En el mundo del espionaje es difícil acceder a la verdad sobre la vida de cada uno de sus personajes. Por delante y por detrás de cada uno de los agentes se van tendiendo imperceptibles velos que esconden la realidad. Por de pronto, los antecedentes que trascienden se denominan “leyendas”. Historias inventadas. La de Haydee Tamara Bunke Bider (1937-1967), la argentina-alemana que se hizo llamar Tania, es una de ellas. Para el aparato de propaganda castrista era “la guerrillera” aunque sólo pasó unos meses en la selva junto a Ernesto Che Guevara y no disparó un solo tiro.
La verdadera Tamara fue una agente del Servicio de Inteligencia de la Alemania Oriental, bajo el conocimiento soviético, seleccionada por su belleza como acompañante de importantes personajes extranjeros e intérprete de los mismos. Al decir de los propios seguidores del Che, había “julietas” que atendían a “los romeos”. Conoció a Guevara en diciembre de 1960 en momentos de visitar la Feria de Leipzig.
Invitada por el gobierno cubano, viajó a La Habana el 12 de mayo de 1961 para colaborar en distintas “actividades revolucionarias”. Estrada cuenta que en 1962, luego de la Crisis de los Misiles, con la participación de Fidel Castro, Ernesto Guevara y Manuel Piñeiro Losada, tomó forma la “Operación Fantasma”, durante las reuniones que se realizaban en el Ministerio de Industria, la residencia de Piñeiro o la del Che, en la calle 47, Nº 772, entre Conill y Tulipán, en el reparto Nuevo Vedado.
Esta operación consistía en brindar “ayudas” políticas y militares de la revolución cubana a las organizaciones guerrilleras de Argentina, Colombia, Uruguay y Venezuela, en esos momentos países con gobiernos constitucionales. De la operación Fantasma se desprendían, a su vez, las operaciones “Matraca” y “Penélope” o “Sombra”. La “Operación Penélope” pretendía tomar el poder en la Argentina gobernada por los presidentes José María Guido y luego Arturo Illia. La “Operación Matraca” consistía en introducir –vía Bolivia– a guerrilleros peruanos del Ejército de Liberación Nacional, cuyos jefes eran Héctor Bejar y Javier Heraud (Perú estaba gobernado por el presidente constitucional Fernando Belaúnde Terry).
Las actividades “internacionalistas” –revela Ulises Estrada Lescaille, un oficial de Operaciones Especiales (MOE) de la Inteligencia cubana- eran responsabilidad de ese grupo y del Viceministerio Técnico (VMT), a cargo de Barbarroja (su nombre cierto era Dámaso José Lescaille Tabares), y cuyo jefe máximo era Ramiro Valdés Menéndez, ministro del Interior.
Las operaciones militares directas, a su vez, necesitaban apoyatura en el terreno de los agentes clandestinos de Inteligencia (“los enemigos sin rostro”). Fue así como el MOE comenzó a analizar la posibilidad de integrar a Haydée Tamara Bunke Bíder. No fue la única argentina examinada por la contrainteligencia del MININT pero una vez aprobada la candidatura, Estrada (luego vicejefe del Departamento América del PCC) y José Gómez Abad (a) Diosdado o Pepe (que dirigía los grupos guerrilleros en América del Sur) le comunican a Tania, el 12 de febrero de 1964, que debía comenzar su instrucción –con el nombre de Tamara Lorenzo– en Cienfuegos, provincia de Las Villas.
Bajo las miradas y órdenes de varios oficiales cubanos (entre otros, Juan Carretero Ibáñez, alias Ariel), se especializaría en radiotelegrafía, transmisión, claves, medidas de seguridad, manejo de armas, “embutes” (escondrijos), fotografía, etc. Aprobados todos los exámenes, Tania ya era una agente clandestina y, como tal, partió a Praga con un pasaporte que la identificaba como Haydée Bidel González, donde fue recibida por López Hibrahim Vila y llevada a una casa clandestina en Venkov, en las afueras de la ciudad, en la que viviría Ernesto Guevara en 1966. Viajó a la RDA e Italia con el fin de obtener “vivencias personales” útiles para la historia falsa (“leyenda”) que debía interpretar en Bolivia. A principios de mayo, regresó a Praga. A partir de esos días, nacería la nueva personalidad (camuflaje) de Tamara: Laura Gutiérrez Bauer.
