Al momento de recibir el llamado de Infobae, Christian Andrés González Wang se acercaba en su auto a Lezama: “Estoy viajando para ver lo que sucedió, estaré a diez kilómetros de llegar. Llamé a la compañía y me madrugué con este desastre. Nunca me pasó algo así”, afirmó.
Su empresa, Silvicar SRL, de la cual integra el directorio de socios, es la dueña del micro que transportaba a 43 alumnos de la Escuela Nº41 de Benavidez que iban hacia Mundo Marino en San Clemente y que volcó en el kilómetro 141 a la altura de Lezama. El accidente, que causó varios heridos con politraumatismos graves y fracturas con 30 menores internados, causó dos víctimas fatales: dos nenas de entre 11 y 12 años.
El caso, a cargo del fiscal Jonatan Robert de la UFI Nº10 de Chascomús, ya tiene la calificación de homicidio culposo. La responsabilidad, por ahora, recae sobre los choferes del móvil: Alberto Gustavo Maldonado, de 48 años, oriundo de Tigre, al volante al momento del hecho, con más de 20 años en diversas empresas de transporte y empleado registrado de Silvicar según informes previsionales y Juan Carlos Gilenoni.
“Me llamaron para informarme del accidente”, continúa Wang: “Maldonado es efectivamente chofer regular, está registrado, nunca tuvo problemas”, mientras asegura que “el viaje llegó por una agencia para salir a Mundo Marino”.
¿La empresa puede ser considerada responsable? “De mi parte, el coche estaba en perfectas condiciones, tenía habilitación, Maldonado estaba registrado”. Wang, al momento de esta comunicación, esperaba el contacto del fiscal Robert.
Por lo pronto, la hipótesis apunta a un error humano. El test de alcoholemia a Maldonado, según fuentes policiales, dio negativo.
“El micro muerde la banquina, el conductor realiza una maniobra para intentar colocar el micro nuevamente en el pavimento y no lo logra. Eso es lo que más o menos dictaminan los peritos, aunque todavía están trabajando en el lugar”, explicó el fiscal general Diego Escoda, de la jurisdicción de Dolores. “Se me fue, se me fue”, habría dicho Maldonado tras el accidente.
Andrés, chofer de otro micro y testigo del hecho, afirmó: “Yo venía atrás y vi una polvareda en una curva que no era muy jodida; paramos a cinco metros y bajé con mi compañero para tratar de sacar a las criaturas”, relató. “Fue un desastre”.
Mientras los estudiantes permanecen internados en diversos centros médicos de Chascomús -con dos derivados a otros centros como el hospital Castex por lesiones graves-, Policía Científica trabaja en la escena.
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