Tiene 86 años y es el único vegano de su pueblo: la historia del ingeniero que ya siendo abuelo decidió dar un giro radical en su vida

Cuando Oreste Salatta cumplió 79 decidió hacerse vegano. Desde entonces su vida cambió. Hoy, entre los cerros de Luyaba, Córdoba, es activista por los derechos de los animales, pasión que complementa con el yoga y la meditación. Cómo vive, piensa y se alimenta uno de los veganos más longevos del país

Guardar
Oreste Salatta tiene 86 años
Oreste Salatta tiene 86 años y es activista por los derechos de los animales. (Facebook)

“Considero el veganismo como el amor y el respeto hacia un semejante no humano”, resume convencido Oreste Salatta, el hombre que cuando tenía 79 años decidió dar un giro radical a su vida. Hoy, con 86, practica yoga, medita y camina por los cerros de Luyaba, Córdoba. Para entretenerse, además, se conecta a las redes sociales desde las que intercambia mensajes con sus contactos y navega por Internet para estar informado de lo que pasa en Argentina y en el mundo.

Día a día prepara su comida con esmero y conciencia sobre cada uno de los ingredientes que consume y que no le gusta mezclar demasiados. Las lentejas y el tofu (proteína vegetal a base de soja) son la comida favorita del ingeniero civil que trabajó más de tres décadas en Obras Sanitarias de la Nación y Aguas Argentinas hasta que aceptó un retiro voluntario.

Al recordar sus días pasados, dice a Infobae: “Mi vida transcurrió entre mi familia, el trabajo, el estudio y la cultura musical”. Y el presente lo encuentra haciendo las cosas de la casa y buscando constantemente información en páginas especializadas en salud, alimentación y derechos de los animales. Y cada vez que puede participa de manifestaciones para pedir por “la liberación animal”.

Oreste Salatta en el patio
Oreste Salatta en el patio de su casa, en Córdoba. Estudios médicos aseguran que la actividad física es indispensable para la salud junto a una buena alimentación. (Hernán Salatta)

La vida del único vegano de su pueblo

Desde hace un tiempo, Oreste, que es viudo, vive en Luyaba, un pueblo entre arroyos y rodeado de paisajes serranos, casi en el límite sur del Valle de Traslasierra. Allí encontró la serenidad que buscaba luego de dejar la Costa Atlántica. “Antes de mudarme a Córdoba viví en la ciudad de Necochea, lugar del que me mudé porque comenzaba a desarrollarse como ciudad, lo que significó el incremento de las ocupaciones y robos”, se lamenta.

Convertido en un amante de la vida tranquila, Salatta dice a Infobae que en los últimos años cambió para él el concepto del trabajo. Y enumera las actividades que ocupan todos sus días: “Me entretengo mirando un poco de televisión, escuchando tangos y navegando en las redes sociales y en Internet, lo que me mantiene al tanto de los cambios en el mundo. También leo algún libro y me relaciono con vecinos del pueblo”.

Esta etapa madura lo encontró lejos del sedentarismo: “Practico la meditación, el yoga, pilates y mi pasatiempo es estar al tanto de los cambios políticos en nuestro país y en el mundo. Ya no tengo trabajo, ni me interesa, puesto que cambié la concepción que tenía sobre el trabajo”. Pero nunca se queda quieto: cada vez que puede se suma a alguna manifestación por los derechos de los animales o participa de asambleas comunales en favor del medioambiente.

Convencido de que las personas deben aprender a convivir con las demás especies sin dañarlas, se remonta a las reflexiones de Donald Watson (1910-2005), el maestro inglés que en la década de 1940 delineó los primeros pasos de lo que poco después se conoció como “veganismo”.

Oreste Salatta. (Facebook)
Oreste Salatta. (Facebook)

—¿Cuándo y por qué decidió ser vegano?

—Decidí ser vegano luego de que mis hijos, también veganos, me acercaron la información sobre las semejanzas entre nosotros, los animales humanos, y los animales no humanos. También evolucioné en cuanto a la alimentación.

—¿Qué es para usted el veganismo?

—Considero el veganismo como el amor y el respeto hacia un semejante no humano.

—Participa activamente en manifestaciones a favor de los derechos de los animales, ¿cómo se siente al hacerlo?

—Estuve en marchas por la liberación animal, en los abrazos en la puerta del zoológico de la ciudad de Buenos Aires, en las marchas por el Día Internacional del Veganismo y en todas las que pude. ¡Me siento satisfecho tratando de luchar por la liberación animal!