La “Tania” que llega a Praga, en realidad, se llamaba Haydée Tamara Bunke Bíder (“Ita” para sus padres), de nacionalidad argentina, nacida en Buenos Aires el 19 de noviembre de 1937, y venía de recorrer un corto pero intenso camino. Hija de alemanes refugiados del nazismo, desde joven, siguiendo el ejemplo de sus padres, participó en actividades del Partido Comunista de la Argentina. En 1952 sus progenitores decidieron retornar a la Alemania comunista. Tania ingresó en la Juventud Libre de Alemania y comenzó a ascender en los escalafones del Partido Comunista de la República Democrática Alemana, cuyo secretario general era Walter Ulbricht. En 1958 viajó al extranjero, a Praga (no consta en los archivos) y Moscú.
En la publicación Tania la guerrillera, Estrada dice que la espía salió de La Habana hacia Praga, el 9 de abril de 1964. Su libro tiene el valor de ser un testimonio porque él la instruyó en el arte del espionaje y el terrorismo. Además, el autor afirma que ambos se sentían atraídos, estaban enamorados y pensaban formar pareja al finalizar la misión. Sobre esto último, sin embargo, Markus Wolf, jefe de la Stasi –la inteligencia de la Alemania comunista–, apunta: “Tamara Bunke […] se enamoró del Che y lo acompañó en su última rebelión. Esta combinación de romance y revolución la convirtió en un ídolo popular entre los adolescentes alemanes orientales”.
Tras su salida de Cuba hacia Europa, los rastros de Tamara se diluyen. Hasta que se logra ingresar en el archivo de la inteligencia checoslovaca y ahí aparece registrado el curso de espionaje que recibió.
El lunes 11 de mayo de 1964, Piñeiro Losada, le envió un memorándum a la inteligencia checoslovaca cuyo punto 2º estaba subtitulado “Caso Tania”. Acompañando el memorándum –que inaugura el “Expediente Tania” en los archivos del Ministerio del Interior checoslovaco, “Barbarroja” agregó un pasaporte en blanco “con la foto de un hombre que queremos usar en una mujer”. En otras palabras, la “leyenda” (la historia inventada) de Tania se estaba poniendo en movimiento.
Para esa época ya se encontraba funcionando entre los servicios checoslovacos y cubanos la “Operación Manuel”. Entre otras tareas, la Inteligencia checoslovaca se especializaba en fraguar documentos de identidad para adjudicárselos a los agentes “revolucionarios” que debían cumplir una “misión internacionalista”, por ejemplo, en América Latina.
Además del pedido de pasaporte para “Tania”, Piñeiro Losada solicitó un cambio en la documentación boliviana para Ricardo Morales Rodríguez, que se encontraba cumpliendo un trabajo en La Paz y “fue casi detectado, ya que se comentaba que era cubano, llegando la policía a anotar el número de su documento en una ocasión, cosa no usual en el país. Esto nos obliga a hacer un cambio de documentación, teniendo en cuenta que debe mantenerse el nombre y apellido similares”.
En realidad, Ricardo era José María Martínez Tamayo, un agente castrista que se encontraba, entre 1963 y 1964, realizando actividades subversivas en Bolivia para los grupos revolucionarios del Perú y la Argentina. Había tenido participación en la “Operación Penélope” o “Sombra” (la infiltración cubana en Orán, Salta, comandada por Ricardo Massetti). “Ricardo”, también conocido como “Papi”, acompañaría a Guevara a sus excursiones armadas en el Congo y en Bolivia (de la que salió con vida).
