Liberaron al argentino que había sido detenido en Ecuador por violar el toque de queda

Federico Molina había sido arrestado el 10 de octubre pasado. “Por suerte está muy bien”, aseguró su hermana

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Federico tiene 24 años y
Federico tiene 24 años y está de viaje desde hace ocho meses

El mochilero argentino Federico Molina (24) fue liberado este viernes tras estar más de una semana detenido en Ecuador por violar el toque de queda en medio del conflicto y las protestas callejeras que se desataron en aquel país a raíz de medidas económicas del presidente Lenín Moreno.

Así lo confirmó a Infobae Andrea Molina, la hermana de Federico. “Ya lo liberaron. Por suerte está muy bien. Me mandó un audio donde me dijo que era libre. Después de eso no supe más porque se fue a bañar y a comer, y no tiene conexión”, apuntó.

Hoy Molina tenía pautado una audiencia en la que lo acompañaron autoridades de la Defensoría Pública y del Consulado de Argentina en Ecuador. La Justicia local finalmente decidió otorgarle la libertad.

Federico es de Florencio Varela y se encontraba viajando como mochilero con su novia desde hace ocho meses. Llegaron a Ecuador el martes 8 de octubre, pero dos días más tarde un grupo de policías se lo llevó arrestado de la puerta del hostel de la localidad de Cuenca en el que se hospedaban por violar la Ley 281, es decir, el toque de queda.

El joven fue arrestado dos
El joven fue arrestado dos días después de haber llegado a Ecuador

Según relató la novia de Federico, una joven de nacionalidad alemana, él había salido a comprar algo para la cena y estaba en la calle cerca de las 20:15 cuando los policías ecuatorianos, haciendo cumplir la norma, lo subieron a un móvil, lo encerraron y lo dejaron incomunicado.

La restricción de movilidad, que ya fue levantada, se aplicaba desde las 20 hasta las 5 de la mañana. Es decir, lo arrestaron 15 minutos después de que empezara a regir la medida. Luego fue alojado en una celda del área de infractores del Centro de Rehabilitación Social de Turi.

La novia del joven junto a otra mujer lograron acercarse hasta el lugar donde lo mantenían detenido, pero sólo pudieron verlo de lejos, sin posibilidad de entablar ningún tipo de comunicación. La familia de Federico, por su parte, siguió a la distancia los avances del caso. Este viernes, tras varios días de preocupación, todos respiraron aliviados.

Andrea cree que su hermano se va a quedar en Ecuador, “ya que no pudo ni recorrerlo”. Lo seguro, dice a este medio, es que Federico “piensa seguir viajando”.

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