, porque esto surge de una preocupación de él. Todos los años escuchamosno a la pirotecnia’, pero sigue igual. Y decimos que si no somos políticos no podemos hacer nada, pero Simón demostró que sí podemos hacer cosas. Los niños necesitan ser escuchados y quizás al ser escuchados y haciendo algo ellos pueden aliviar sus preocupaciones”.

#CeroCohete, el video que conmocionó a Simón

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