Desde hace varios años, Liliana Basualdo mantiene una disputa judicial con Normi Titti por la tenencia de 362 hectáreas de campos en la localidad de La Para, en el departamento de Río Primero, en la provincia de Córdoba.
Liliana es viuda de Pedro Titti, el padre de Normi y uno de los tres dueños fallecidos que dejaron como legado esos terrenos, que abarcan montes, ríos y zonas aptas para la siembra y el cultivo, y que tienen un valor aproximado de entre 8 mil y 10 mil dólares la hectárea.
Con el paso de los años la causa se fue agrandando en varios frentes. En las últimas semanas, Liliana sumó varias denuncias por mensajes intimidatorios, amenazas y hasta un ataque a balazos contra ella, cuando hace dos semanas recibió dos disparos y dijo ante la Justicia haber sido víctima de un atentado relacionado a la puja por la posesión de los campos.
Sin embargo, la investigación del caso tomó en las últimas un drástico giro.
Este viernes la Fiscalía de Instrucción del Distrito II turno 1º de Córdoba, a cargo de Milagros Gorgas, ordenó la detención de Liliana al considerarla "presunta autora del delito de falso testimonio en causa criminal". En concreto, la fiscal sospecha de la veracidad de esas amenazas a partir de las escuchas de llamados telefónicos, según reveló a Infobae una fuente cercana al expediente.
Liliana denunció en la Comisaría de La Para que alrededor de las 3 de la madrugada del martes 6 de agosto, su casa fue atacada a balazos. Ni ella ni sus hijos estaban en la vivienda en ese momento. Fue el casero quien los alertó y llamó a la policía. Los disparos impactaron contra la pared y las ventanas. Atravesaron persianas de metal, rompieron vidrios y terminaron algunos en el interior dando contra una alacena o una puerta placa.
Pero no fue todo. Además en el portón del frente apareció colgada una bolsa de consorcio con tres cráneos presuntamente humanos junto a un mensaje: "Dejen de investigar. Ya están muertos. Los observamos", se lee en la nota hecha con letras recortadas de diarios y revistas.
Liliana dijo que antes de esa noche había tenido un entredicho con Normi en el cementerio donde están los panteones de los hermanos Titti. "Me acerqué a hablarle. Le fui a preguntar por qué mintió en los medios y me respondió que era una ignorante y que iba a pagar lo que le había hecho", contó Liliana a Infobae, tal cual figura en la exposición de constancia policial que realizó horas más tarde.
Días después, el 20 de agosto, llegó una nueva denuncia, mucho más grave.
Liliana dijo que un hombre le disparó dos veces desde un auto de color blanco cuando circulaba en una motocicleta honda Titan. Contó que el agresor le dio a entender que era en relación con la causa judicial por los terrenos. "Ella venía en moto desde el campo hacia pueblo cuando fue interceptada por un auto, de donde se bajó un tipo y le dio dos balazos", relató a este medio su pareja, Walter Rivero.
La mujer, con heridas de bala en el hombro y la pierna izquierda, estuvo internada cuatro días. "Pienso que me disparó para asustarme. Si me hubiera querido matar, me hubiera pagado un balazo en la cabeza o en el corazón", indicó ella a ElDoce.
La representante judicial también duda sobre este presunto ataque. ¿Pudo haber sido planificado y autoprovocado? En relación a ello, hay un dato más que suma la misma fuente: a los investigadores les llama la atención la similitud del presunto autoatentado con lo que sucede en un capítulo de la novela de El Trece, Argentina Tierra de Amor y Venganza, que se transmitió esa misma noche. En ese episodio, uno de los protagonistas toma un arma y se dispara en uno de sus hombros para fingir ser víctima de un ataque.
Por lo pronto y amparándose en el secreto de sumario, Gorgas se reserva detalles del caso y justifica el arresto sobre "la constatación de actitudes concretas" que ponen en riesgo la investigación.
"La imputación que pesa sobre la causante afecta directamente la administración de justicia y el normal desarrollo de los actos de investigación, tanto en los presentes actuados como en los que se tramitan en la Fiscalía del Distrito I turno 5 relacionados al delito de defraudación por circunvención de incapaces que tiene por víctima a Pedro Titti (fallecido) en relación a los campos que fueran de su propiedad, objeto ahora de sendos pleitos judiciales", explicaron desde el Ministerio Público Fiscal de Córdoba.
El caso
En 2005, Normi supo por su padre adoptivo que era hija de Pedro Titti. Ella lo conocía: hasta ese momento era un amigo de su familia que visitaba su casa con frecuencia. Inició, entonces, un proceso de filiación que posteriormente determinó que eso era efectivamente cierto.
Pedro poseía los campos junto a sus hermanos Isidro y Ciriaco. Los tres se dedicaban a la producción agropecuaria. Trabajaban la tierra, ordeñaban vacas, vendían leche. Liliana Basualdo, hija de peones que cumplían funciones en un tambo ubicado en el mismo predio, los conoció desde los 9 años y trabajó con ellos desde los 15 haciendo tareas domésticas, cortando leña y cuidando animales, entre otras tareas de campo.
En 2008, a sus 22 años, Liliana se casó con Isidro Titti, que en aquel momento tenía 80. Tuvieron una hija, que hoy tiene 9. A los dos años su esposo falleció y a Liliana le quedó la porción del campo de su marido. También en 2010 murió Ciriaco, quien previamente había firmado una escritura de donación en la que le legó a Liliana su parte del terreno. La mujer, entonces, se convirtió en la administradora de dos tercios del total de las tierras.
Durante todos esos años y desde que se enteró de su vínculo, Normi dice que mostró interés en mantener una relación con su difunto padre y reconstruir un lazo que siempre había sido de amistad, pero asegura que esto siempre le fue impedido. Culpa de ello a las hermanas Basualdo.
En 2016, el tenso vínculo se trasladó al fuero civil: un tribunal declaró inhábil a Pedro Titti (por entonces tenía 84 años) por una "afectación psicocognitiva" y restringió su capacidad de administrar y disponer de sus bienes. El hombre falleció en junio del año pasado.
Normi, entonces, inició acciones legales contra Basualdo por el delito de defraudación por circunvención de incapaces, causa que aún no se resolvió y que tiene cinco imputados: Liliana y su hermana Nilda, el abogado de ellas, el empresario agropecuario que alquila una porción de campos y el cobrador de los arrendamientos.
En marzo de este año, la intrincada historia se conoció en los medios de comunicación, que presentaron a Normi como la mujer que trabaja como empleada doméstica y en un kiosco, y reclama una herencia millonaria.
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