Los médicos residentes y concurrentes de hospitales porteños realizaron, durante los últimos días, un abrazo simbólico a la sede del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y encabezaron un paro hasta que se vetara la ley que regulaba la actividad de estos médicos que se desempeñan en el sistema de salud porteño. Esta tarde, en la Legislatura, la sanción del proyecto de ley 2828 (promulgada el 28 de noviembre) quedó sin efecto.
Las partes también acordaron "constituir una mesa de trabajo que contemple la participación del sector de los profesionales de la salud, residentes y concurrentes, a los fines de elaborar una nueva ley.
La medida de fuerza fue impulsada por una ley que, entre los cuestionamientos, aseguraba la “legalización de jornadas laborales extenuantes”, en las cuales podían superar las 60 horas semanales, y el “sostenimiento del régimen de concurrentes”. Es decir, médicos que cumplen las mismas tareas que los residentes pero sin remuneración alguna.
Los médicos que protagonizaron el paro advirtieron sobre la falta de la mención de los concurrentes y residentes como “trabajadores y trabajadoras” en el segundo artículo de la norma. También alertaron de la puesta en práctica de “un régimen de formación de postgrado en servicio y contexto de trabajo para profesionales de reciente graduación”.
En sus manifestaciones exigieron que "se establezcan los mismos derechos y obligaciones que el conjunto de les trabajadores de la salud, siendo llamados como tal”.
En otro punto, también señalaron que la iniciativa oficial “cristaliza la explotación laboral de les residentes reconociendo la carga horaria mínima de 36 horas” semanales (6 horas semanales más que el resto de los profesionales), y la contemplación de un máximo de 64 horas “perpetúa un régimen laboral de explotación, muy por encima de cualquier convenio colectivo”.
Bajo el lema "sin residentes ni concurrentes no hay hospital” se convocaron en las puertas de la sede del Gobierno porteño, en el barrio de Parque Patricios, en donde también exigían que los concurrentes puedan percibir un sueldo, obra social y ART.
La ley, aprobada con 34 votos positivos y 5 abstenciones, fue presentada oficialmente por la ministra de Salud, Ana María Bou Pérez. El presidente de la Fundación Cardiológica, Jorge Tartaglione, también se había sumado al reclamo de los profesionales al asegurar que “sin residentes no hay salud de calidad”.
La norma vetada alcanzaba a 1.500 concurrentes, incorporaba un estricto sistema de disciplina y modificaba el cálculo de la actualización salarial de los residentes.
Fotos: Thomas Khazki
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