El 10 de octubre de 1997 el vuelo 2553 de Austral, que iba de Posadas a Buenos Aires, se precipitó a tierra cerca de la localidad uruguaya de Fray Bentos y murieron 74 personas. Es el accidente con más víctimas fatales en la historia de la aviación comercial argentina. En diálogo con Infobae al cumplirse 20 años, el familiar de una víctima intentaba poner palabras y sintetizar en una imagen los alcances invisibles del dolor: “Ese avión no cayó en Fray Bentos, cayó en el living de casa”.
Si una vez por semana, por ejemplo los miércoles, un Boeing 727 con 180 pasajeros, tras partir de Ezeiza, Aeroparque, El Palomar, Mar del Plata o Trelew, se estrellara en algún punto del país, no tardaría la tendencia en convertirse en un escándalo nacional, que probablemente terminaría con la industria aeronáutica local. Sin embargo esa cantidad de personas mueren en promedio cada siete días en Argentina en accidentes de tránsito y son pocos los que siquiera conocen la estadística.
La semana pasada Infobae contó la historia de Gabriela Choque, la hermana mayor de Cinthia Choque, la agente de 28 años a la que en la madrugada del 8 de septiembre Eugenio Veppo atropelló y mató mientras ella realizaba un control vehicular en Figueroa Alcorta y Tagle. Hasta un mes antes de ese incidente, Gabriela coordinaba la red de la Agencia Nacional de Seguridad Vial que desde este 2019 se ocupa de asistir a víctimas y familiares después de un siniestro vial.
Durante esa entrevista Gabriela no estaba sola. Detrás de cámara, escuchando atenta, tomando nota de cada cosa que decía, abrazándola cuando los recuerdos eran demasiado y pedía interrumpir la filmación, estuvo Daniela Ortiz. Ella y Choque son amigas desde que ingresaron juntas hace 15 años a trabajar en el Gobierno de la Ciudad como agentes de tránsito. Ortiz, además de abogada, hasta la semana pasada dirigía la red que asiste a las víctimas y a sus familiares, una iniciativa que no tiene precedentes en el país.
“La familia se destruye cuando suceden estos siniestros, no es que solamente muere una persona o una persona queda con una discapacidad. Hay toda una familia atrás que se ve muy afectada y en muchos casos se dispersa”, compartió Ortiz con Infobae, acerca de esa postal que ella vio que se repetía después de cada accidente, ese pedido la mayoría de las veces desesperado y para el que hasta este año no existía una respuesta.
Desde 2017, la Agencia Nacional de Seguridad Vial trabajó en los relevamientos, las entrevistas personales, la construcción de la Red de Asistencia que se lanzó en febrero pasado. El servicio es gratuito y ya se atendieron alrededor de 150 casos en las 11 provincias que aceptaron formar parte de la iniciativa: Jujuy, Salta, Chaco, Corrientes, Misiones, La Rioja, Catamarca, Mendoza, Chubut, Buenos Aires y Santa Cruz. Además de seis municipios: Caucete, Córdoba, Neuquén, Río Gallegos, Maipú y Santiago del Estero.
Nunca nadie se lo espera y la persona siente que no sabe qué tiene que hacer
“Si yo tengo que describir en una palabra qué hace la red, es acompañamiento. Acompañamiento, cuando suceden estos siniestros y esto lo aprendimos en base a la experiencia y a las charlas. Nadie se lo espera, nunca nadie se lo espera y la persona siente que no sabe qué tiene que hacer, no sabe para dónde tiene que ir, porque uno no practica a ver qué es una fiscalía, un juzgado, no tienen idea de la diferencias muchas veces”, explicó.
“En estos contactos que hemos tenido previamente fuimos definiendo cuáles eran los ejes con los que actualmente trabaja la oficina”, enmarcó esa búsqueda que llevó varios años y que definió los tipos de asistencia que hoy brinda la Red: legal, que representa un 50% de las consultas, administrativa, 24%, social y post hospitalaria, 14% y psicológica, 12%.
“No podíamos nosotros no atender ese post-siniestro, en algunos casos eran secuelas de muchos años, de gente que no había sido en ningún momento escuchada por el Estado. Porque a veces era solamente eso, era solamente hacerse escuchar, que alguien los escuche”, comparte Carlos Alberto Pérez, hasta la semana pasada director de la Agencia Nacional de Seguridad Vial con Infobae.
“La función pública te llena de problemas, que a veces cuando vos te encontrás con esta realidad te das cuenta de que no son problemas, que los problemas son realmente estos”, confía Pérez, quien tras dejar la Agencia el martes pasado piensa continuar trabajando relacionado a la seguridad vial.
“Es imposible que no te impacte. En algún punto yo creo que eso también hace que uno robustezca mucho más su compromiso con esto de lo que no pudimos evitar, que fue el siniestro, por lo menos evitar esa otra parte que es la revictimización”, explica, y sostiene que el puesto que él ocupó hasta la semana pasada “no es para una persona que venga a cubrir un cargo político, a esperar que el tiempo pase”.
Te puede pasar a vos, me puede pasara a mí, le puede pasar a cualquiera y uno no entiende esto hasta que lo vive definitivamente
“Vos estás con una persona que te está contando, que se está desnudando con vos del dolor que le provocó y uno no puede estar ausente”, dice, antes de admitir: “Yo he llorado con ellos, en algunos casos porque son historias muy fuertes, historias en las que vos decís cómo puede ser que esto haya pasado y pasó. Entonces no hay chances de que eso vos lo puedas disimular en una conversación”.
“Este es un cargo que requiere definitivamente de la sensibilidad porque estos hechos le pasan a todo el mundo. Te puede pasar a vos, me puede pasar a mí, le puede pasar a cualquiera y uno no entiende esto hasta que no lo vive, definitivamente”, sigue Pérez, que no duda en poner a la oficina de asistencia a víctimas y familiares, como el mayor de los logros de su gestión.
Si bien desde la Agencia de Seguridad Vial se visitaron las 23 provincias argentinas, fueron sólo 11 las que aceptaron formar parte de esta Red de Asistencia a Víctimas y Familiares de Víctimas.
“Nos falta mucho camino por recorrer todavía en esto, pero yo creo que hemos dado un muy buen paso inicial”, se limita a responder Pérez, que prefiere no especular sobre las razones que pueden llevar a algunos gobiernos provinciales a no ser parte, inclusive cuando no les significa ningún tipo de desembolso económico.
“Aquellas provincias que no se han comprometido plenamente con esto es muy importante que entiendan cuál es el objeto: que no se revictimicen los que han cumplido la pérdida de un ser querido. Si uno no tiene eso puesto como un objetivo claro, cualquier función que cumplas acá va a ser intrascendente”, opina Pérez, que insiste, ya fuera de la Agencia, en la importancia de que la gente sepa de la existencia de la oficina, de que existe un teléfono que pueden marcar, cuando ocurre un accidente de tránsito en el living de sus casas.
La Red de Asistencia a Víctimas y Familiares de Víctimas funciona través de la línea telefónica nacional y gratuita 0800-122-7464. De lunes a viernes de 8 a 20 hs. La atención es directa a cargo del equipo multidisciplinario. Fuera de ese horario, se pueden dejar los datos y la Red se contactará el primer día hábil inmediato. La Red de asistencia interviene en la instancia post emergencia. En situación de emergencia se debe llamar siempre al 911.
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