El drama de los agroquímicos en Pergamino: la Justicia prohibió fumigar a menos de 1.000 metros de las zonas urbanas

Se trata de un nuevo fallo del juez federal de San Nicolás, Carlos Villafuerte Ruzo, en una causa que inició una vecina contra cuatro propietarios de campos de esa ciudad

Guardar
Los efectos de los agroquímicos
Los efectos de los agroquímicos en la piel de algunos niños de Pergamino

Luego de que un estudio científico hecho sobre una familia de Pergamino determinara que todos sus integrantes tienen daño genético producto de las fumigaciones, un juez federal que investiga la contaminación por agroquímicos en esta ciudad bonaerense ordenó una nueva restricción para la utilización de estos productos: ya no se podrá pulverizar a menos de 1.095 metros de cualquier zona urbana de esta ciudad bonaerense ni a menos de 3.000 metros si la práctica es aérea.

La medida fue dispuesta por el juez federal de San Nicolás, Carlos Villafuerte Ruzo, quien ya en abril pasado había establecido una limitación a las fumigaciones pero con distancias menores.

Aquella vez, el magistrado había exhortado al Municipio a suspender de forma urgente la aplicación de estos plaguicidas tóxicos en campos que rodean a tres barrios de Pergamino, donde hay cientos de casos de adultos y niños con problemas de salud y enfermedades sin diagnóstico.

Ese fallo se conoció una semana después de que el presidente Mauricio Macri considerara "irresponsable" una orden de la Justicia que frenaba la fumigación con agroquímicos a 100 metros de las escuelas en Entre Ríos.

En ese momento, Villafuerte Ruzo dispuso que se fumigara a más de 600 metros en los barrios de Villa Alicia, Luar Kayard y La Guarida, en consonancia con una ordenanza municipal.

El barrio Villa Alicia está
El barrio Villa Alicia está pegado al inicio de la zona de campos de Pergamino (Lihue Althabe)

Sin embargo ahora no sólo extiende la distancia sino que, a partir de un pedido del fiscal federal Matías Di Lello, incluye en las restricciones a toda la ciudad.

"Medidas que comprenden el no uso de plaguicidas, herbicidas, insecticidas, agroquímicos, productos fitosanitarios, fungicidas, y cualquier otro paquete de agroquímicos mediante fumigaciones terrestres (mosquito, mochila, aspersores) o aéreas, como glifosato como principio activo o sales derivadas del mismo; así como también respecto de los siguientes plaguicidas: Atrazina, Triticonazol, Metolaclor, Acetoclor, Clorpirifos, Glifosato, Imidacloprid, Desetil, 2.4D; y de los siguientes formulados comerciales Roundup Full II, Roundup Max II, Roundup Ultramax; en zonas urbanas y periurbanas libres del uso de agrotóxicos", remarcó Villafuerte Ruzo en el fallo, al que tuvo acceso Infobae.

Además, el juez le ordenó al intendente local Javier Martínez (Juntos por el Cambio) que suspenda "provisionalmente" las autorizaciones para futuras fumigaciones en todo el Municipio con las nuevas distancias establecidas.

Pero no queda claro si la aplicación es urgente o se necesita que el fallo lo confirme la Cámara Federal de Rosario, lo que inyectaría de burocracia una orden que, usualmente, se define para lo inmediato.

No obstante, Villafuerte Ruzo fue más allá: requirió además al Ejecutivo de la Municipalidad de Pergamino un informe con datos de todos los pueblos de campaña, con cantidad de habitantes y de escuelas rurales "a los efectos de fijar los parámetros de distancia que resulten más adecuados" para estos establecimientos. Por lo tanto, se espera que un nuevo fallo defina estas distancias para las poblaciones rurales, las más afectadas presumiblemente.

Dos niños del barrio Villa
Dos niños del barrio Villa Alicia juegan en una tranquera: padecen trastornos (Lihue Althabe)

"Es una sensibilidad importante del juez porque con la vorágine del trabajo no se ve, pero a 20 ó 30 kilómetros hay escuelas rurales que pueden sufrir este daño, por eso pidió el informe", comentó a este medio una fuente de la investigación.

La nueva distancia prudencial razonable indicada por el magistrado fue recomendada por la doctora en Ciencias Biológicas Delia Aiassa, quien realizó un estudio sobre la salud de la familia de Sabrina Ortiz (vecina de Villa Alicia y querellante en la causa) que demostró que ella, su esposo y sus dos hijos padecen daños genéticos producto del contacto con los agroquímicos, tanto en el aire como en el agua de la ciudad.

"Las cuatro personas (…) a las que pertenecen los estudios, presentan un número mayor de células con daño genético comparado con el valor considerado como 'basal' o como número de células con 'daño espontáneo' para poblaciones referentes según la bibliografía internacional", resume el informe enviado por Aiassa al juez federal de San Nicolás.

En los informes hechos a lo largo de la carrera de Aiassa, sobre todo en el caso de Monte Maíz, una población rural de Córdoba, con un escenario similar al de los barrios periféricos de Pergamino, se establece como distancia prudencial para la fumigación terrestre los 1.095 metros. Ortiz, como abogada querellante, presentó al juez estos datos y el magistrado los tomó para definir las nuevas medidas.

