Metrodelegados paralizaron las líneas A, B y D de subte en protesta por la presencia de asbesto en las formaciones

El servicio estuvo interrumpido durante tres horas por la medida gremial

Télam

El servicio de Subte y Premetro se vio paralizado esta mañana -entre las 5.30 y las 8.30- por una medida gremial que realizaron los metrodelegados, para exigir que el material cancerígeno conocido como asbesto sea removido de todas las formaciones. Esto provocó un aumento sensible de la cantidad de pasajeros que debieron recurrir al colectivo para ir a trabajar, por lo que hubo largas filas y esperas en las paradas de las distintas líneas de autobuses.

La Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Agtsyp) dispuso que que se vieran afectadas las líneas A, B y D; en tanto, esta noche desde las 21 la misma medida tendrá efecto en las líneas C, E, H y el Premetro.

Los trabajadores de la actividad habían anunciado una huelga general de 24 horas para este miércoles, solo en la línea B, que une las estaciones Leandro N. Alem y Juan Manuel de Rosas. Sin embargo, ayer decidieron ampliar las protestas a todas las líneas y al Premetro. En una conferencia de prensa realizada en Carlos Calvo al 2.365, el secretario general del sindicato, Norberto Pianelli condenó “la presencia y permanencia del material cancerígeno asbesto en las formaciones de la línea B, que ha perjudicó a varios trabajadores”.

Si bien hasta ahora no se anunciaron otras medidas, las protestas que se realizaron esta mañana fueron calificadas como “el comienzo de un plan de lucha progresivo”. Incluso el metrodelegado Claudio Dellecarbonara advirtió: “No descartamos paralizar el subte definitivamente hasta que cambien los vagones”.

Desde principios de 2018, el gremio de subtes viene denunciando la presencia de abesto. Según informó el sindicato el pasado mes de agosto, a partir de un análisis realizado a 100 de los 550 trabajadores de la línea B, se reveló que cinco empleados tienen “placas pleurales” -o ensanchamiento de la pleura-, la membrana que recubre los pulmones.

Adrián Escandar

Por su parte, la empresa de Subterráneos de Buenos Aires S.E (Sbase) consideró que los paros anunciados en las distintas líneas “son absolutamente injustificados en tanto se vienen llevando adelante diferentes acciones concretas desde febrero de 2018 para atender la problemática del asbesto”. “En el marco del Plan Integral de Gestión de Asbesto presentado el año pasado, se sacó de circulación la flota CAF 5000 inmediatamente después de conocerse la noticia de la posible existencia de piezas con este material”, informó Sbase.

La empresa detalló que “se contrató a un operador especializado, que cumple con los protocolos internacionales y las regulaciones locales referidas al manejo de este tipo de material, que se encuentra analizando la totalidad de la flota de la red y desasbestizando los trenes Mitsubishi de la Línea B”, y agregó que “ya se trabajó en la primera formación que se espera vuelva a servicio la semana próxima. Además, se encuentran en análisis las flotas Nagoya (Línea C) y General Electric y Fiat (Línea E)".

”En el marco de la preocupación que motivó este tema, Sbase encomendó a Metrovías una serie de acciones tendientes a asegurar las condiciones ambientales del Subte, que Metrovías incorporó como parte de su Plan de Gestión Ambiental", indicó un comunicado difundido este martes.

Metrovías aseguró que en la actualidad “opera un Programa de Gestión Segura del Asbesto cuyo objetivo es la desasbestización integral de la red del Subte. Este Programa incluye el relevamiento de elementos sospechosos de contener asbesto, la toma de muestras y su análisis por parte de laboratorios especializados”.

A fines de octubre, la ciudad de Buenos Aires, a través de la empresa que controla el subte –Sbase–, demandó al Metro de Madrid por la venta “ilícita” de los vagones con asbesto y pidió un resarcimiento de 15 millones de euros. La demanda asegura que la venta de los 36 vagones en 2011 que fueron destinados a la línea B fue “de una actuación incalificable, ilícita, irresponsable y de mala fe” por parte del Metro de Madrid.

La venta ocurrió en 2011. Sbase compró los trenes de segunda mano del subte madrileño, los CAF 5000, que habían sido fabricados en los años 70, cuando el amianto o asbesto no estaba prohibido. En febrero de 2018 salió a la luz que los vagones vendidos tenían asbesto, un mineral cancerígeno que está prohibido en más de 50 países desde hace casi 20 años y en Argentina desde 2001.

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