Historia de amor viral: la borra de café le adelantó un futuro juntos con el “chico de la guitarra”

Tweety Dodero, ahijada de Christina Onassis, conoció al amor de su vida a principios de 2010 en casa de unos amigos. Ella buscó seguir en contacto, hasta que finalmente se pusieron de novios. En 2014 se casaron y fueron padres. Ella compartió en redes cómo se enamoró y su historia explotó. Tras la repercusión ahora escribe sobre otras parejas reales

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Víctor San Miguel y Tweety Dodero están juntos desde 2012. Se conocieron en 2010 por amigos en común, ella contó cómo se enamoró y su historia se volvió viral
Víctor San Miguel y Tweety Dodero están juntos desde 2012. Se conocieron en 2010 por amigos en común, ella contó cómo se enamoró y su historia se volvió viral

Era una salida como tantas otras pero con un objetivo claro: que Delfina, quien había dejado los hábitos de monja, conociera a alguien. Sin embargo fue Cristina “Tweety” Dodero (36) quien encontró al amor de su vida.

“Eran épocas de preboliche, en cuanto lo ví con sus rulos me llamó su atención, pero cuando lo escuché tocar la guitarra ¡morí!”, recuerda. Se trataba de Víctor San Miguel (39). Seis años más tarde, es su marido, abogado y padre de su hija Fucsia (3).

Desde hace unos meses la diseñadora de vestidos de novias y ahijada de Christina Onassis tiene un blog (@TweetyDodero) dónde comparte relatos e historias de amor de parejas reales. El puntapié inicial para hacerlo fue su propio testimonio. "Me abrí a mis ciberamigas y les conté cómo me enamoré de Víctor, mi chico de la guitarra, lo que la luché para que estemos juntos. Hice una especie de entrega en capítulos y mi cuenta explotó en comentarios. Actualmente me escriben para pedirme consejos de amor o simplemente contarme amores y desamores”, le dice a Infobae.

Su historia con quien hoy es su marido empezó en 2010 en casa de unos amigos en común. “Mi amiga del alma, Delfina, recién había dejado los hábitos, entonces le organizamos una reunión. Yo estaba muy preocupada por conseguirle candidato. Esa noche me preparé para oficiar de celestina. De pronto trajeron una guitarra, se la iban pasando de mano en mano, hasta que le tocó el turno a Víctor: nunca había escuchado algo igual”, confiesa.

Tweety Dodero

Para Tweety fue un flechazo directo. De sólo verlo empezó a hacer planes a futuro con Víctor. “Me había hecho la película de nuestras vidas. Me imaginé entrando a la iglesia. Llamé a una amiga para contarle: ’Me enamoré del chico de la guitarra con rulos'. Soy escorpiana y muy terca. Entonces pensé en hacer algo para volver a verlo”.

Sin perder el tiempo, el primer paso lo dio vía redes sociales. "Con una adrenalina increíble apreté el botón ‘solicitud de amistad’. Cerré mi laptop rosa y me fui a dormir. Me costó conciliar el sueño. Seguía diseñando mi futuro... hasta me visualicé en algún evento familiar con todos los parientes que vi en su perfil”, se ríe.

"Con una adrenalina increíble apreté el botón ‘solicitud de amistad’. Cerré mi laptop rosa y me fui a dormir. Me costó conciliar el sueño", recuerda sobre la primera vez que buscó contactarlo (Cecilia Pandre)
"Con una adrenalina increíble apreté el botón ‘solicitud de amistad’. Cerré mi laptop rosa y me fui a dormir. Me costó conciliar el sueño", recuerda sobre la primera vez que buscó contactarlo (Cecilia Pandre)
Esta es la foto que Víctor tenía de perfil en Facebook cuando Tweety le mandó una solicitud de amistad
Esta es la foto que Víctor tenía de perfil en Facebook cuando Tweety le mandó una solicitud de amistad

Al día siguiente llegó la respuesta tan esperada. “Salté de alegría y pensé: ¡ya está, listo, es el hombre de mi vida!”. Pero no todo fue tan simple. Pasaron meses sin novedades de su amor.

“Mi mamá lee la borra de café y le pedí ayuda: ‘¿No ves un chico de rulos?’. Me contestó : 'Sí pero está muy lejos, no te va dar bola por un tiempo largo”.

Como seguía ilusionada con Víctor, intentó otro acercamiento. “Le escribí por mensaje privado: 'Qué lindo está para ir al cine’. Me respondió ‘Pasame tu teléfono’”.

La primera cita fue en enero de 2011 y la acordaron por chat: “Salimos del cine, a esa altura estaba perdidamente enamorada. Me dejó en mi casa y me despidió con un frío ‘nos vemos’... ¡nunca me llamó!”.

Viaje de novios a Brasil, de vacaciones llegó la propuesta de casamiento
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Recién seis meses después hubo lugar para un segundo encuentro: “Le escribí otra vez. Él me invitó a tomar una cerveza. Me pasó a buscar en su auto, tenía puesto un saco de pana azul, lo recuerdo hasta hoy. De vuelta en casa, le mande un mensaje a mamá y le pedí que me leyera la borra. El lunes me respondió: 'No es él momento, pero está’”.

Tweety asegura que “jamás dejé de intentar conquistarlo". En septiembre era el cumpleaños del chico de la guitarra y ella volvió a actuar: “Le dejé un saludo en su muro a lo que la respuesta fue un ‘a Víctor le gusta tu comentario’, algo que hizo con todas las personas que lo habían saludado. No había manera que me registrara”, cuenta con gracia.

Ante la falta de respuesta empezó a resignarse. Pero algo pasó: “Un día hablamos por chat y fue una charla distinta. Acordamos en salir, comimos sushi y tomamos vino. Desde ese día no nos separamos nunca más".

Y llegó el beso: “Después de ese beso supe que todo ese tiempo había valido la pena".

Pronto convivieron, la relación se afianzó, y durante un viaje a Brasil en 2013 llegó la propuesta. “Siempre tuve el sueño de morder un postre y encontrar un anillo. Pasaban los días e iba perdiendo esa ilusión... pero Víctor no me defraudó. La última noche de las vacaciones entré a la habitación del hotel y sobre la cama me encontré con todos los peluches que me regaló durante nuestro noviazgo, tenían pegados mensajes de amor. Lloramos mucho. Finalmente, vino el postre con la pregunta ‘¿Te querés casar conmigo?’. El anillo estaba al lado, no lo puso adentro del postre porque... ¡tenía miedo que me lo tragara”.

Los novios recién casados
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La imponente iglesia San Nicolás de Bari
La imponente iglesia San Nicolás de Bari

El 26 de abril de 2014, del brazo de su padre, Alberto Dodero Balcarce, la novia subió las escaleras de la Iglesia San Nicolás de Bari para encontrarse con el chico que la había enamorado a primera vista. En cuanto se abrieron las puertas empezó a sonar la marcha nupcial de Mendelssohn.

Tweety diseñó su vestido con Fini Reynal. El toque sofisticado lo llevó en la cabeza, la tiara Embirikos, una pieza única que perteneció a Mosha, abuela materna de la novia e hija del gran armador griego George Embiricos.

Dos años más tarde llegó su primera hija Fucsia, lo más importantes de sus vidas. “Desde el día que lo conocí a Víctor no hubo un sólo momento que no soñara con esta familia. Ahora me dedico a contar este tipo de historias en mi blog, porque después de diecisietes años creando vestidos de novia sé que siempre hay una gran historia de amor detrás de cada pareja".

Cumpleaños en familia, Fucsia, Victor y Tweety
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