Los archivos de “alta confidencialidad” sobre “Tania”, que se conservaron en el Centro de Praga (algunos ejemplares están, también, “clasificados” en el archivo del Partido Comunista Cubano), son una muestra de la capacidad técnica que desarrollaban los agentes del Ministerio del Interior en esos años de la “Operación Manuel”.
El primer informe, del viernes 19 de junio de 1964, (1a. Sección de la Administración Primera del MI, Nº A/1-00 168/14-64) manifiesta que “después de una discusión previa con el jefe de la sección, solicitamos una modificación del pasaporte italiano a los amigos cubanos”. Hasta ese momento, cuenta Ulises Estrada, la “leyenda” sostenía que “Tania” se establecería en Bolivia “con la personalidad de la ciudadana italogermana Vittoria Pancini”. Los técnicos checoslovacos presentaron varias objeciones al pasaporte y solicitaron, “para completar la leyenda de Tania, una fotografía de un hombre de 30 años, de nacionalidad alemana, que representaría al novio fallecido de Tania”. En el mismo memorándum se dice: “Para la capacitación de ‘Tania’ llegará a la República Socialista de Checoslovaquia el agente secreto cubano encargado por el comandante Piñeiro para conducir el caso”. Se trataba de Diosdado José Gómez Abad, que se hace pasar por Ricardo Benítez.
Tras otros documentos la 1a Sección, 4º Departamento, aclara que luego de una reunión con Ricardo Benítez, “se produjo un hecho molesto para nosotros, ya que dicho agente presentó requerimientos adicionales que significan en realidad la preparación de una documentación completa para Tania”. Se decidió entonces consultar a Piñeiro para que tomara una decisión. Mientras se establecían las consultas entre Praga y La Habana, Tania y su superior Diosdado vivían en la “casa de seguridad” en Venkov. Aprovechaban para hacer ejercicios físicos en el patio-jardín de ésta, largas caminatas o sesiones de fotografía.
El viernes 3 de julio, la 1a Sección, 4º Departamento dejó esta constancia: “Con respecto a la Operación Tania solicitamos que el agente residente aclare con IMON (Piñero Losada) qué pasaporte hay que retocar. El requerimiento original se refería al pasaporte italiano, no obstante, Benítez recibió instrucciones de que se adaptara el pasaporte argentino. Comunicamos que nuestros técnicos recomiendan utilizar el pasaporte argentino. Benítez asimismo solicita la aprobación del viaje de TANIA a Berlín, a los efectos de fortalecer su ‘leyenda’, mientras se prepare su pasaporte”. El mismo texto manifiesta la modesta preparación de Benítez (Diosdado, en aquel momento tenía 23 años) y un cierto grado de improvisación en los agentes cubanos.
El jueves 30 de julio, durante una breve reunión de Benítez con oficiales del MI checoslovaco, se discutieron algunos detalles de un viaje de Tania a Alemania y se acordó que al día siguiente se realizaría otro encuentro para la entrega de los documentos. En el acta, los checoslovacos volvieron a dejar constancia de la escasa atención por los detalles del DGI cubano.
La foja N° 80723 300 1 1 0085 del archivo del “Caso Tania” da cuenta del regreso de la agente castrista de su viaje a Alemania Occidental. El informe, acompañado por una rendición de gastos por 592 coronas, relata que “Tania” volvió sin dinero y se le prestaron 800 coronas. La teniente primera Pavlíková cuenta que Tania se sorprendió porque Benítez se encontraba cumpliendo una misión secreta en Francia y que “estaba nerviosa”. Por otra parte, “se sintió mal por su difícil relación con la camarada Golasová”, la responsable de la “casa de seguridad” donde vivía.
Una minuta, fechada el 3 de noviembre de 1964, precisa que el domingo 25 de octubre “TANIA viajó en tren desde Checoslovaquia a Austria, donde recibió el documento para continuar su viaje. La reunión estuvo a cargo del camarada teniente coronel Podlipný y se efectuó sin inconvenientes. De esta forma, la operación TANIA fue concluida”.
