La campera verde y las charreteras con el sol en su centro no dejan lugar a dudas: estamos en presencia de una Coronel Mayor del Ejército Argentino. El ambo blanco debajo del ropaje militar también indica, a las claras, que nuestra interlocutora es una profesional de la medicina. Se trata de Alicia Filomia, la médica que quedará en la historia de la sanidad militar como la primera directora en los 140 años del Hospital Militar Central Dr. “Cosme Argerich”.
Alicia Filomia es hija de un suboficial veterano de guerra. Como rápidamente aclara, su padre prestó servicios en otro ejército, más precisamente en el ejército italiano y, durante varios años, estuvo en el frente de batalla en medio de la Segunda Guerra Mundial. Ante la pregunta de cómo fue que decidió combinar su rol de médica con la actividad militar, responde. “Creo que en mi sangre hay algo de esa vida militar que tuvo mi padre. Además de eso luego tuve la oportunidad de conocer al Hospital Militar Central (HMC) por intermedio de algunos amigos que estaban internados aquí y descubrí la excelencia de los distintos servicios que cubre este centro de salud. A partir de allí, lo elegí para hacer aquí mi residencia en la especialidad de Clínica Médica”.
Para cumplir su cometido, Alicia Filomia debió ingresar a la por entonces existente “Escuela del Cuerpo Profesional Femenino” del Ejército. En la actualidad los oficiales de ambos sexos y de todas las especialidades cursan sus estudios en el Colegio Militar de la Nación. “Estuvimos casi un año con preparación militar y, al terminar esa etapa, vine al HMC a iniciar mi residencia médica” detalla.
Infobae consultó a la profesional sobre cuáles son las razones por las cuales una médica o médico recientemente egresado de la universidad debería considerar desarrollar su profesión en el ámbito militar. Sin dudarlo, Filomia respondió. “El médico que ingresa aquí tiene doble formación, la profesional y la militar. Además, nuestros servicios, por lo general, sirven como cátedras universitarias, lo que pone al alcance de los colegas una posibilidad de constante perfeccionamiento que redunda en un beneficio para nuestro principal objetivo: el paciente”.
— Como pionera en el ejército, ¿cómo calificaría la adaptación del Ejército Argentino al rol cada vez más protagónico de la mujer?, preguntó Infobae.
— La mujer fue insertada con absoluta normalidad, fue aceptada sin inconvenientes. Si bien en las armas de caballería e infantería se incorporaron un poco más adelante que en el resto hoy, tanto aquellas que somos profesionales universitarias como las que cursaron la carrera militar en alguno de los institutos de formación del Ejército, desarrollan su labor a la par que sus camaradas varones.
140 Años del Hospital Militar
Ansiosa por hablar de su hospital, la doctora Filomia abandona su autobiografía para entrar de lleno en lo que le apasiona: el manejo integral de la unidad asistencial de mayor complejidad de todo el entramado sanitario militar del país. Mientras ella detenta el cargo de Directora General, el hospital tiene además dos directores subordinados, uno estrictamente médico y otro de perfil operativo que atiende el día a día del funcionamiento edilicio y administrativo.
“Este es el hospital de mayor complejidad del ejército y recibe a diario derivaciones de los otros nueve hospitales de la institución. Contamos con todas las especialidades y el establecimiento está dotado de aparatología de última generación”, detalla. Respecto a la calidad de los profesionales que integran el plantel médico, indica: “Nuestros profesionales y técnicos son de primer nivel. Al hospital ingresan por día unas 7.000 personas. Si bien no todos son pacientes, tenemos un alto grado de exigencia diaria”.
Filomia tiene los datos bien frescos ya que la entrevista se desarrolla a pocas horas de haberse convertido en la anfitriona de la celebración central por el 140° aniversario de la creación del hospital. “Hace un año inauguramos las nuevas instalaciones de la guardia del hospital, con capacidad para diez camas con monitoreo a distancia de los parámetros vitales de los distintos pacientes, además contamos con seis consultorios para la atención de los pacientes que ingresan por guardia. En lo que va del año hemos atendido en la guardia a más de 35.000 pacientes, casi 99.000 recibieron asistencia en consultorios externos y más de 7.000 fueron internados para la atención de patologías diversas”.
La experimentada médica clínica también recuerda que, desde hace unos años, no solo brindan atención al personal militar y civil del Ejército Argentino. Es que, a partir de la creación del IOSFA (Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad), son muchos los miembros de otras fuerzas que eligen al HMC como centro de atención para ellos y su grupo familiar. Es importante destacar que, a partir de diversas estrecheces presupuestarias que han sufrido los establecimientos hospitalarios militares, se han creado fundaciones afines a las fuerzas, que han posibilitado la celebración de convenios con obras sociales civiles para la atención de pacientes que no provienen de los cuadros militares.
El HMC nació el 29 de Setiembre de 1879 y su creación fue dispuesta por ley del Congreso de la Nación. Tuvo varias locaciones hasta recalar, hace unos 80 años, en su actual ubicación de la calle Luis María Campos. Lleva el nombre de “Dr. Cosme Argerich” en honor al primer organizador de la sanidad militar e introductor de la primera vacuna antivariólica en épocas de la colonia. Fue un férreo colaborador de los Generales San Martín y Belgrano durante la gesta libertadora. En 2018 fue declarado monumento histórico nacional. Además, fue designado como centro primario de atención ante eventualidades durante la cumbre del G20.
Acto central
Con motivo del 140° aniversario, el martes por la tarde se llevó a cabo una formación en la plaza de armas del hospital, a la que asistieron el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las FFAA, Teniente General VGM Bari del Valle Sosa, y el Jefe del Ejército Argentino, Teniente General Claudio Pasqualini. Estuvieron acompañados por altos mandos de las FFAA, exdirectores y médicos de la unidad asistencial e invitados especiales.
Durante la misma, se entregaron diversos reconocimiento a personal en actividad y retiro y se escuchó de boca de la Coronel Mayor Filomia un resumen de gestión, tras lo cual los efectivos formados efectuaron un desfile que cerró con el paso de un reducido grupo de veteranos de guerra entre los que se destacó la presencia de la veterana Silvia Barrera, quien fuera instrumentadora quirúrgica a bordo del buque hospital ARA Almirante Irizar durante la contienda de 1982 y actualmente se desempeña como encargada del ceremonial del Hospital Militar Central.
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