“No conocía el mundo de la física, hasta que un día decidí anotarme en un curso extracurricular del colegio, y quise saber más”, cuenta Jean Paul Louys, recién llegado de la XI Olimpiada Latinoamericana de Astronomía y Astronáutica (OLAA) que se realizó el 26 de octubre en la ciudad de Puebla, México. Allí obtuvo el premio máximo: la medalla de oro.
Todos los años destacados adolescentes de escuelas públicas participan de la exigida competencia internacional. En esta edición concursaron representantes de más de 11 países. La delegación Argentina integrada por Jean Paul Louys (Colegio Nacional Buenos Aires), Juan Recoaro (Instituto Politécnico, Rosario, Santa Fé), Cecilia Ciaffone (ex alumna del Colegio Nacional de Buenos Aires), Nuria Plebani (Instituto Sagrado Corazón, Oliva, Córdoba) logró dos oros y dos bronces.
Los estudiantes fueron seleccionados a partir del excelente desempeño. Jean Paul tiene 17 años y cursa el quinto año del Colegio Nacional Buenos Aires. Para acceder a las olimpiadas debió sortear una rigurosa selección.
Durante la etapa de pruebas, debió resolver teórico-prácticos de manera individual y grupal. Ambos tienen una duración de hasta cinco horas, y se celebran en días diferentes. “No suelo ponerme nervioso, pero fue difícil. Obtuve medalla de oro en el examen individual teórico, y en la instancia práctica logramos el premio grupal. En la parte práctica, hicimos un lanzamiento de cohetería propulsado con agua. Fueron varios días, primero el diseño, después la construcción y finalmente el despegue”, cuenta Jean Paul.
Para llegar a esta instancia internacional, el adolescente, se preparó junto a un grupo de docentes, Araceli Barrera y Luis López. Martín Leiva y Mónica Oddone.
Además, se evaluaron otras aptitudes como el reconocimiento de cielo y manejo de telescopios. “Fue una semana intensa de trabajo en equipo”, agrega el joven.
El jurado internacional, formado por los dos tutores de cada uno de los países participantes, analizaron las pruebas de la competición.
“Desde la primaria sus maestras me dijeron que Jean Paul era especial y el tiempo lo demostró. Es aplicado, centrado, autoexigente, tiene un horizonte claro. Es un líder natural, y sabe ejercerlo. Con objetivos claros lo que se propone lo logra”, cuenta con orgullo su padre Daniel.
El Colegio Nacional Buenos Aires tiene uno de los ingresos más exigente del país. “Todos se preparan en academias para poder pasar el examen, Jean Paul no lo necesitó y quedó segundo entre los miles. Lo mismo pasó con mi hija menor”, dice Daniel.
Pero para Jean Paul no era algo nuevo, este año también sacó plata en la Olimpiada Iberoamericana de Física en El Salvador. De dicho evento participaron 19 países incluso España y Portugal. Obtuvo, además, la mejor prueba experimental por la construcción de un circuito eléctrico con foto resistencia.
El joven para de cosechar logros. Además de viajar por el mundo -Israel, Rusia, Estados Unidos- para competir mantiene excelentes calificaciones en la escuela, es escolta, y premio orgullo UBA.
Ahora aplica para seguir su formación en el exterior en prestigiosas instituciones como Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Universidad Stanford, en California y Universidad de Princeton, en Nueva Jersey.
También le ofrecieron becas completas en Universidad de Di Tella y en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), sin embargo las rechazó ya que no cuentan con las carreras afines con la que él sueña estudiar.
Todavía no tiene en claro su destino académico, la única certeza es un futuro prometedor.
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