En 2012, Oreste Sallata se
En 2012, Oreste Sallata se sumó al primer abrazo simbólico al los animales del zoológico porteño. Cientos de activistas pidieron, de esa manera, el cierre de la "cárcel de animales", asegura. (Facebook)

—¿En qué aspectos siente que el veganismo cambió su vida?

—Mi vida cambió en lo que hace a la sensibilidad y a la manera de relacionarme con los demás animales no humanos. Asimismo, me permitió cambiar desde el respeto y lograr una mirada distinta para con los demás animales.

—Respecto a la alimentación, ¿le resultó complejo el cambio? ¿Hizo una transición gradual?

—Para mí el cambio fue sencillo gracias al asesoramiento de mis hijos y a la cantidad de información responsable que encontré haciendo búsquedas en la web, leyendo páginas especializadas, publicaciones de profesionales de la salud sobre la alimentación basada en plantas.

—¿Ese cambio fue acompañado por consultas médicas?

—¡Sí! Debido a las falencias en la medicina alopática realizo consultas médicas de la mano de una doctora clínica, Gabriela, que se especializa en medicina ayurvédica.

—Desde que es vegano ¿qué cambios nota en su salud y en su calidad de vida en general?

—Respecto a la calidad de vida me siento con mucha más energía física, lo que me ayuda a lograr armonía entre el cuerpo y la mente. También me ayudan, obviamente, la meditación y la práctica del yoga.

—¿En estos años los médicos le recomendaron cambiar el tipo de alimentación?

—¡No! En ningún momento me plantearon un cambio de alimentación ya que todos los parámetros de mis análisis clínicos me dan perfectos. Es más, el último análisis fue en abril de este año y ¡dio todo impecable!

Oreste junto a su hijo
Oreste junto a su hijo Hernán, activista por los derechos de los animales de la ONG La Revolución de la Cuchara. (Hernan Salatta)

—Cuando no era vegano ¿cómo se sentía? ¿Nota alguna diferencia?

—Sí. Antes de ser vegano me sentía un poco más fatigado, tenía dolores musculares, el colesterol alto y el ácido úrico en niveles fuera de lo normal. Hoy, todo lo contrario. Además, tomo un suplemento de vitamina B12.

—Aparte del yoga ¿practica otra actividad física?

—Sí, hago actividad física todos los días. En casa tengo una bicicleta fija que uso todas las mañanas y lo complemento con caminatas en la mañana. Después hago yoga y pilates, y las infaltables caminatas diarias. ¡Bajando y subiendo el cerro del pueblo donde vivo!

—¿Cómo se alimenta?

—Como muchas verduras en ensaladas o al vapor, legumbres, semillas, harinas integrales, cereales, frutas, mermeladas naturales, frutos secos. También consumo muchas hierbas naturales en infusiones.

—¿De qué manera obtiene proteínas?

—Consumo tofu, legumbres y verduras que tienen contenido de proteínas, son proteínas vegetales mucho más sanas y nutritivas. Si comemos muchas podemos tener exceso de proteínas.

Veganismo en adultos mayores

“La alimentación vegana, vegetariana y todas las alimentaciones integrales basadas en plantas -o sea completamente basadas en vegetales- si están bien planificadas por un nutricionista son seguras en todas las etapas de la vida”, afirmó a Infobae el médico cardiólogo y nefrólogo Gabriel Lapman (MN 119066).

En ese sentido, el director de la clínica aconsejó que “es necesario asegurar la ingesta adecuada de todos los nutrientes porque después de los 50 años se absorbe menos vitamina B12 en toda la población, sea vegana u omnívora”.

Además, resalta, hay nutrientes críticos en la adultez como la mencionada B12, que se suplementa siempre, también el hierro, las proteínas en forma adecuada, el calcio, las grasas saludables (como los omegas) y otros menos importantes (como el zinc y el yodo) que también son fundamentales como el magnesio. En el caso de los folatos, un tipo de vitamina B, son consumidos en buena cantidad por los veganos ya que se encuentran en las verduras de hoja verde (rúcula, espinaca, endivia, lechuga, berro, acelga o la col) que son muy ricas en ácido fólico.

"Las proteínas necesarias por día son de un gramo a 1.2 por kilo. O sea que una persona de 70 kilos debe consumir entre 70 y 84 gramos de proteínas diarias. Lo fundamental es tener un control adecuado de la vitamina B12”, aseguró el cardiólogo Gabriel Lapman.

Los folatos además están presentes en las legumbres, las frutas frescas, frutos secos y en los cereales integrales. “Lo fundamental es tener un control adecuado de la vitamina B12”, advierte el médico especialista en hipertensión arterial.

