En agosto de 1978 el mundo miraba hacia Roma. Después de dos días de cónclave, el 26 de ese mes finalmente se elegía a un nuevo Papa: el cardenal Albino Luciani se convertía en Juan Pablo I. Pero sería el papado más corto de la historia, porque murió 33 días después. Mientras los obispos se reunían nuevamente para decidirse por Juan Pablo II, en Guatemala, el hombre que nos haría insultar frente a la computadora 20 años después, comía sus primeras papillas.
Luis von Ahn inventó el Captcha, esas palabras deformadas que parecen estar en el fondo de una piscina y aparecen en nuestras narices cuando estamos muy apurados -¿cuándo no?- por pasar de pantalla. De interpretarlas correctamente podremos avanzar. Si no lo hacemos, Luisito nos devuelve otra combinación ilegible.
Como una madre, pero sin la caricia inmediata, nos hará tragar el amarguísimo jarabe porque, dice, es por nuestro bien. Captcha es Completely Automated Public Turing Test to Tell Computers and Humans Apart y lo que busca, en criollo, es distinguir computadoras de seres humanos y eso hace que no se nos llene la casilla de correos basura.
Hijo único de una pareja de médicos -pediatra ella, dermatólogo él- cuando tenía 8 años, Luis deseaba la consola. Su madre, a quien no le hacía ninguna gracia que se la pasara jugando, le regaló una computadora. Lo cuenta por video llamada a Infobae desde Pittsburgh, en Pensilvania, donde vive actualmente.
Pensé en retirarme y después me di cuenta de que iba a estar muy aburrido. Yo me aburro mucho cuando no tengo nada que hacer
—¿De chico soñabas con crear un gimnasio gratuito que se financiara con la energía de la gente?
— Sí. Veía que mucha gente iba al gimnasio. Con mi idea pensaba que podía generar electricidad; las máquinas estarían conectadas a la compañía eléctrica. Pero resulta ser que era una muy mala idea porque la gente no genera mucha electricidad. Lo supe unos años después. Además, los gimnasios hacen mucho dinero de gente que no va. Ese es el negocio (ríe).
—¿Recordaste tu idea cuando viste Monsters, Inc.?
—Nunca vi Monsters, Inc. Pero sí he oído que es la misma idea.
En el año 2000, el jefe científico de Yahoo! fue a dar una charla a la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, Estados Unidos. Entre los alumnos estaba Luis; había dejado Guatemala a los 17 años porque quería ser licenciado en Matemáticas y esa carrera no existía en su país. Por entonces, Yahoo! era la página web más grande de Internet.
El hombre enumeró 10 problemas que tenía su compañía. Uno era que había gente que escribía programas para obtener millones de cuentas electrónicas en Yahoo! y no sabían cómo pararlos. Desde esas cuentas inundaban los correos con spam.
Durante dos meses y junto a su jefe de doctorado, Luis trabajó en la solución. La idea de Captcha al fulano de Yahoo le pareció tan brillante que a los tres meses ya estaba en uso.
—¿Por qué se la diste gratis?
—Porque no se nos ocurrió cobrarle (ríe).
Se calcula que nos lleva alrededor de 10 segundos hacer un captcha. Hoy se hacen alrededor de 100 millones por día.
La beca MacArthur es un premio que entrega la fundación del mismo nombre a jóvenes talentosos. Un pelín genios, diríamos en casa. Von Ahn la ganó en 2006, a sus 27 años.
Un año después pensó que al jarabe que nos dio en el 2000 podía agregarle un sabor más. En lugar de darnos a descifrar una sola palabra, serían dos. Con la primera Luis sabría si quien tipeaba era un humano. Con la segunda, nos hizo trabajar muchísimo. Los programas que reconocen caracteres no pueden con todos: hay libros antiguos, publicaciones añejas, que escapan al ojo robótico.
Cada vez que tipeamos esa segunda palabrita y lo que escribimos coincide con lo que escribieron otras diez personas a las que les ha llegado la misma palabra, hemos ayudado a digitalizar un libro. Eso se llamó ReCaptcha y en 2009 Luis se lo vendió a Google.
—Por el dinero que recibiste podrías haber dejado de trabajar. ¿Por qué seguís?
—Pensé en retirarme y después me di cuenta de que iba a estar muy aburrido. Yo me aburro mucho cuando no tengo nada que hacer.
—¿Probaste un tiempo ver qué pasaba sin trabajar?
—Ya lo sabía, porque cuando estoy de vacaciones…no me gusta ir de vacaciones porque no tengo nada que hacer.
—Pero Luis…
—No tengo hobbies, es un gran problema.
—¿Trataste de inventártelos?
—Sí, pero no me interesan, me interesa más hacer proyectos.
—¿Cuántos libros hemos digitalizado a partir del ReCaptcha?
—No todos eran libros, había también revistas, artículos de periódicos. El número es 2 millones de libros al año.
—Tildo en el cuadro de diálogo “No soy un robot”. ¿Un robot no puede tildar?
—Ese es uno de los sistemas más nuevos. “No soy un robot” viene de ReCaptcha de Google, pero sí lo puede hacer. Lo que está pasando es que están viendo cómo lo hace el humano. Miran, por ejemplo, el movimiento del mousse.
