A dos semanas del fallo que impuso la restricción en las operaciones nocturnas en el Aeropuerto de El Palomar, se verificó una disminución de más de 300 vuelos y se estima que para fin de mes la cantidad de pasajeros afectados estará alrededor de los 39 mil. La información se desprende de un informe de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).
El fallo en cuestión fue dictado por la jueza a cargo del Juzgado Federal en lo Civil, Comercial y Contencioso Administrativo N° 2 de San Martín, Martina Forns, quien hizo lugar a un amparo presentado por el abogado Lucas Marisi, y estableció que entre las 22 y las 7 horas del día siguiente no se pueden realizar ni despegues ni aterrizajes en Palomar.
Las empresas que operan en la terminal aérea - las low cost JetSmart y Flybondi- apelaron la medida de primera instancia ante la Cámara Federal del distrito bonaerense.
No obstante, mientras la medida rige, debieron generar cambios en sus programaciones, alternando frecuencias y horarios, y cancelando rutas que unen ciudades del interior. Jetsmart decidió cancelar en forma temporal cuatro rutas, debido a que sus aviones no alcanzarán a ir y volver a tiempo por las restricciones. Ellas son: Córdoba-Tucumán-Córdoba; Córdoba-Neuquén-Córdoba; Mendoza-Neuquén-Mendoza; y Mendoza-Tucumán-Mendoza. Flybondi, por su parte, debió suspender por completo la ruta Mendoza-Iguazú.
Tomás Insausti, director de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), precisó que la medida impacta en el 20% de los vuelos de las dos empresas que operan en El Palomar. En tanto, desde el Ministerio de Transporte estiman que un millón de viajeros se verán afectados por estos cambios desde ahora y hasta marzo de 2020, que ya tienen sus pasajes comprados.
En otro pasaje de su informe, la ANAC insistió en que en los informes de estudio sonoro presentados a la justicia antes de la implementación de la medida confirmaron que los niveles de contaminación acústica producidos por la actividad del aeropuerto -motivo central para la medida- se encuentran dentro de los límites legalmente permitidos.
Este documento se sumó a los 15 estudios mensuales con mediciones tomadas durante las 24 horas que se presentaron desde mayo de 2018, y concluye que el 100% de los ruidos generados por la actividad aérea en ninguno de los casos superaron los límites planteados como aptos según la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que establece en 55 decibeles el límite para el horario nocturno.
Sin embargo, con respecto al último estudio la jueza indicó que en el estudio no intervino el organismo correspondiente para dotarlo de legitimidad (ORSNA) y que el plazo de medición -de 9 días- no fue lo suficientemente largo.
Además expresó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda reducir el límite de decibeles permitidos de 55 a 40, por lo que la contaminación sonora debería ser aún más restrictiva que la actual, y solicitó la intervención en la causa del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), dedicado a entender en materias ambientales en la provincia de Buenos Aires.
El organismo de aviación civil argentina reiteró que la restricción “pone en peligro los planes de inversión y expansión de las dos empresas que ofrecen más opciones para volar y que generaron además nuevos empleos directos e indirectos en el sector aeronáutico y del turismo, ya que ambas aerolíneas emplean a más de 800 personas y la actividad del aeropuerto genera aproximadamente 800 puestos de trabajo directos locales”.
Se espera que un grupo de vecinos autoconvocados vuelva a manifestarse a favor de la continuidad de los vuelos nocturnos y en contra de lo dispuesto y resuelto por la jueza Forns el sábado a las 11 de la mañana.
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