“Estoy emocionada. Me acabo de dar cuenta cuánto me pesaba esta mochila sobre mi espalda. Aunque continuaba con mi vida, estar esperando novedades de una justicia con tiempos lentos no hacen bien. Agradezco al movimiento de mujeres que me permitió sanar, a otros niveles. Tenemos que construir de otras maneras, pero hoy estamos un poco más cerca de la justicia. Y para aquellos que nos pidieron que esperemos los tiempos de la Justicia esta es una respuesta. Yo soy una afortunada en un sistema en el que las cosas no funcionan así. Son muy pocas ladar causas que son elevadas a juicio con una acusación formal. Más allá de mi caso particular voy a seguir trabajando para que sea el sistema el que se modifique”, contó Thelma Fardin a Infobae, después de recibir la noticia de que se avanzó en la persecución penal por el delito de violación agravada en el Juzgado 10 del Distrito Penal de Audiencia de Managua, en Nicaragua.
La medida judicial –más allá de la pena o de los obstáculos– es una verificación de la credibilidad de su palabra y un respaldo jurídico a un testimonio que es un caso testigo contra la violencia sexual. Thelma Fardin, acompañada por Actrices Argentinas, dio una conferencia de prensa que conmocionó a Argentina, en donde hizo pública la denuncia judicial contra Juan Rafael Pacífico Dabul (el actor conocido como Juan Darthés). Fue el 4 de diciembre del 2018, en Managua, acompañada por feministas nicaragüenses históricas (Damaris Ruiz y María Teresa Blandón Gadea) y por la abogada Wendy Flores, del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), que tuvo que exiliarse en Costa Rica cuando el gobierno le quitó la personería jurídica el 12 de diciembre del 2018. “Celebro muchísimo este paso y ojalá que se haga justicia tal y cual debe hacer”, celebra Ruiz, clave en el enlace en la solidaridad sin fronteras.
El caso de Thelma no podía denunciarse en Argentina porque los hechos sucedieron en Managua. Por lo tanto la posibilidad de tomar la causa por abogadas nicaraguenses es central para que se pueda avanzar contra la impunidad sistemática en situaciones de violencia sexual contra mujeres y adolescentes. Y, en el caso de Darthés, con resonancia en las audiencias. Ya que, aún después de las declaraciones valientes de Calu Rivero, el actor fue convocado a protagonizar la telenovela “Simona”, destinada a niñas y adolescentes, en Canal 13.
Sin la denuncia judicial en Nicaragua -que ahora logra un nuevo estatus jurídico que otorga credibilidad institucional a su testimonio- los medios de producción audiovisual no escuchaban las palabras de las actrices. Y, a su vez, el actor (ahora con pedido de captura) fue querellante y acusador de Calu Rivero y Antita Co por decir en las redes sociales y medios de comunicación que habían vivido situaciones inapropiadas en grabaciones junto al actor.
Una de las frases que repetía el actor era “Mirá cómo me ponés”. Y, por eso, Thelma hizo un video con el lema “Mirá cómo nos ponemos”, en respuesta a la prepotencia sexual sobre las mujeres acorraladas para no hablar o querelladas si decidían hacerlo a pesar del bozal de la prepoteada jurídica y mediática.
El 17 de mayo del 2009 Thelma tenía 16 años y el denunciado 45 (ahora él tiene 55 y ella 26). Thelma llegó a Nicaragua después de una gira con la serie Patito Feo, en la que representaba el papel de Josefina Beltrán (la mejor amiga de Patito), contratada por la productora Ideas del Sur. “Yo le dije que no y él siguió”, describió Thelma sobre lo que vivió en el hotel Holiday Inn, de Managua. “No es no” es una frase que enmarca, sin dudas, que el no de las mujeres es no y que no puede ser avasallado su consentimiento. El avance judicial en esta causa es un punto de inflexión en el respaldo jurídico del “no es no”, más allá de las fronteras de Argentina en el marco de las peleas contra la violencia machista post Ni Una Menos, Me Too y Yo Te Creo, Hermana.
“Thelma Fardin va a ser un ejemplo para todas las mujeres de América Latina”, remarca la abogada nicaragüense Eilyn Margarita Cruz Rojas, que representa a Thelma, desde Managua, en la primera entrevista a un medio, después de constatar que Juan Darthés fue acusado en el Juzgado Décimo Penal de Audiencias de Managua. La acusación es por "violación agravada” y el delito llega a tener una pena máxima de quince años de prisión. Se trata de una “violación agravada” por existir una relación de confianza y de superioridad del acusado.
En Argentina la abogada de Thelma Fardin es Sabrina Cartabia y ella enmarca: “Esta decisión judicial es muy importante porque la denuncia de Thelma generó un cimbronazo en la sociedad argentina y, también, en mi militancia feminista y profesional. Gracias a la valentía de Thelma se generó una revolución y muchas mujeres alzaron su voz y contaron sus experiencias de violencia sexual que son mucho más frecuentes de lo que nos gustaría. Es muy importante que lleguemos a esta instancia después de todas las cosas que se dijeron: que las víctimas mienten, que no existe el ‘no’ y que hay ‘no’ que son ‘sí’. Esas frases son muy relevantes porque operan para que las mujeres no se animen a hablar. En el silencio anida la impunidad. Ahora estamos más cerca del derecho a la verdad. Y no es solo un avance de Thelma, sino para todas las mujeres”.
