Ayer, equipos de trabajo de los canales TN, Crónica TV, Telefé y América Noticias sufrieron agresiones en el marco de su cobertura de la crisis política e institucional que afecta a Bolivia desde hace varios días, y los profesionales tuvieron que buscar refugio y fueron asistidos por el personal diplomático argentino en La Paz.
Las amenazas y los ataques se registraron luego de que la flamante ministra de Comunicación de Bolivia, Roxana Lizárraga, asegurara que “la prensa tiene todas las garantías para trabajar y aquellos periodistas o pseudoperiodistas que estén haciendo sedición se va a actuar conforme a la ley, porque lo que hacen algunos periodistas, bolivianos o extranjeros, es causar sedición en nuestro país y por eso responderemos con la ley boliviana”.
Las agresiones y las amenazas fueron repudiadas por la Cancillería argentina, y por el presidente de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) Daniel Dessein. Mientras que el canciller Jorge Faurie aseguró que los dichos de Lizárraga fueron “atentatorios contra el ejercicio de la tarea periodística, contraria obviamente con el criterio de libertad de prensa que defendemos a ultranza”, Dessein dijo que es “una situación muy grave, condenamos las agresiones y manifestamos nuestra solidaridad”.
Ahora, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) se sumó al repudio y expresó su “preocupación por el clima de hostilidad contra corresponsales extranjeros en Bolivia y las declaraciones de la ministra de Comunicaciones que amenazó con expulsar y procesar a periodistas”.
En un comunicado, la SIP agregó que “en los últimos días periodistas argentinos enviados a Bolivia para cubrir la crisis política que afecta al país han sido blanco de insultos, agresión y hostigamiento por parte de los distintos sectores en conflicto en el país. En medio de la tensión, la nueva ministra de Comunicación, Roxana Lizárraga, amenazó con expulsar y procesar a ‘periodistas o pseudoperiodistas’ extranjeros y bolivianos ‘que estén haciendo sedición’”.
Tanto el presidente de la SIP, Christopher Barnes, como el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Roberto Rock, “deploraron el clima general de hostilidad contra la prensa local y extranjera que intentan mantener informada a la población y a la comunidad internacional sobre un asunto de alto interés público”. En ese sentido, Barnes señaló que las declaraciones de Lizárraga son “peligrosas al validar y probablemente incitar a que sectores violentos actúen contra los periodistas”.
En tanto, el comunicado agregó que “los directivos de la SIP consideraron en que amenazar a la prensa representa un grave atentado a la libertad de prensa”.
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