Sábado 2 de noviembre del 2019. 14:48 hs. Estación de subte Catedral.
A pesar de ser fin de semana el vagón va repleto. Muchos de los pasajeros llevan sombrero, anteojos de colores y hasta sombrillas. Hay chicas de pollera, hay adolescentes maquilladas con glitter en el cuerpo, hay jóvenes con camisa abierta y corpiño a la vista.
La formación se detiene en la estación Catedral y la voz anuncia que todos los pasajeros deben descender. Una marea alegre salta al andén y empieza a caminar hacia la salida. Van en silencio, hasta que un chico de unos veinte años grita: “Vamos que Buenos Aires es puto”. Todos ríen y arengan, y algunos empiezan a saltar y salen hacia la superficie como haciendo una coreografía, una suerte de flashmob que es en realidad pura algarabía descoordinada. Afuera, el sol radiante.
15:02 hs - Calle Florida
Un chico camina de la mano de otro chico y a la altura de Florida y Perú uno de ellos señala la puerta de entrada de una cadena de cafeterías americana. En la puerta de vidrio hay pegadas varias calcomanías con forma de vasos de café que juntas componen los colores del arcoíris. Debajo, leyenda dice “together with pride” (juntos con orgullo). Uno de los chicos le pide al otro que le haga una foto. La hacen. Se van sonriendo.
15.37 hs - Plaza de Mayo
Sobre la Plaza de Mayo, de espaldas a la Casa Rosada, un escenario gigantesco. Suena música y la gente se agolpa a su alrededor. Un poco más lejos, se arman pequeños pic-nics en el suelo. Pasarán por ese escenario La Queen, Mala Fama y Marilina Bertoldi.
16:34 hs - Plaza de Mayo
El lema oficial de la marcha es "por un país sin violencia institucional ni religiosa”. La gran mayoría de los carteles y consignas que se ven son derivaciones de ese pedido. “Antes no había tenido la necesidad de mostrar nada, pero en este momento me pareció una buena oportunidad para acompañar a toda la gente. Pensar que la Avenida de Mayo tenga una marcha de todos nosotros es una conquista gigante”, dice Pablo Araujo, de 48 años.
Miguel Urdinola tiene 67 años y asiste a las marchas desde la primera edición, en 1992, liderada por Carlos Jauregui. “Siempre he venido con plumas, con anillos, con todo. Nosotros no le abrimos el camino a nadie, Jaureguí lo hizo. Él abrió el camino a todo esto. Lucho por todos y fue el mejor activista que hubo en este país”, dice.
Está emocionado porque, además de esta marcha, el próximo viernes será la primera marcha gay que se haga en Rojas, su pueblo natal. Ya alquiló un hotel y piensa ir. Según cuenta, nadie lo conoce allí ni tiene familia a esta altura, pero va a ir y va a marchar.
Valentina tiene 32 años y está en la marcha con su grupo de amigas. “Me siento orgullosa de ser una mujer trans y marcho para pedir que se acaben los transfemicidios y travesticidios”, dice. Junto a ella pasa una pareja de venezolanos que al escucharla le expresan su apoyo. Para ellos, es la primera marcha. Tienen apenas 20 años y dicen que en Venezuela no existe un evento como este.
17:12 h - Avenida de Mayo
Un camión atraviesa la 9 de julio por la Avenida de Mayo. Tiene la caja abierta, de modo que el montón de personas que va en él puede bailar y cantar en contacto con la marea de gente. Suena Let’s Get Loud, de Jennifer López. Varias Drag Queens bailan felices sobre el vehículo. Nadie repara particularmente en una de ellas, vestida de negro con brillantes y el pelo rojísimo. Mientras baila, sube imágenes a su Instagram. Su cuenta: @dyhzy. ¿Su nombre? Estanislao Fernández, hijo del presidente electo Alberto Fernández.