A pesar de que en diversos programas se minimizaba la denuncia de Thelma Fardin, se relativizaba el “no es no” y se la observaba con lupa en cada foto, gesto y declaración (como una forma de revictimización mediática y social), la decisión fue no contestar a los contenidos prejuiciosos esgrimidos en algunos segmentos de televisión y esperar el avance judicial en Nicaragua. “Nosotras durante el desarrollo de la causa decidimos ser prudentes y respetar los tiempos y las resoluciones judiciales. Se dijeron muchas cosas. Thelma tuvo que sufrir muchos ataques injustificados que buscaron callarla y estigmatizarla para presentarla como una mala víctima. Fuimos prudentes y ahora nos encontramos con esta noticia. Aun diez años después de un ataque sexual las huellas que quedaron en el cuerpo y en la psiquis de Thelma Fardin hicieron que la fiscalía decida avanzar judicialmente”, remarca la referente feminista Cartabia.
La Justicia no actuó sola, sino de forma coordinada entre Nicaragua y Argentina. Un dato muy relevante es que en la causa intervino el Ministerio Público Fiscal de Managua y la Unidad Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM), a cargo de la fiscal Mariela Labozetta, que tomó testimonios a diferentes testigos desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El pedido de intervención fue realizado por la fiscal general Ana Julia Guido y las pruebas relevadas en Argentina –en el marco de una fiscalía con perspectiva de género– fueron relevantes en el impulso de la causa. “Esto no podría haber avanzado sin la colaboración de la UFEM y la intervención de dos ministerios públicos fiscales en dos países diferentes”, destaca Cartabia.
En la UFEM declararon, en Buenos Aires, integrantes del elenco de Patito Feo, Daniel Grinbank, que fue productor de la gira, Calu Rivero (pionera en animarse a decir públicamente las actitudes del actor mientras grababan una novela y en defender que “no es no y eso no me hace caprichosa”) y otras actrices que habían relatado haber vivido situaciones de incomodidad con el mismo actor.
“Es una causa emblemática y es determinante no solo para Thelma, sino para la evolución del sistema de justicia en los delitos sexuales. A partir del testimonio de Thelma, de su valentía y el impacto público, un montón de mujeres pudieron romper el silencio y venir a denunciar hechos que tenían escondidos en sus corazones durante años lastimándolas. Y que esto haya derivado en una orden de acusación es una decisión fuerte. Es un mensaje de no impunidad y de invitación del sistema de justicia a romper el silencio y poder acudir a la Justicia. Es una causa bisagra”, destaca la fiscal Mariela Labozetta.
Cruz Rojas es la abogada de Thelma en Nicaragua. Ella tiene una maestría en Derecho Penal. Pero el valor fundamental en su experiencia es que fue fiscal durante trece años –ocho en Jinotega (al norte del país) y durante cuatro años en la Unidad Especializada en Delitos contra la Violencia de Género, de 2013 a 2017–. El 25 de diciembre del 2017, mientras estaba en plena Navidad en El Salvador, aceptó ser la abogada de Thelma Fardin en Nicaragua. Ella ya pudo constatar que el denunciado está formalmente acusado por el delito de violación agravada. El paso siguiente es la intervención en el juzgado.
Su experiencia como fiscal especializada en delitos de violencia sexual le permite contextualizar la profundidad del avance judicial. ¿Qué elementos se tuvieron en cuenta? “Por lógica el testimonio de la víctima, la pericia psicológica, la pericia médica y las pericias testimoniales que se enviaron desde Argentina. Si se presenta una acusación es que hay pruebas suficientes que dan indicadores de que cometió un delito y que con esa prueba se logra construir esa acusación”, explica Cruz Rojas.
¿Qué va a pasar con Juan Darthés? “Hay dos vías: o se presenta voluntariamente en Managua o se va a quedar eternamente en Brasil porque no tiene convenio de extradición para sus ciudadanos”, detalla Cruz Rojas. En Brasil no hay convenio de extradición por principio constitucional y Darthés tiene pasaporte brasileño, aunque en la causa está domiciliado en Nordelta. Por lo tanto, no hay forma –salvo que vaya voluntariamente a prestarse a ser juzgado en Nicaragua– de que sea obligado a ir a Managua mientras permanezca en Brasil. En ese sentido, el juicio puede no avanzar por obstáculos o impedimentos relacionados con la falta de voluntad del denunciado o límites en la jurisdicción, pero la decisión conocida hoy en Managua implica un respaldo legal a la denuncia de Thelma Fardin que ya es irrefutable.
¿Qué pasaría si el actor viniera a Argentina? Por supuesto que no puede anticiparse, pero en Brasil está resguardado de no poder ser extraditado a Managua. Y Argentina tiene convenios de cooperación internacional, por lo que es más factible que sea extraditado a Nicaragua si vuelve a Argentina que si se queda en Brasil. Por lo tanto, hay que esperar a ver los pasos del actor. Una decisión factible es que no quiera enfrentar a la Justicia ni arriesgarse a volver a Argentina. En ese caso, aunque el juicio pueda no avanzar (no se puede juzgar en ausencia) el pedido de elevación constituye una decisión jurídica de absoluta relevancia en el respaldo de la denuncia de Thelma Fardin.
“Una víctima que ha roto el silencio después de años debe tener credibilidad siempre y cuando se logren recuperar los elementos de prueba. Hay víctimas que no logran recuperar la prueba”, contextualiza Cruz Rojas. “¿Cómo pueden decirnos ‘andá a la Justicia’ como si fuera lo mismo que ir a la verdulería? ¿Saben todo lo que tenemos que atravesar, aun cuando tenemos la posibilidad de hacerlo, porque nuestra denuncia no prescribió? Aproximadamente el 97 por ciento de las denuncias de mujeres por violación no prosperan”, escribió Thelma Fardín en el libro El arte de no callar. Autobiografía entre el silencio y la impunidad, de Editorial Planeta.
El camino contra la naturalización de la violencia sexual es largo, plagado de obstáculos y de revanchas contra las denunciantes. Pero no es no. Y eso ya no se puede negar.
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