Casi 400 alumnos de una escuela llevan tres semanas sin clases a raíz del desalojo de un predio lindero tomado

El 17 de octubre se produjo un violento desalojo de 130 familias en el barrio Confluencia de Neuquén. El gobierno advierte que todavía no están dadas las condiciones de Seguridad para la reapertura del centro educativo: “Se está perdiendo nuestro rol social”, lamentó la directora de la institución

La Escuela 136 del barrio Confluencia lleva cerrada desde hace tres semanas

Ya pasaron 21 días y todavía la Escuela primaria Nº 136 del barrio Confluencia de Neuquén, que brinda clases a casi 400 alumnos, todavía no pudo retomar sus actividades diarias.

La interrupción del ciclo lectivo se produjo el 17 de octubre, cuando las fuerzas de seguridad iniciaron un violento protocolo de desalojo en un predio lindero a la institución educativa, que estaba tomado por 130 familias y cuya mayoría de niños acudía a la misma entidad escolar.

La decisión del cierre de la Escuela 136 fue tomada por el Consejo Provincial de Educación, en base a la falta de garantías ofrecida por la Subsecretaría de Seguridad neuquina. Sin embargo, las autoridades escolares denuncian que la situación que se atraviesa es límite y que, en caso de que la escuela no pueda abrir en los próximos días, habrá decenas de alumnos que quedarán abandonados en la calle y sin disponer de apenas una de las comidas del día.

“La situación que estamos viviendo es dramática, realmente”, le afirmó la directora de la Escuela 136, Verónica Coñumilla, a Infobae mediante una conversación telefónica.

“Es que acá el problema no es solamente el aspecto educativo y la falta de clases. La mayoría de los 390 alumnos de la escuela son de muy bajos recursos. Muchos incluso vivían en esa toma. Y nosotros cumplimos un rol de contención y hasta de alimentación para ellos. Algunos no tienen una referencia de un adulto y hoy los encontramos desparramados en la calle sin comer. Necesitamos que la escuela vuelva abrir lo antes posible”, completó.

Coñumilla recordó con congoja cómo se sucedieron los hechos durante el desalojo del 17 de octubre de la denominada Toma "Obreros Argentinos":

“Nuestra escuela está pegada al predio. Era un día de clases normal y a nosotros nadie del Ministerio de Seguridad nos alertó de que se iba a producir el desalojo para que nos podamos preparar. Yo me enteré por una madre. De hecho, nos llegaron a decir que cuando veamos las ambulancias y los camiones de bomberos era que se había iniciado el desalojo”, relató.

Así quedó el predio tomado después del desalojo

El operativo policial empezó poco antes de las 12 del mediodía, según los testigos, el accionar de la fuerza tuvo una fuerza poco antes vista. Se escucharon cientos de disparos de balas de goma y se lanzaron gases lacrimógenos.

Nosotros teníamos a todo el Turno Mañana adentro de la escuela. Eran como 195 alumnos. Apenas empezamos a escuchar los gritos y las detonaciones, nuestra tarea era resguardar a los estudiantes. Los más chiquitos estaban contenidos, pero había muchos de los más grandes que vivían en la misma toma y se querían escapar del colegio para ver dónde estaban sus familias y qué había pasado con ellos. Fue una locura”, indicó la directora.

Coñumillas agregó que hubo casos de algunos alumnos a los que no pudieron contactar a ninguno de sus padres y tuvieron que permanecer hasta las cuatro de la tarde dentro de la institución hasta que se pudiera contactar a algún tío, primo o abuelos para que los fueran a buscar.

A raíz de la incertidumbre, el conflicto entre policía y los habitantes de la toma llegó a la puerta misma de la escuela. Por ende, desde la subsecretaría de Seguridad de Neuquén decidió que se suspendieran las clases por tiempo indefinido.

Desde ese jueves hasta hoy, desde el Estado provincial advirtieron que todavía no están dadas las condiciones de seguridad suficientes como para que la escuela vuelva a abrir las puertas y reciba a su alumnado.

Los incidentes del desalojo llegaron hasta la puerta de la Escuela 136

Durante las semanas posteriores al desalojo, tanto los directivos como los docentes de la Escuela 136 fueron testigos del deterioro profundo de la calidad de vida de sus alumnos. Mientras, intercambiaron reuniones y conversaciones telefónicas con autoridades del Consejo de Educación frustradas, sin poder conseguir el aval para la reapertura de la institución.

“Fue muy difícil lo que pasó. En nuestra escuela hay muchos chicos que no tienen referentes adultos en sus familias y la escuela era su único cable a tierra, su techo y su comida. Con algunas compañeras salimos a hacer recorridas y los veíamos tirados durmiendo en el medio de la calle. Hablábamos con ellos y nos decían que hacía un día y medio que no habían comido nada. Y no tenían a nadie a quién recurrir”, afirmó la directora.

"Incluso, hasta a un auxiliar de docente nuestro le destrozaron la casa (vivía frente al predio) y tuvo que pasar dos noches dentro de la escuela".

La directiva de la escuela no dudó en condenar la violencia con la que la policía produjo el desalojo: "Cuando vuelvan las clases, va a ser como empezar de cero. Rompieron todo lo que trabajamos durante años con estos chicos. Hay alumnos que en sus casas tienen realidades muy duras, de violencia familiar, de abusos sexuales. Por eso, nosotros representábamos una alternativa. Hemos tenido que ir a hablar con madres innumerables veces para remarcarles la importancia de la escuela".

Y con este accionar violento se contrapuso a todo lo que nosotros intentamos instruir, sobre el hecho de armar lazos de comunicación a través del diálogo, los acuerdos y no de la violencia. Esta toma siempre estuvo estigmatizada por la violencia, pero esta gente no tiene posibilidades de empezar a construir algo en sus vidas. ¿Cómo le pedimos a un alumno de la toma ahora que reaccione mediante el diálogo después de lo que le pasó a su familia el 17 de octubre?”, completó.

En la actualidad, el Consejo de Educación provincial aprobó una resolución para que los directivos y docentes de la Escuela 136 puedan reunirse todos los días y confeccionar cuadernillos y trabajos prácticos en el Club Social y Deportivo Confluencia. La idea es preparar contenidos de estudio y repartirlos a los alumnos a domicilio.

Mientras tanto, el predio volvió a ocuparse lentamente por los protagonistas de la toma inicial.

Uno de los carteles de las 130 familias desalojadas

“Desde que ocurrieron los hechos, estamos manteniendo entre dos y tres reuniones semanales con representantes de la escuela y de la subsecretaría de Seguridad de la provincia para encontrar diferentes dispositivos que permitan poder continuar con el proceso de aprendizaje”, le aseguró a Infobae la ministra de Educación de Neuquén, Cristina Storioni, en una conversación telefónica.

“La situación fue que la escuela se vio involucrada en el desalojo y hubo mucho miedo. Por eso, se está trabajando para establecer las medidas de seguridad suficientes como para que se puedan reabrir las puertas. Uno de los puntos en los que se logró avanzar fue que, ante un eventual nuevo desalojo, la Policía pueda avisar con tiempo a la escuela y así se tomen los recaudos necesarios”, completó la funcionaria.

Por su lado, Coñumilla señaló: "Ahora estamos preparando los cuadernillos y los trabajos.Esperamos que mañana los podamos fotocopiar y salir a repartirlos a las casa, para aquellos que tengan casa o a los que encontremos en la calle".

“Podrá significar una solución alternativa, pero acá nuestra escuela está perdiendo nuestro rol social. Los chicos de nuestra comunidad necesitan estar dentro de la escuela y no en las calles”, sentenció.

A día de hoy, los docentes preparan cuadernillos y trabajos prácticos en un Club Social y Deportivo para repartir a domicilio a los alumnos

El problema de la Escuela 136 acaparó una de las prioridades de la cartera educativa de Neuquén. Por eso, la propia ministra se mostró esperanzada de que la entidad pueda volver a abrir en los próximos días.

“Es importante destacar la buena relación que siempre hubo entre la Escuela, el Consejo Provincial de Educación y la comisaría de la zona. Nosotros, desde nuestro lado, nos comprometimos con la subsecretaría de Seguridad a reunirnos en las próximas horas y tratar de encontrar los dispositivos necesarios para que en los próximos días la escuela pueda volver a abrir”, le afirmó Storioni a Infobae.

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