Trabajadores de la línea B de subte levantaron por dos horas los molinetes de la estación Federico Lacroze a partir de las siete de la mañana debido a que denuncian que la red de subterráneo está contaminada con asbesto, un material cancerígeno que también podría afectar a los usuarios.
"En las últimas horas se confirmó la peor de las verdades: una decena de trabajadores afectados por el asbesto sobre una centena de exámenes", informaron los delegados mediante un comunicado argumentando la medida dispuesta para la mañana de este lunes. "Esta misma situación podría ser la de cientos de trabajadores más y millones de usuarios", agregaron.
Por esta razón le exigieron a Metrovías y al Gobierno de la Ciudad una solución integral e inmediata en torno a la denuncia sobre la presencia de asbesto que comenzó hace un año y medio. "La red de subterráneo está contaminada con este material cancerígeno que está prohibido desde el año 2001", enfatizaron en el comunicado.
"Metrovias y el Gobierno de la Ciudad, que negaron esta verdad durante años, son los responsables de una verdadera crisis de salud pública", apuntaron.
Como parte de la campaña de denuncia y concientización, los trabajadores dispusieron la apertura de molinetes este lunes en la estación Federico Lacroze de la línea B. "Dejamos en claro que no cesaremos en nuestro reclamo y que pondremos en marcha todas las medidas que hagan falta para obtener respuesta y soluciones", concluyó el comunicado.
Luego de la medida de fuerza, Metrovías informó en un comunicado que la fota de la Línea B donde se registró la presencia de amianto fue desafectada y retirada de inmediato de la red por Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE).
También aseguraron que se conformó un plan -en una comisión de trabajo integrada por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, la Asociación de Protección Ambiental (APRA), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), los gremios, SBASE y la Subsecretaría de Trabajo de la Ciudad- para retirar y eliminar todos los elementos que contengan ese mineral.
El amianto, que fue usado durante mucho tiempo en la industria debido a sus propiedades aislantes, fue prohibido en varios países en el último tiempo cuando se descubrió que su aspiración podría tener problemas para la salud.
"Este riesgo, en el caso del Subte, está circunscripto a los talleres durante la manipulación y pulido de las piezas que contienen este material", explicaron. Y agregaron que en ese sentido se implementó un "plan de seguimiento" junto a la Superintendencia de Trabajo y la ART para los trabajadores de los talleres Rancagua y Villa Urquiza, que se sometieron a estudios neumonológicos en el Hospital Británico de Buenos Aires.
"Gestionar la presencia de asbesto representa en la actualidad, un enorme desafío para gran de los subtes de todo el mundo", indicaron desde la empresa que opera las seis líneas de Subte y el Premetro.
SEGUÍ LEYENDO: