Edgardo Borda, un caso único en la TV mundial: tiene 90 años y sigue trabajando como director de cámaras

Empezó en Canal 7 en 1951. Pasó por el 9 y el 13. Conoció a todos los grandes. Fue técnico, switcher, director, productor y gerente. Hizo el primer noticiero, estuvo en la transmisión del primer partido de fútbol y grabó la primera ficción premiada en el exterior. Hoy pone en el aire programas de una señal de cable

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Con 90 años, Edgardo Borda es un caso único en el mundo: empezó a trabajar en 1951 en la televisión local y lo sigue haciendo (Maximiliano Luna)
Con 90 años, Edgardo Borda es un caso único en el mundo: empezó a trabajar en 1951 en la televisión local y lo sigue haciendo (Maximiliano Luna)

Cuando lo llamé para combinar esta entrevista tardó unos minutos en atender. Hasta que respondió y me dijo: "Perdoname, pero busqué un lugar para estacionar porque estoy en el auto y no me gusta hablar cuando manejo".

Genio y figura, este nonagenario que hace un par de meses renovó su registro de conductor por dos años en el Automóvil Club Argentino, siempre se destacó por su apego a las normas. Las cumplió y las hizo respetar. Por ejemplo, los horarios.

"Una de las cosas que yo siempre discutí y sigo en contra de todos es la puntualidad. Eso de que un canal salga y 38 y otro y 32 y otro y 34 no me parece bien, nunca me gustó. Yo aprendí con los cubanos que un programa de las 21 sale a las 21", asegura a Infobae Edgardo Borda, el decano de la televisión argentina.

El carnet de LR3 del gran decano de la televisión
El carnet de LR3 del gran decano de la televisión

La referencia a los cubanos -el grupo fundador de Canal 13, encabezado por Goar Mestre– es frecuente en la conversación:

-Los cubanos te obligaban a vos a cumplir. Cuando se grababa una tira los actores y las actrices llegaban al piso vestidos y maquillados a las 8 de la mañana. Se hacía un repaso de las escenas del capítulo de 30 minutos que se iba a grabar con los técnicos, que recién conocían el texto. Entonces, suponete, el iluminador de acuerdo a la puesta corregía las luces, te decía: "Tené cuidado que aquí se te puede meter una sombra". Lo mismo el sonidista. Después se iban a retocar el maquillaje. Volvían y se hacía un ensayo con cámaras. Otra vez se paraba quince minutos para otro retoque de maquillaje y enseguida se grababa. De diez menos cuarto a once y cuarto se grababa el primer capitulo.

Borda empezó a trabajar en el entonces flamante Canal 7 en 1951:

-Yo era electricista, telefonista y operador de los equipos de radio de las ambulancias. Mi jefe era un uruguayo, que se llamaba Schiacapasse. Un día me dijo: "Me voy a la tele". Renunció y se fue. Yo había visto algunos televisores, que empezaban a aparecer en los negocios como una gran novedad. Para mi sorpresa, al día siguiente me llama y me dice: "Vení, que esto es para vos".

-¿Y por qué te dijo eso, si vos ni conocías lo que era la televisión?

-Porque él sabía que yo vengo de una familia de actores. Mis tías eran todas actrices de teatro y mi abuelo fue tramoyista en el teatro en el 1800 y pico. Armaba las escenografías y era responsable de la utilería. Cuando salían de gira tardaban por ahí cuatro años en volver y cuando regresaban venían con cuatro o cinco hijos. Y así pasó, una tía mía nació en Paraguay, otra en Brasil, otra en Chile y mi papá nació en Uruguay. Y como a mí siempre me gustó el teatro, en cuanto vio que allí se representaban obras con actores, me llamó.

Borda en 1960, en el debut televisivo de Luis Sandrini
Borda en 1960, en el debut televisivo de Luis Sandrini

La primera experiencia del joven aprendiz no fue muy grata:

-Fui al Canal 7, que era LR3 Radio Belgrano TV y estaba en Ayacucho y Posadas. Me presentó a Enrique Telémaco Susini, que había sido el creador de la radio en 1920 y ahora era uno de los jefes de la televisión. Susini me dejó al lado de una cámara y me dijo que nadie se tenía que acercar, que nadie tenía que tocar nada. Me quedé allí un par de horas y mientras tanto el auditoriun, que era el teatrito del Alvear Palacae Hotel, se había llenado de gente. Cuando volvió Susini me dijo que me fuera, porque no podían tomar más gente ¡Me dio una vergüenza bárbara, con todas esas personas delante!

