El domingo a las siete de la tarde, Andrea Quinteros acudió a la calle 62 esquina 163 de los Hornos, en La Plata. Una mujer la había contactado a través de las redes sociales por una perra que lloraba desde la madrugada oculta entre dos árboles. La habían torturado: estaba despellejada y evidenciaba signos de tortura. Un hombre la había arrojado allí a las seis de la mañana. Hoy pelea por su vida. “Evoluciona bien, pero ésto es el día a día”, informó Analía Sciocia, la veterinaria que atiende al animal.
“Me contactaron y fui. Era una zona bastante complicada, como muchas de acá de La Plata -relató Andrea-. Me esperaba la mamá de la chica que me contactó y me comentó que la perrita estaba ahí desde la seis de la mañana y que un hombre la había arrojado. Cuando la levanté, la perra estaba despellejada. Llamé enseguida con la veterinaria. La atendieron, la internaron. Había parte de la piel necrosada. La perrita sufrió mucho. Se está recuperando pero todavía está grave”.
Actualmente se encuentra internada en una veterinaria en la intersección de las calles 57 y 28, desde donde informaron que deberá someterse a una larga recuperación con muchos gastos de internación. Entre la profesional y la rescatista, la bautizaron Angelita: “Le pusimos así porque los animales son ángeles, aprenden el amor más rápido que los humanos, el amor más puro e incondicional. Porque a pesar del maltrato que sufrió, volvió a confiar en los humanos”.
La mujer que rescató a la cachorra de no más dos meses se dedica hace muchos años a ayudar animales abandonados. “Es una perrita más dentro del estado de abandono por la falta de conciencia y de castraciones. Estaba desnutrida y muy descuidada, tenía la piel abierta, piojos, garrapatas, pulgas. Desgraciadamente cayó en manos terribles pero gracias a Dios se pudo revertir esa situación”, explicó.
La activista animal no realizó la denuncia porque se desconoce el autor de las lesiones. Su expectativa, igual, era baja: ya realizó muchas denuncias por maltrato animal que quedaron impunes. Dijo que estas situaciones encuentra todos los días, tanto en perros como en caballos, lamenta que no haya involucramiento de parte de la comunidad y lucha por estimular la generación de políticas públicas que legislen sobre este tipo de violencia: “No hay dónde acudir, dónde llamar. Hay una única fiscalía que debe estar tapada de casos”.
Mientras tanto, Angelita evoluciona favorablemente de sus graves heridas. Una publicación en redes sociales informó el hecho: “Esto no es solo un caso de maltrato animal, esto es causa de una persona totalmente enferma. ¡Difundilo! Se tiene que saber, por ella y por todos estos seres indefensos que son maltratados día a día”. Andrea, su rescatista, ya recibió varios pedidos de adopción.
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