Por Guillermo Andino
Por Carolina Prat
Recorrer el servicio de oncología del Hospital Pediátrico Ricardo Gutiérrez es una acción que predispone a la emoción y conmueve de antemano. Al cruzar las puertas que conducen a una sala luminosa, moderna, confortable y con juegos -donde los niños están recibiendo quimioterapia- y observar el clima de colaboración entre profesionales, auxiliares, madres y pacientes; el ánimo se recompone.
“Acá, solo no se puede cuidar a ningún niño” dice la doctora Mercedes García Lombardi, jefa del servicio de oncología, quien destaca que en ese sector se trabaja con un equipo multidisciplinario que incluye a los médicos de planta, los residentes, enfermeros y toda la gente del hospital que asiste permanentemente. “El trabajo nuestro es curar a los niños con cáncer. Es lo que nos interesa transmitir. El cáncer infantil se cura. Nosotros, en este servicio, tenemos como objetivo que los niños transcurran su tratamiento con una infancia lo más normal posible” dice, a la vez que resalta que el diagnóstico precoz es una herramienta imprescindible para la curación.
En el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez se atienden más del 20% de los niños y adolescentes con cáncer de todo el país. Se diagnostican entre 1300 y 1500 casos nuevos por año en la Argentina. Aproximadamente dos tercios de estos pacientes, se atienden en hospitales públicos y gran parte de ellos se curan (70% en la mayoría de los casos).
“Ustedes ven que en esta sala de quimioterapia hay juegos, hay colores. Tenemos una sala nueva gracias a la donación de un mago americano, Criss Angel, que nos hizo una aporte de U$S 100.000; y logramos hacer lo que siempre quisimos: esta sala y una sala de oncología para adolescentes, que es un grupo que necesita una atención especial” comenta con orgullo la doctora Mercedes. El ilusionista, que cuando vino a dar un show al país, tenía un hijo afectado por leucemia, visitó la sala de oncología pediátrica del Gutiérrez y tal fue su emoción y compromiso que decidió de inmediato ayudar con dinero para remodelar el lugar.
En el servicio de oncología pediátrica se destaca especialmente que allí también se atienden adolescentes hasta 18 años. “Recibimos los adolescentes que son una población muy particular porque en general no los atienden en los hospitales de adultos, muchos hospitales pediátricos atienden hasta los 15 años a rajatabla y por suerte nosotros logramos el apoyo de la dirección y de todo el hospital que nos acompaña y podemos tratar y curar adolescentes con cáncer con las necesidades adecuadas para ellos” destaca García Lombardi, quien además resalta que las salas de quimioterapia están diseñadas para la comodidad y bienestar de los pacientes. “Así como los niños necesitan tener una sala con juguetes, arriba los chicos tienen una sala con su PlayStation, sus auriculares y Wi-Fi” cuenta.
Nadie está exento, los chicos de cualquier edad y cualquier clase social pueden contraer cáncer. “Lo más importante es tratar de hacer un diagnóstico precoz que tiene que ver con que se hagan consultas pediátricas y que nosotros, como oncólogos, formemos a los pediatras para que puedan pensar el diagnóstico del cáncer. Es una enfermedad poco frecuente, que existe y que se cura” concluye la doctora García Lombardi.
“Acá hay guardia permanente. Es importante que los chicos en los hospitales públicos tengan lo mismo que en un centro privado. Por eso esta sala es nuestro orgullo” concluye la doctora Mercedes García Lombardi.
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