Consultado sobre cómo una persona en su etapa adulta puede mantener los músculos activos, reveló que “hay que hacer actividad física, tener una cantidad adecuada de proteínas en la alimentación que, generalmente, es de 1 a 1.2 gramos por kilo, por día. Mantenerse activo es la vacuna del siglo XXI para las enfermedades crónicas".

“Seguir patrones saludables como no fumar, tener una buena conectividad social, un buen descanso, peso estable y no beber alcohol se asocia con un promedio de 14 años más de vida a la media, en caso de las mujeres, y 12 más en los hombres”, aseguró Lapman.

Respecto a cómo debe estar acompañado un adulto mayor clínicamente, el cardiólogo finalizó: “Los médicos siempre debemos controlar que esa persona mayor tenga los controles hechos. Pedimos los niveles en sangre de osmosisteína y vitamina B12, el hematocrito, los niveles de ferritina (los depósitos de hierro) y además los estudios cardiológicos generales para descartar cualquier tipo de patología”.

Veganismo y salud: la importancia de los nutricionistas

Curry vegano con tofu, champiñones
Curry vegano con tofu, champiñones y verduras.

Vivana Wons (MN 1198), licenciada en nutrición, se refirió a la importancia del seguimiento y acompañamiento de profesionales de la salud cuando se opta por una alimentación vegana.

Todas las personas que opten por la alimentación vegana deben tener asesoramiento profesional porque es difícil que por su propia cuenta cubran con todos los requerimientos que se necesitan. Ser vegano implica también saber cómo utilizar los grupos de estos y las técnicas adecuadas para nuevas preparaciones”.

Consultada sobre qué vitaminas o nutrientes son los más complejos de suplir, Wons aseveró que “las vitamina D y la B12 tienen que ser suplementada, sobre todo en la tercera edad o en el caso de personas que se hacen veganas de grandes”.

¿Si puede o no un adulto mayor ser vegano? Lo más importante es la planificación y el asesoramiento de nutricionistas que estén acostumbrados a elaborar un plan de este tipo. El problema es cuando se hacen veganos de golpe, a cualquier edad, sin pensar en las consecuencias que puede tener para la salud no planificar la nueva alimentación en conjunto con un profesional. No todo se reemplaza por soja”, aseguró.

En ese contexto, contó que los nutrientes “críticos” en edad avanzada son el calcio y la vitamina D y la B12, sobre todo, porque “está mayormente en alimentos de origen animal, pero pueden ser suplementadas”.

“En la población argentina, en distintas edades, hay déficit de vitamina B. El hierro es más fácil cubrirlo con el consumo de ciertas legumbres a diario”, explico.

Otro punto que destaca la licenciada en nutrición es que cuando se tome la decisión de ser vegano, en todas las edades siempre debe ser "por una convicción o por el mejoramiento de la salud, pero de manera responsable, y no por moda porque la moda siempre sale mal”.

“Es necesario que el nutricionista sepa de alimentación proteica vegana, de macro y micronutrientes, de adaptaciones orgánicas y otras cuestiones importantes”, resumió.

Además, diferenció que “si la persona que opta por lo vegano es sana, el chequeo médico y nutricional se hará cada año. En caso contrario, será de acuerdo a lo que le indique su médico y se le hará una adaptación entre su alimentación y esa patología particular”.

En referencia a la masa muscular en la tercera edad dijo que es necesario remarcar que “es un periodo en que el catabolismo es superior al anabolismo, es decir que las pérdidas son mayores a la formación de tejido, por lo que con más razón hay que tener cuidado, sobre todo si la persona no incorpora la cantidad de sustancias que necesita porque puede pasar a un proceso de pérdidas de nutrientes mayor”. Por otro lado, en el caso de los menores “se deben tomar recaudos para que crezcan y se desarrollen bien ya que hay que alimentar su cuerpo y cerebro con lo que necesite”, aseguró.

Finalmente, subrayó la importancia de la actividad física. “Todas las personas necesitan hacer actividad física y en todas las edades porque no hacerlo, a largo plazo, significa sarcopenia (la falta de masa muscular) derivada de la falta de movimiento. Esto degenera en enfermedades crónicas como obesidad, hipertensión, diabetes, etc. Y en los adultos conlleva fragilidad, lo que significa empezar a perder hueso y masa muscular, en momentos en los que terminaría valiéndose de terceros cuando podría hacerlo por sí mismo”.

Seguí leyendo

Guardar