17:30 h - Avenida de Mayo
Kiara Acosta, una chica trans cuya historia contamos en Infobae, llega a la marcha acompañada de su madre y su hermanita. Caminan entre la gente, muchos le piden fotos. Kiara está feliz. Verónica, su madre, la mira encantada. No es un ambientes al que esté acostumbrada, pero le alegra poder acompañarla. “Yo soy más conservadora, pero me gusta ver que ella es feliz. Es lo que está eligiendo: pelear por su felicidad. Y eso me llena de orgullo”, dice.
17.55 h - Avenida de Mayo
Un coche de bomberos pasa cargado de gente y haciendo sonar la sirena. No está yendo a a apagar un incendio sino participando de la marcha. A sus lados, muchos chicis y chicas se toman de las manos para hacer un cordón de seguridad que acompañe su avance. Suena Lali Espósito en los parlantes, la canción Boomerang. La avenida 9 de julio está tomada por cientos de adolescentes que ven pasar el camión y bailan al ritmo de Lali. La avenida más ancha del mundo está convertida en una especie de plaza pública donde solo se baila, se sacan fotos y se dan besos.
Por la Avenida de Mayo la marcha avanza. Un joven lleva en la mano un libro del poeta chileno Pedro Lemebel. Sigue de largo sin entregarse a la charla, poseído por el baile. Antes o después habrá leído el Manifiesto, uno de los textos más famosos de Lemebel: “¿Van a dejarnos bordar de pájaros las banderas de la patria libre?”, se pregunta en sus líneas.
18:07 h
Jey Mammon toma su teléfono y postea una foto junto a Delfina Chaves y Lizardo Ponce. Orgulloso de ser, dice, agrega un corazón y una bandera.
18.57 h - Cine Gaumont
Marta y José tienen más de setenta años. Aunque viven en Flores, están en la zona del Congreso porque José tiene un comercio ahí. “Te imaginarás que vimos todos los tipos de marchas posibles”, dice Marta. Están parados en la vereda delante del cine Gaumont mirando pasar a la multitud.
-¿Qué le parece, José?
-Es mucho mejor que las marchas políticas.
19:24 h
El presidente electo Alberto Fernández toma su teléfono y escribe un tuit. Dice: “En una sociedad que nos educó para la vergüenza, ser libres es la mejor respuesta. Vamos a construir una Argentina con más derechos, en la que reinen el amor y la igualdad. Vamos a construir una Argentina para todos, todas y todes”. Luego, pone el hashtag “#Orgullo”.
Mientras, su hijo Estanislao es parte de la multitud. ¿Tuiteó un presidente electo o tuiteó un padre? Esta respuesta tal vez sí pueda ser binaria.
20:17 h - Plaza Congreso
Sigue la fiesta en la calle. Miles de personas bailan frente al Congreso de la Nación y sobre la avenida Callao, donde varios camiones estacionados terminan su marcha de alegría. En pocos minutos, esa multitud se mezclará con la multitud que sale a la calle para asistir a los distintos programas de La Noche de los Museos. Buenos Aires, este sábado, sucede puertas afuera. Buenos Aires, una ciudad cada vez más orgullosa de ser lo que es.
22:00 h
Este cronista relee el Manifiesto de Pedro Lemebel. Cómo escribir esta crónica sino con una cuota de desparpajo y de libertad, se pregunta. ¿De qué forma podría continuar en el texto lo que comenzó en la marcha? Seguía Lemebel en aquel texto canónico, acaso justificando toda provocación: “Y no se sienta agredido si le hablo de estas cosas y le miro el bulto. No soy hipócrita ¿Acaso las tetas de una mujer no lo hacen bajar la vista?”.
Lo dijo él en 1986 y lo dijo cada una de las personas que marchó desde Plaza de Mayo hacia el Congreso: la marcha es por el futuro. Al fin y al cabo, el orgullo es la mejor manera de pelear por la libertad de los que vienen.
SEGUÍ LEYENDO: