Imágenes dantescas se pudieron ver en la ciudad correntina de Curuzú Cuatiá, donde aparecieron muertas más de 5 mil ovejas.
La causa respondió a una decisión de productores rurales de esquilarlas -es decir, quitarles la lana- en un contexto en donde la temperatura rozaba los 40° y que, a raíz de una tormenta, bajó abruptamente unos días después, provocándoles así la muerte.
El secretario de Ganadería y Agricultura provincial, Manuel García Olano, precisó al portal El Litoral de Corrientes que el hecho “ocurrió en establecimientos de medianos y grandes productores”. “Entre el miércoles y viernes procedieron a esquilar los lanares y durante esos días la temperatura era de unos 37 grados. Luego, el domingo, el clima cambió, refrescó y llovió en la zona, y esto provocó la muerte de estos animales que son sensibles a estas modificaciones meteorológicas”, agregó.
Debido al imprevisto, al que calificó de “gravísimo”, Olano indicó que desde su gestión no descartan convocar para la semana próxima a la Comisión Provincial de Emergencia Agropecuaria “para analizar las diferentes herramientas disponibles, tanto de recursos provinciales, como los previstos en la Ley Ovina nacional”. "Ya me comuniqué con el subsecretario de Ganadería de la Nación para avisarle esto”, expresó.
Hasta el momento, al menos 10 productores notificaron la pérdida de sus lanares, en campos de Curuzú Cuatiá, Mercedes y Monte Caseros.
El funcionario explicó que recuperar el stock de ovejas “puede llevar de dos a tres años”, a la vez que puntualizó que “lo que será más complejo tiene que ver con lo vinculado a la calidad genética, algo que demandó inversiones durante 30 o 40 años, con insumos de otras provincias o países como Uruguay”.
En este sentido, manifestó que “ahora los productores están abocados a tomar las medidas para que esto no se agrave, al proteger a los corderos que tienen un mes de vida y que si bien no fueron esquilados, requieren alimentación y deben ser preservados del clima”.
“Evaluaremos las herramientas para que los productores puedan empezar a recomponer lo perdido, que son fundamentalmente líneas de financiamiento para compra de alimento balanceado, fardo, recuperación de stock”, concluyó.
Seguí leyendo: