La CIDH, a 40 años de su visita histórica: "Hay un compromiso especial con los países que intentan cerrar las cicatrices de la dictadura"

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos vuelve a la Argentina para conmemorar la misión de 1979

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Joel Hernández; vicepresidente primero de
Joel Hernández; vicepresidente primero de la CIDH

El viernes seis miembros de la Comisión Interamericana de los Derechos Hunmanos (CIDH), participarán de un acto a 40 años de que el organismo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) visitara el país en plena dictadura militar en 1979 y se llevara alrededor de 5 mil denuncias que hablaban de delitos de lesa humanidad.

La delegación, que permanecerá entre jueves y viernes en Buenos Aires, estará compuesta por la actual presidenta de la CIDH, Esmeralda Arosemena; su vicepresidente primero, Joel Hernández; la comisionada Antonia Urrejola; el secretario ejecutivo Paulo Abrão; la coordinadora de promoción, Constanza Argentieri, y el especialista de la secretaría ejecutiva, Erick Mendoca.

En 1979 la CIDH estuvo dos semanas en Aregntina, entre el 6 y el 20 de septiembre de ese año, y recolectó alrededor de 5.000 denuncias. En la sede de la OEA, que los militares amenazaron con allanar, llegó a haber cuatro cuadras de cola para presentar casos de desapariciones y torturas.

La Comisión reunida con el
La Comisión reunida con el gobierno militar que encabezaba Jorge Rafael Videla en 1979 (Archivo Infojus)

La Comisión estuvo en Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Rosario y visitó varios centros clandestinos de detención y tortura, entre ellos la Escuela de Mecánica de la Armada, que más tarde se demostraría fue parcialmente desmantelada para la ocasión. Fue la misión número 11 del organismo y en aquel momento la de mayor importancia, en relación a la magnitud.

En la previa a la visita por el 40 aniversario de esa visita Infobae habló con Joel Hernández, vicepresidente primero de la CIDH, que recordó aquella misión histórica y analizó además algunos de los problemas y violaciones que actualmente enfrenta el continente.

-¿Por qué es importante esta visita 40 años después?

-El del viernes va a ser un acto conmemorativo, vamos un grupo de comisionados para recordar los 40 años de la visita que realizó la CIDH justamente cuando la Argentina se encontraba en manos de una dictadura cívico militar. Lo que nos parece importante es corroborar el estado que guarda hoy una democracia argentina que está vigente, que es potente, que tiene el pleno respeto por los derechos humanos. Y además transmitirle a argentinos y argentinas que la comisión sigue estando.

-¿Qué representa para la CIDH?

Es una oportunidad para que la propia Comisión haga una pausa en el camino y se vea a sí misma 40 años después. La de 1979 fue la visita número 11 en la historia de la Comisión, pero era única en relación a la gravedad de las violaciones a los derechos humanos que llegaba a relevar. En ese momento había siete miembros, una visita que realizan en un período de dos semanas, en una situación adversa dado que las autoridades de la época no tenían una apertura al escrutinio internacional.

¿Qué fue lo que hizo posible la visita con tanto viento en contra?

Fue una sociedad argentina muy pujante que llamó a la Comisión, sumado a la presión internacional. Esa visita iba sobre todo a desarrollar una experiencia inédita en diagnóstico y recomendaciones. Lo que nos quedó claro a todos con ese informe fue la magnitud de lo que había pasado, a partir de la cantidad de las personas desaparecidas.

¿Recuerda en América otros comparables en todos estos años?

-Ha habido crisis recurrentes en el continente que la Comisión ha venido atendiendo, es muy difícil comparar unos con otros, pongamos que son simplemente casos de gravedad que hemos atendido. Un año antes de llegar a la Argentina la Comisión había estado en la dictadura de (Anastasio) Somoza en Nicaragua y en Chile la de (Augusto) Pinochet. Por otro lado en fechas recientes la Comisión ha venido siguiendo de cerca lo que está pasando en Venezuela y la gran vulnerabilidad de los venezolanos.

Los seis miembros de la
Los seis miembros de la CIDH estarán jueves y viernes en la Argentina

-Menciona las dictaduras de Somoza en Nicaragua, de Pinochet en Chile, está a punto de llegar a la Argentina, ¿cómo es la relación con la memoria en estos países?

-Eso es un fenómeno que se repite en todos los países que salieron de dictaduras y pasaron a través de procesos de justicia transicional. La memoria está presente para reparar a las víctimas en sus derechos y principalmente para que estas atrocidades no vuelvan a repetirse.

-Actuamente en Argentina se ha dado un debate relacionado a las violaciones de los derechos humanos, relacionado a las instituciones de salud mental. ¿La CIDH está al tanto?

-En fechas recientes en el periodo de sesiones 171 de la Comisión tuvimos una audiencia solicitada por organizaciones no gubernamentales, entre ellas el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), donde se presentó a la la situación que están pasando en hospitales psiquiátricos. Las vulneraciones, tratamientos e inclusive en algunos casos hechos que podrían estar equiparándose con torturas. La Comisión escuchó eso y también a los representantes del Estado y observamos una conciencia de las autoridades argentinas sobre esta problemática, que está en la agenda.

-¿Qué pasa con los enfermos mentales en otros países de la región?

-Es un fenómeno que lamentablemente se reporta en distintos países. En distintos lugares siguen dándose tratamientos a las personas con problemas mentales que no ponen a la persona como el centro de los derechos, no se reconoce su capacidad jurídica, ni se desarrollan tratamientos acordes. Muchas veces esto sucede porque no hay recursos públicos y otras veces lo que hay es un olvido de la sociedad en general o inclusive de sus familiares más cercanos. El de los enfermos mentales es un grupo que lamentablemente está invisibilizado.

“Esta visita es también una
“Esta visita es también una forma de honrar a la sociedad argentina por los esfuerzos realizados durante estos 40 años”

-Es entonces una problemática común en Latinoamérica.

-No lo asociaría exclusivamente a Sudamérica. Hay una problemática compartida en todo el continente. Y básicamente qué es lo que estamos nosotros observando: que a pesar de avances significativos subsisten desafíos como lo es la desigualdad. La Comisión da cuenta de exclusión social, falta de acceso a la justicia, fragilidad de servicios públicos, pero también patrones de discriminación y que se manifiestan en ocasiones a través de violencia, contra las mujeres, niñas, niños, adolescentes, indígenas, comunidades LGBT, esos son los retos para la región.

-¿Cómo llega la CIDH al acto que conmemora los 40 años de aquella visita histórica?

-Para la CIDH es un privilegio poder estar en Argentina un 6 de septiembre, justamente 40 años después de la visita. Es un motivo de satisfacción, seguir constatando la confianza que han depositado los argentinos y las argentinas en la Comisión, para seguir apoyando los esfuerzos nacionales y velar por su protección. Es además para nosotros una visita que habla de la responsabilidad que tenemos con todo el continente, pero muy destacadamente con esas sociedades que pasaron por dictaduras y están en procesos de cerrar esas cicatrices. Es también una forma de honrar a la sociedad argentina por los esfuerzos realizados durante estos 40 años. Las violaciones a los derechos humanos no pueden volver a repetirse, pero cuando ocurren queremos transmitir el compromiso de la CIDH de estar presentes y brindar ayuda.

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