Pero a los tres días Susini se peleó con don Jaime Yankelevich y entró como pasante trucho. Poco después lo tomaron como efectivo:

-Fue en 1952, tengo el carnet. Ahí empezó mi carrera, hice de todo. Desde las ocho de la mañana hasta la una de la madrugada, nunca cobré una hora extra. Me gustaba tanto que me metía a mirar en todos lados, aprendía, fui avanzando. Empecé como control de video, porque había que ajustar las cámaras permanentemente, era complicado. Por eso en cada cámara, además del camarógrafo, había una persona haciendo el control de video.

Entre otros grandes hitos, el mítico director de cámaras participó de la primera transmisión televisada del fútbol argentino
Entre otros grandes hitos, el mítico director de cámaras participó de la primera transmisión televisada del fútbol argentino

Esa experiencia le permitió vivir momentos históricos:

-En noviembre de 1951 se hizo la primera transmisión de un partido de fútbol. El canal tenía solamente tres cámaras. Tres, las únicas tres para todo. Eran enormes. Y para hacer los exteriores había que desarmar todo el equipo del estudio y sacarlas. En este caso, a la cancha de San Lorenzo de Almagro, que jugaba contra River.

La estadística futbolera dice que ese partido terminó 1 a 1 y que el primer gol transmitido por la televisión argentina lo hizo un delantero de San Lorenzo que se llamaba Maravilla. Borda, por su parte, revela entretelones de ese momento inaugural:

-¡El día anterior hicimos un ensayo! Fuimos a la cancha con toda la instalación y dos equipos de tercera jugaron un rato para que nosotros colocáramos las cámaras. Dos arriba y otra en el campo de juego. Tomamos nota de todo, desarmamos, volvimos al canal, rearmamos el estudio y a la mañana siguiente otra vez desarmamos para llevar las tres cámaras al Gasómetro de Boedo.

“Yo hice el primer noticiero de la televisión argentina, en el Canal 7. Lo producía un tipo extraordinario, Tito Martínez Delbox. Y lo conducía Carlos D’Agostino”, recuerda
“Yo hice el primer noticiero de la televisión argentina, en el Canal 7. Lo producía un tipo extraordinario, Tito Martínez Delbox. Y lo conducía Carlos D’Agostino”, recuerda

La épica de las transmisiones desde exteriores incluye un personaje insustituible:

-El ingeniero Max Koeble. Él fue el gran responsable de la parte técnica del primer Canal 7. Formó también el equipo de exteriores y yo estaba allí. Entre la distribución de tareas me tocó colocar el microondas, que era un aparato similar a las pantallas chicas que hay ahora. Teníamos que enfocar la visión directa con el ministerio de Obras Públicas (hoy de Salud y Desarrollo Social) para poder transmitir. Íbamos con binoculares para ver dónde nos colocábamos, así la señal podía ir desde el camión al receptor de la antena del ministerio. Me conocí todos los techos de Buenos Aires.

Sin el menor asomo de melancolía, Edgardo -nadie lo llama por su nombre, es El Negro para todo el mundo- trabaja todos los días dirigiendo cámaras en la señal Ciudad Magazine:

-Hoy se trabaja muy distinto. Se digitaliza todo. Antes, cuando hacías cine, la toma no la veías hasta que el material no volvía del revelado. Los formatos son distintos, ahora se trabaja con digital en máquinas de videotape. El primero que hizo algo así fue Fernando Siro, con una película realizada toda en videotape. Miguel Larrarte también nos trajo una vez un material buenísimo con soporte cinematográfico, pero los costos eran muy altos y no se pudo hacer. Todo fue tomando otro camino. Los exteriores se empezaron a hacer con las cámaras de videotape, se llevaba el portátil y se grababa. Además, con la edición, los autores empezaron a escribir tipo guión cinematográfico. Entonces en una escena vos estabas vestido de pordiosero y después en la otra toma, de gala. Entonces había que hacer primero todas las escenas de pordiosero y después las otras.

-¿En tu oficio de director, ponchando las cámaras, se corrían más riesgos en tu época?

-Sí, claro. Hoy en día se empezó a grabar con tres cámaras y cada una va a una máquina de video tape. Si por casualidad te distraés y te perdés una toma con una cámara, hay otra cámara que te cubre. Con la edición, lo arreglás. Si se te pasa un gesto, un detalle, lo tenés con otra cámara. Además, nosotros teníamos una cámara broadcasting enorme y ahora las cámaras son cada vez más chiquititas. Hoy viene un pibe o una piba y con una camarita que le cabe en la mano te hace un comercial.