—Pero un robot podría tildar.
—Sí. Google tiene muy alta probabilidad de saber “quien” no es un robot porque sabe el historial de los últimos 10 años de lo que han hecho. Esto es un chequeo más. Pero cuando no está muy seguros si es un robot o no, ahí les dan las imágenes y ponen los programas. Cuando está bastante seguros que eres un humano solo te pone a hacer el captcha.
Guatemala participó por primera vez de las pruebas PISA en el año 2017. Del examen participan adolescentes de 15 años y se los evalúa en lectura, matemática y ciencias. El objetivo es conocer la capacidad para analizar y resolver problemas. Comparada con sus pares latinoamericanos, Guatemala tuvo de los puntajes más bajos junto a República Dominicana. Y en el mundo, se ubicó apenas arriba de los niveles de Camboya y Zambia.
Von Ahn cree que el mayor problema con la educación hoy es que en muchos países, particularmente en los de menos recursos, la gente que necesita educación no la recibe. Y si la recibe no es muy buena: maestros pésimamente pagos y muchos alumnos a cargo. “Yo creo que la tecnología puede ayudar bastante. Es lo que estamos tratando de hacer con Duolingo, poder llegar a todos y de una manera efectiva y personalizada. Ese es el futuro, con tecnología”.
Después de Captcha y Recaptcha, Luis inventó Duolingo, una web que ofrece aprender idiomas gratis. “La otra cosa que está pasando ya y que va a pasar más y más, es que va a haber más educación en pedacitos chiquitos. En vez de recibir una clase por una hora u hora y media vamos a ver cada vez más lecciones de 3 minutos”.
—¿Es causa o efecto? ¿Es una propuesta educativa o es que es la manera de meterse en la vida de alguien y pelear por su atención?
—Es la manera de meterse con educación en la vida de alguien y es como todos están tratando de meterse en la vida de alguien: en pedacitos de 3 minutos. Eso es a lo que ya la gente está acostumbrada. Ahora la atención son videos de TikTok, 90 segundos.
Cada vez más habrá educación en pedacitos chiquitos. En vez de recibir una clase durante una hora y media vamos a ver cada vez más lecciones de 3 minutos.
Duolingo es la plataforma más usada en el mundo para aprender inglés. Es gratis hasta que no quieras ver publicidad:
—Tenemos anuncios publicitarios después de las lecciones. La manera en que “pagan” esos usuarios es viendo un anuncio. Pero no están pagando, es totalmente gratis. Si alguien quiere quitar los anuncios puede suscribirse y pagar para no verlos. Solamente el 3% de los usuarios de Duolingo están suscriptos y pagan con dinero. El otro 97% ve anuncios.
—En un comienzo Duolingo hacía traducciones. El usuario traducía en su idioma y “pagaba” así. Los traductores, de profesión, ¿te odiaron?
—En parte sí nos odiaban, pero ya casi no estamos haciendo traducciones. Lo de la traducción era bastante complicado y no era muy buen negocio. Como negocio es mucho más fácil dar anuncios publicitarios.
—¿Enseñan High Valyrian, el idioma de Game of Thrones?
— Sí. Hay más personas aprendiendo High Valyrian que irlandés.
— ¿Bill Gates aprende con Duolingo?
— Sí, Bill Gates ha aprendido francés con Duolingo. Y hay varias otras personas famosas, Tom Hanks aprendió alemán.
—El búho verde, el emblema de Duolingo, aparece en mi correo llorando. Me ruega que retome mis lecciones. ¿No es spam?
—Buena pregunta, nosotros no lo consideramos spam, pero entiendo por qué alguien podría considerarlo (ríe). La mayoría de nuestros usuarios responden muy bien a esos e-mails. Mandar un e-mail pasivo/agresivo así funciona muy bien.
—¿Vuelven?
—Lo que dicen muchos usuarios es que es uno de los pocos e-mails automatizados que realmente les gusta porque es algo bueno para ellos.
—¿Es trabajarle un poco la culpa?
—Sí, 100%.
—Debo haber digitalizado algún que otro libro, alguna que otra revista, hice un trueque con Duolingo en su comienzo, cuando hacían las traducciones. La sensación es que, de alguna manera, me manejás bastante. ¿Sentiste culpa en algún momento?
—(Ríe) ¡No! Con la mayoría de todas estas cosas, estamos brindando un servicio gratuito, que normalmente hubiera costado mucho dinero recibir. Entonces no me siento mal. Además, con casi todo lo que la gente hace en Internet alguien está haciendo dinero.
En Duolingo hay más personas aprendiendo High Valyrian (Game of Thrones) que irlandés
—¿Te compraste la Nintendo que tu mamá no te compró?
—Finalmente me la compró a los 12 años. Y sí, me he comprado casi todas hasta la fecha.
—¿Qué cosas que a otros les parecen simples vos no comprendés?
—Leer el lenguaje corporal de las personas. A muchos les parece increíblemente fácil hacerlo y yo nunca veo nada de eso. Después de una reunión alguien dice ‘¿viste cómo estaban sentados? Nerviosos, etcétera’. Y yo ni me di cuenta.
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