El acta final sobre la “Operación Tania” está en la 10a Sección de la Administración Primera del MI; una copia le fue entregada el 23.10.1964 al camarada Benítez, encargado de la capacitación de Tania, en colaboración con la 10a Sección.
El expediente Nº 80723/300 “Operación Tania” se archivó definitivamente el 17 de marzo de 1971, explicando: “Dicho expediente fue abierto en 1964 para la técnica del Servicio de Inteligencia cubano, en cuyo envío al extranjero y la adaptación de sus documentos tomamos parte. En vista de que a TANIA, durante su actividad guerrillera y su actuación en Bolivia, la mataron a fines del año 1967, pido que se archive el expediente 80723/300 en el archivo de la Administración Primera del MI durante 5 años bajo el símbolo ‘N’”. El texto fue firmado por el mayor DYK. Sin embargo en el archivo de la Inteligencia checoslovaca (Primera Sección de la Administración del Ministerio del Interior), en abril de 1966, volvió a moverse el “Caso Tania” u “Operación Tania”. Aquí está la prueba.
Bajo el N° 80723 300 1 1 0114 está guardado un informe dirigido a la autoridad Superior, firmado por el Teniente coronel Truhlář, jefe de la 10°sección, explicando: “Conforme a su requerimiento, N° de referencia A/1-00308/19-66 del día19/4/1966, aprobado por el Jefe de la Administración Primera del MI, preparamos dentro del marco de la Operación TANIA, un pasaporte argentino N° 2.067.141. El pasaporte está emitido en Buenos Aires el 20/4/1964 como el segundo falsificado. El primer pasaporte falsificado fue entregado para la misma operación el año 1964 a nombre de LAURA GUTIÉREZ BAUER, fecha de nacimiento 15/1/1938. Dicho documento fue entregado en forma personal en abril a los amigos cubanos”. Siguiendo instrucciones del agente “Mercy”, a principios de abril de 1966, “Tania” viajó a México “a fin de establecer un contacto personal con un compañero cubano…cuya misión era entregarle un nuevo pasaporte argentino para terminar con sus gestiones de radicación definitiva en Bolivia.” La historia la completa la cuenta Jon Lee Anderson cuando relata que en México Tania se reunió con “Ariel”, Juan Carretero. En la ocasión, recibió el pasaporte y recibió instrucciones para apoyar al grupo guerrillero que había de llegar a Bolivia. Al retornar a La Paz va a tomar contacto con Martínez Tamayo y el coronel Andrés López Barahona, alias “Renán Montero Corrales” o “Iván”, miembro del Departamento América (subordinado de Piñeiro) cuya misión sería servir de enlace entre la guerrilla y los grupos urbanos. A poco de llegar Guevara a Bolivia “Renán-Iván”, volvió a La Habana y apareció en París como Agregado de las FAR, dejando a la guerrilla sin contacto con la ciudad y La Habana. En los años 70, desde Costa Rica, “Renán” va a coordinar la guerrilla del Frente Sandinista de Liberación. Luego, en 1979 se hace nicaragüense y junto a los comandantes Tomás Borge y Lenín Cerna reestructuran la Dirección Quinta (Operativa) de la Inteligencia nicaragüense. Por sus funciones tuvo relación con el grupo argentino entrenado en Nicaragua que atacó el Regimiento de La Tablada en enero de 1989.
Como anticipando el final de la incursión de Ernesto Guevara en Bolivia, el 31 de agosto de 1967, será exterminada la retaguardia del Che, denunciada por el campesino Honorato Rojas, Fue cuando la columna de “Joaquín”, el comandante Juan Vitalio Acuña Núñez, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, es emboscada en el paraje Vado del Yeso. Junto con él caen Moisés Guevara (boliviano), Tania (Haydeé Tamara Bunke Bider, argentino-alemana), Israel Reyes Sayas (Braulio, combatiente en el Congo y veterano del Segundo Frente del Escambray), Gustavo Machín Hosed de Meché (“Alejandro”, ex vice Ministro de Hacienda y ex jefe militar en Matanzas y varios más.
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