A pesar de que los vuelos del aeropuerto internacional de Ezeiza y los del Aeroparque Jorge Newbery comenzaban lentamente a normalizarse esta tarde con la mejora en las condiciones climáticas, a raíz de de la nueva alerta por tormentas fuertes, en Aeroparque hay 7 vuelos demorados, mientras que en Ezeiza son 12 los vuelos con complicaciones.
Durante la mañana del sábado se registraron decenas de vuelos cancelados y más de 100 servicios con importantes demoras, situación que por la tarde mejoró lentamente, lo que permitió la actividad en pista y por ende el abastecimiento de los aviones, el movimiento de rampa y los traslados de equipajes.
A partir de las 14, pese a que siguió lloviendo -ya sin actividad eléctrica- los aviones que estaban colapsando las plataformas en ambas estaciones aéreas empezaron a despegar, habilitando de esta manera el arribo de aquellos servicios que debieron ser desviados a aeropuertos de alternativa.
A raíz de la fuerte tormenta que se abatió sobre Buenos Aires desde esta madrugada, unos 170 vuelos resultaron afectados entre Aeroparque y Ezeiza donde al mediodía fueron suspendidos los aterrizajes debido a la saturación de las plataformas, que obligó, además, al desvío de vuelos a Montevideo, Rosario y Córdoba.
A su vez, en Aeroparque un rayo impactó en el sistema de aproximación para aterrizajes, por lo que se generaron también problemas para el arribo de aeronaves, ya que no podían aterrizar si no lo hacían con la modalidad “visual” que significa que los pilotos puedan ver la pista estando a una altura de no menos de 2000 pies.
El total de más de 170 vuelos afectados incluyó cancelaciones, reprogramaciones y demoras en las estaciones aéreas. Decenas de pasajeros permanecieron varias horas dentro de los aviones ya aterrizados y se vieron largas colas para retirar los equipajes, indicaron fuentes aeroportuarias.
Las condiciones meteorológicas seguirán inestables durante el resto de la jornada, pero con mejoras paulatinas de las condiciones, en tanto que para mañana se anticipa mejor tiempo, lo que permitiría la normalizarión total de los servicios aéreos.
Las condiciones meteorológicas seguirán inestables durante el resto de la jornada, con mejoras temporarias que permitirán una “ventana” para poder operar, pero el alerta por tormentas se mantiene al menos hasta la noche, por lo que las demoras continuarán durante el resto del día.
Durante la mañana, en la ciudad de Buenos Aires rigió por algunas horas un alerta amarillo, que implica un mayor nivel precautorio por las lluvias, que cesó cerca de las 13, con excepción del barrio porteño de Villa Soldati. Allí, personal de Policía y Bomberos tuvo que trasladar un bote y camiones a las calles Pergamino, Tabaré y las laterales, por anegamientos, informaron fuentes de la Subsecretaría de Emergencias porteña. No se reportaron heridos ni daños graves por las fuertes precipitaciones.
Cerca del mediodía, se precisó que la acumulación de agua era de entre 8 a 16 milímetros en la Ciudad, según las zonas. Sin embargo, hubo algunos puntos más altos como en la localidad bonaerense de Ezeiza que registró 25 mm de agua caída.
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