"(Ortiz) solicita se amplíe la extensión geográfica en cuanto a las limitaciones prohibitivas determinadas en el fallo resuelto el día 03 de abril 2019, el cual resulta insuficiente hasta el momento, debiendo atenderse con total responsabilidad las demandas de esta urgencia de modificación de prohibición de 600 metros a por lo menos 1.095 metros de las zonas habitadas, teniendo en cuenta que cuatro habitantes del barrio Villa Alicia, padecen daño genético causado por la exposición a sustancias agrotóxicas", remarcó Villafuerte Ruzo en el fallo.

Sabrina Ortiz empezó a estudiar
Sabrina Ortiz empezó a estudiar Derecho para seguir su denuncia contra dueños de campos vecinos a su barrio

La causa por la contaminación en Pergamino, contra cuatro propietarios de campos vecinos a los barrios antes mencionados, tiene tensiones. Una de las más notables es sobre la calidad del agua. Un estudio del INTA Balcarce determinó que no es apta para el consumo humano, pero la Autoridad del Agua del gobierno de la Provincia de Buenos Aires respondió lo contrario.

En los análisis realizados en abril, en el agua del barrio Villa Alicia (donde vivían los Ortiz hasta que los médicos recomendaron que se mudaran urgente) se encontraron 18 agroquímicos con alto contenido tóxico.

Hombres, mujeres y niños beben y usan esa agua de pozo para cocinar o bañarse, infectada por herbicidas y plaguicidas que, al mezclarse, forman un cóctel aún más peligroso: su potencia se estudia actualmente y preocupa a los médicos.

Las pruebas fueron hechas por la científica Virginia Aparicio, del INTA Balcarce, e indican que en el agua que se consume en las casas del barrio hay glifosato, atrazina, imidacloprid, acetoclor, clorpirifos y 2.4D, entre otros.

Esas sustancias están en el cuerpo de sus consumidores. En esos barrios, casi todos los adultos y los niños padecen diferentes patologías asociadas con este drama: asma, problemas en la piel, tiroides, cáncer.

La comunidad del barrio Villa
La comunidad del barrio Villa Alicia, víctima de los problemas de contaminación (Lihue Althabe)

La atrazina es un herbicida que en humanos afecta la salud reproductiva. Para la Organización Mundial de la Salud, el 2.4D es cancerígeno, hepatotóxico y podría generar trastornos en la reproducción y malformaciones congénitas. El glifosato -y su metabolito AMPA- es altamente cancerígeno y produce mutaciones en el ADN que induce abortos espontáneos y malformaciones en los recién nacidos. El imidaclopir es un insecticida altamente tóxico prohibido en gran parte de Europa, igual que la tetrametrina, que afecta las hormonas sexuales.

Los únicos que lo saben -literalmente- a ciencia cierta son los familiares de Sabrina Ortiz. Sus hijos Fiamma y Ciro tienen glifosato en orina en proporciones mayores de 100 veces de lo tolerado.

Fiamma, de 18 años, ya pasó por cuatro operaciones con la intención de  sacarle quistes de los huesos. Ciro hace linfoproliferación, tiene los ganglios agrandados en los intestinos, en el cuello, y eso hace que su sistema inmune esté activo y cuando se enferma lo debilita. Le hacen quimioterapia, tiene sangrado en orina y padece síntomas de enfermedades sobre las que no tiene diagnóstico.

"Hasta hace unos años te pasaba la avioneta con los herbicidas y uno respiraba veneno. A 10 metros de mi casa ya empezaba el sembradío, con la calle Escudero de por medio. Eso hacía que la cercanía y el método que se usaba fuera muy nocivo. Además no había control de las aplicaciones", explica Sabrina, que en 2011, horas después de que una avioneta fumigara sobre su casa, sufrió un aborto espontáneo y desde ese día decidió combatir las fumigaciones, al punto de que se inscribió en la carrera de Derecho y se convirtió en abogada para querellar y seguir el caso.

Un grafiti bajo una cruz
Un grafiti bajo una cruz en el centro de Pergamino advierte “fumigación = cáncer”

Pero eso fue a los 30; sus primeros síntomas los vivió a los 11 años. "Empecé con brotes en todo el cuerpo. No se me desprendía la piel como a mi mamá pero sí tenía la cara irritada, mi nariz parecía quemada, me ardía la garganta y había enrojecimiento en brazos y espalda", contó a Infobae.

El drama de la ciudad de Pergamino no se conoce del todo. En el hospital de la ciudad los médicos pediatras sostienen por lo bajo que los casos de leucemia que se ven en este Municipio están "muy por encima" de la media.

Basado en el informe de la bióloga Aiassa en el pueblo de Córdoba, Villafuerte Ruzo consideró en este último fallo que "resultaría trascendente que ese grupo de profesionales en genética realice un estudio de campo (…) de niños residentes en el municipio de Pergamino, ya sea en los barrios aludidos o en otros a elección de los expertos".

Seguí leyendo:

Asma, problemas en la piel, tiroides y cáncer: cómo se vive el drama cotidiano en un "barrio fumigado" en Pergamino

Misterio y preocupación: en solo dos manzanas de Pergamino se detectaron al menos 53 casos de cáncer

Guardar