Bruno Rodríguez, el argentino de 19 años que fue premiado por las Naciones Unidas para participar de la Primera Cumbre Juvenil por el Clima (Youth Climate Summit), le habló al mundo este sábado y dijo que “nos enfrentamos a una emergencia existencial”.
Bruno es uno de los 100 jóvenes que fueron seleccionados entre 7.000 aplicantes para asistir con “Green Tickets” (Tickets verdes, carbono neutral) al evento que reunió jóvenes activistas, empresarios e innovadores de todo el mundo comprometidos con la lucha contra la crisis climática.
“Nuestra generación tiene generar los caminos para hacer que este planeta sea habitable, sin crisis ecológica y ambiental”, arrancó diciendo en su discurso.
“La comunidad científica fue muy clara. Estamos experimentando una crisis existencial. Los líderes de nuestro planeta tienen que hacer un cambio radical. Esos cambios, como en todas las ocasiones, ocurren de arriba hacia abajo. Hoy, millones de personas demandan un cambio”, enfatizó el joven, sentado a la derecha de Greta Thunberg.
Contó que en Argentina, los jóvenes ambientalistas se manifestaron en varias oportunidades en la puerta del Congreso para exigir el fin de la indiferencia de los políticos y pedirles que ponga en práctica medidas para evitar que las grandes corporaciones sigan contaminando. “Ellas son las responsables del 71% de la emisión de los gases en la atmósfera que generan la contaminación climática”, remarcó.
Y concluyó: “Dejemos de pedirle a los políticos que nos escuchen, hay que exigirles que empiecen a actuar”.
En términos internacionales, uno de los reclamos que los jóvenes le plantearon a los gobiernos de América Latina tiene que ver con la aplicación del Acuerdo de Escazú, firmado por la mayoría de los países del Cono Sur, excepto Chile. “Se trata del acuerdo regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe. Pretendemos que se cumpla en los países que firmaron y que se firme en donde no lo hicieron“, dijo Bruno antes de hablar en la ONU.
Los jóvenes hicieron historia con una masiva marcha contra el cambio climático (AFP)
Más personas que nunca antes han reclamado a los gobiernos políticas climáticas antes de la reunión de los líderes mundiales del lunes. Estudiantes y niños, sindicalistas, funcionarios públicos, oficinistas y jubilados se han unido detrás de la ciencia y han hecho un fuerte llamado a la acción que está en línea con la emergencia que atraviesa el planeta. Unas 4 millones de personas, según los cálculos de la ONG 350.org, salieron a la calle en cientos de ciudades del mundo para pedir mayor compromiso entre los tomadores de decisiones.
La masiva movilización es sólo el inicio de una semana de protestas y reclamos que se realizarán en todo el mundo y que coinciden con la celebración de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York en donde se espera que varios países anuncien planes para reducir los gases contaminantes y endurezcan sus compromisos para cumplir con el Acuerdo de París, que busca frenar el aumento de la temperatura media global en 1.5ºC.
En América Latina, aunque a veces estos reclamos se veían como alejados, el movimiento juvenil ha tenido un crecimiento muy importante en los últimos tiempos. De hecho, las marchas que comenzaron este viernes lo demuestran. Sólo en Santiago de Chile hubo unos 6.000 manifestantes; en San José de Costa Rica también fueron miles y en México las manifestaciones se replicaron en varias ciudades al igual que en Río de Janeiro y San Pablo, en Brasil.
"El Perú es uno de los países más vulnerables ante la crisis climática. Exigiremos a nuestras autoridades acción climática urgente. ¡El momento de actuar es ahora!", expresaron durante la marcha representantes de Fridays for Future Perú.
Cabe aclarar que para el próximo viernes se espera otra gran convocatoria ya que, por ejemplo, en Buenos Aires y en Santiago ese es el día elegido por las agrupaciones juveniles para hacer su reclamo. En contraste con los reclamos de sus ciudadanos ni el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ni el mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ni el argentino, Mauricio Macri, participarán el lunes de la cumbre climática.
Aunque en Buenos Aires la marcha, parte de esta movida global, será el viernes próximo, los chicos que hacen paros por el clima volvieron a estar en la Plaza de Mayo como todos los viernes.
Fridays for Future Argentina sumó un reclamo local pidiendo la derogación del decreto que permite que el país reciba residuos reciclables. Un grupo de niños escolares, acompañados por sus docentes, instalaron un parlante y en español y en inglés pedían: "¿Qué queremos? Cambio sistemático y no climático ¿Cuándo? Ahora". Carteles alusivos y el compromiso de marchar desde la Plaza de Mayo al Congreso el 27 completaban la escena.
La Cumbre de Acción Climática ocurre en un año de episodios extremos en la región: fuegos en el Amazonas, huracán Dorian en el Caribe y éxodo desde América Central, donde el clima extremo ya es amplificador de problemas. La región no representa un problema global para el clima. Sin embargo, no actúa con liderazgo ni visión de largo plazo.
Por caso, hay avances técnicos, pero mucha incertidumbre sobre cómo estos se traducen en decisiones formales por parte de gobiernos y actores no estatales (empresas, alcaldías y sociedad civil) de ajustar las metas climáticas a los niveles que exige la ciencia.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, hizo cuatro peticiones concretas, que están alineadas con el llamado de los científicos a limitar el calentamiento global a 1.5°C para finales de siglo:
1. No construir nuevas plantas de carbón a partir de 2020.
2. Mover los impuestos a las personas a impuestos al carbono.
3. Dejar de subsidiar los combustibles fósiles con fondos públicos (petróleo, gas y carbón).
4. Anunciar planes para alcanzar la carbono neutralidad en 2050.
La Cumbre trae una mezcla de anuncios de gobiernos y actores no estatales. No se espera que estén a la altura del desafío, sino que allanen el camino para un aumento de la ambición climática mundial en 2020. En este sentido, se espera que unos 50 países anuncien su voluntad de mejorar su compromiso de reducción (NDC, por sus siglas en inglés) para la fecha límite de 2020. Otros países, incluidos los principales emisores del G20, no irán o harán anuncios tibios. Las principales compañías de petróleo y gas, incluidas ExxonMobil, BP, Shell, Chevron, Total y China National Petroleum Corp, siguen reacias y rezagadas, según un nuevo análisis de Carbon Tracker.
Las millones de personas que hoy se volcaron a las calles pretenden que los tomadores de decisión reaccionen antes de que sea demasiado tarde para mantener un planeta habitable.
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