Anahí de la Fuente quiere que le devuelvan su trabajo. El trabajo que perdió por denunciar a su jefe por abuso sexual. Es decir, por no callar.
Antes de la conferencia de prensa que Actrices Argentinas dio en el auditorio del Hotel Bauen acompañando su denuncia, Anahí habló con Infobae. Estaba ilusionada: "Esta tarde vamos a ser un grupo de mujeres unidas y poderosas con un mensaje muy importante para que la sociedad nos escuche y que sepan que, de esto, no hay vuelta atrás".
No se equivocó: eran más de setenta mujeres las que rodeaban de pie o en sillas, detrás y al costado del escenario, al grupo de actrices que leyeron un duro comunicado instando a los poderes a "cambiar el sistema" que hace que, en un esquema de precarización laboral, una mujer que denuncia un abuso en el ámbito laboral, cultural o educativo, termine siendo castigada.
Anahí en una punta, junto a Jazmín Stuart, Alejandra Flechner, Anabel Cherubito, Cecilia Roth, Malena Sánchez, Laura Azcurra y Julieta Díaz. Y en la otra punta, Thelma Fardin, a quien las actrices acompañaron en diciembre de 2018 cuando denunció a Juan Darthés por haberla violado en un hotel en Nicaragua cuando ella tenía 16 años y estaban de gira con la tira Patito Feo.
Ellas leyeron un duro comunicado en el que instaron a cambiar un sistema injusto que castiga a las mujeres que denuncian abusos en el ámbito laboral, cultural y educativo. Agradecieron a las trabajadoras de la línea 137, disponible para asistir en casos de acoso laboral y educativo.
"Basta de trabajo precarizado, basta de contratos basura, basta de violencia. Cinthia Choque presente", dijeron al final, refiriéndose a la agente de tránsito precarizada que murió atropellada.
En marzo de este año, Anahí de la Fuente, maquilladora profesional, performer y comunicadora de 28 años, denunció por acoso sexual a su jefe, Diego Pimentel, que era director del Centro Cultural San Martín y que, a raíz de esta y otras denuncias, a fines de agosto renunció a su cargo alegando "motivos personales". Declaró varias veces que se sentía "tranquilo" y que se trataba de "una injusticia".
Pimentel había estado de licencia hasta el 20 de agosto. Luego de la denuncia de Anahí, fue escrachado públicamente en la UNA (Universidad Nacional de las Artes), donde dictaba clases. Pero mucho antes de que el funcionario renunciara, Anahí fue despedida del área de Comunicación del San Martín. Trabajaba como community manager y había ingresado en junio de 2017. Había pedido que la reubicaran, pero nada.
Entonces se asesoró y llegó a la Red de Abogadas Feministas, para ser representada por Jimena Gibertoni y Yamila Carballido y fue así que hicieron una denuncia penal. El caso fue asentado en la Fiscalía N° 16 especializada en violencia de género, a cargo de Claudia Barcia.
Anahi aclaró que "todavía no hay fecha de juicio ni novedades sobre el caso en particular, pero todo está avanzando en la justicia".
Acongojada, contó a Infobae: "Hoy estoy transitando todo esto de una manera más madura por supervivencia, porque no me queda otra, porque si me quedo atrapada en el dolor no puedo construir nada. Yo sigo sin trabajo, hace medio año que no cobro un sueldo, vivo a changuitas y en este tiempo hubo muy pocas porque trabajo como modelo, como maquilladora, que es un trabajo free lance muy complejo. Pensemos que el maquillaje en tiempo de crisis es un lujo, se acota a un grupo muy pequeño de personas que pueden hacer el gasto. Mi situación es crítica. No pude pagar más el alquiler, ahora estoy viviendo con mi familia que son tres jubilados, mi papá, mi mamá y mi abuela".
Tuvo que aprender a vivir con eso. Pero no se resigna. "Estoy sin trabajo por una relación abusiva de parte de mi jefe". Y marca la contradicción: "La que se quedó sin trabajo fui yo, además de mi otra compañera que denunció. Mi contexto es complicado y agrava más la secuela de lo que pasó". Sabe que tiene que "seguir adelante con todo lo que cayó en mi vida a partir de esto que me pasó".
A la conferencia de prensa llegó a las seis de la tarde. Sabía que todos los ojos iban a estar puestos en ella, y los flashes, y las luces. Admitió que "la exposición no me resulta fácil, pero es necesaria para visibilizar estos temas de violencia dentro de los ámbitos laborales y sobre todo poder pedir justicia". Y ante la pregunta de los periodistas, evitó nombrar al acusado.
Al terminar la conferencia, recibió abrazos y los ojos de las actrices que habían estado leyendo se llenaron de lágrimas.
Por la tarde, consultada por Infobae, la abogada Yamila Carballido dijo: "La causa por acoso sexual y maltrato que tramita en la Fiscalía 16 especializada en violencia de género está próxima a elevarse a juicio".
Y agregó: "La fiscalía presentó su requerimiento de elevación a juicio y el 16 de agosto nosotras (la querella) también, entendiendo que se incorporaron en el transcurso de la investigación suficientes elementos probatorios que acreditan la existencia del hecho. En cuanto al pedido de reincorporación en sus puestos de trabajo no hay novedades ni ninguna respuesta oficial. Creemos importante que se brinde alguna respuesta a nivel institucional y que se pongan en discusión estas prácticas en el ámbito público".
Anahí no solo quiere que le devuelvan su trabajo. Dice que son muchas más las mujeres que están en la misma situación. Y se siente apoyada "no solo por actrices sino todo por este grupo de guerreras que me acompañaron. No voy a permitir que me vuelvan a hacer daño".
Por eso, concluye: "Yo no voy a estar tranquila ni mejor hasta que no haya justicia. Y cuando hablo de justicia hablo más allá de mi caso, de todas aquellas que estén padeciendo una situación de violencia".
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