Aunque parezca mentira, hasta 1960 no hubo video tape en la televisión argentina:

-Vos pensá que hasta ese momento era todo en vivo. En el canal 7 yo llegué a dirigir 15 programas en vivo en la semana. Y cuando llegó el videotape fue muy duro. Las grabaciones se hacían muy largas porque había nuevos recursos técnicos y experimentábamos. Todo se hacía más lento, quisimos perfeccionar cosas, ensayábamos más. Pero hicimos productos realmente buenos.

Sin dudas, uno de esos trabajos fue "Judith":

-Lo grabamos en 1960, en Canal 9. El director de la puesta en escena fue Pedro Escudero y yo dirigí las cámaras. En el elenco estaba figuras extraordinarias, como Alfredo Alcón y Violeta Antier. Por esa actuación, al año siguiente ella ganó el premio "Ninfa de oro" a la mejor actriz en el Festival de Montecarlo. Fue el primer gran premio de la televisión argentina. Pero lamentablemente no quedó nada grabado. Eso es lo ingrato de la TV. Las cintas de video tape eran muy caras y cuando se extinguían los derechos se usaban las cintas. Se grababa encima…

Escuchar a Borda es asomarse a la historia viva de la televisión argentina. Quizás algunos de los tantos secretarios de Cultura que hay en el país -en el orden nacional, provincial o municipal- decida registrar sus relatos, para resguardar las vivencias de alguien que lleva 68 años trabajando en el medio. Pero él no se siente importante:

-Todos me están diciendo que haga un libro, pero tengo mis dudas. Yo no sé a quién le puede interesar con quién trabajé o cuál fue mi trayectoria en la tele…

En la actualidad Borda trabaja todos los días dirigiendo cámaras en la señal Ciudad Magazine
En la actualidad Borda trabaja todos los días dirigiendo cámaras en la señal Ciudad Magazine

Sin embargo, día por día, Borda desgrana recuerdos y episodios, requerido por la curiosidad de sus compañeros del canal:

-Imaginate que en el canal estoy rodeado de chicos jóvenes, que quieren saber cómo fue esto o aquello. Y me la paso hablando.

Al hacerlo, permite que no se pierdan datos y nombres que marcaron hitos:

Ana María Campoy y Pepe Cibrián fueron fundamentales en la historia de nuestra televisión. Ellos fueron de los primeros en hacer comedias en el medio. Tuve la suerte de trabajar con ellos, con gente muy inteligente y algo aprendí. Con Pedro Escudero, con Armando Discépolo, con Cunil Cabanillas, con Esteban Serrador… Aprendí a sacar partido de una escena, lo que es un tono, quién es el responsable del plano de una cámara, si el que está diciendo el texto o el que lo recibe… Vos eso lo marcás en tu libreto. Hoy los programas no tienen tanta complejidad, se hacen sobre todo realities y programas de panel. En cambio, las producciones de ficción las hacen las productores independientes, como Gustavo Yankelevich, Adrián Suar o el hijo de Palito, Sebastián Ortega… Y son excelentes, son la nueva generación. El Chueco está haciendo algo para la web, algo corto, muy interesante…(Chueco en línea)

Lejos de resistirse al cambio, Edgardo trata de estar actualizado:

-Hoy el espectáculo está en el celular. Cuando tomo el bondi, veo que 8 de cada 10 pasajeros está con el teléfono. Aunque a mí me gusta la pantalla grande, para no perderme ni un detalle. Ahora estoy viendo en Netflix una serie que se llama Dark que es buenísima…

Con el mismo entusiasmo con que acompaña las transformaciones, evoca los primeros pasos de la actividad:

-Nosotros empezamos a repetir los goles en Telefútbol, en Canal 13. Y fue una idea de los cubanos. Un día me llama Vaillant y me dice: "Oye chico, por qué no hacemos como los yanquis que repiten el jonrón" (en referencia al home run, del béisbol). Yo le dije que en el béisbol hay más tiempo, porque el tipo da la vuelta, saluda y viene. Pero igual me fui a la cancha con un cronómetro y medí el tiempo que se demoraba desde el gol hasta que sacaban del medio otra vez. Eran unos 25 segundos. En ese momento la máquina de video tape se estabilizaba a los 15 segundos. Entonces decidimos grabar en dos máquinas, una grababa el partido completo y la otra grababa hasta que se producía un gol. El operador, sin que yo le dijera nada, paraba esa máquina y la retrocedía 20 segundos y la largaba. A los 15 segundos la máquina se estabilizaba y el swichter del canal la ponía en marcha. Mientras desde la cancha yo ponía un cartel que decía "Otra vez el gol en Telefútbol". Cuatro voluntades para la repetición de un gol ¡Hoy te lo hacen de taquito! Había mucho trabajo artesanal, hoy en día hay una variedad de recursos para hacer lo mismo… si una juzgada tiene un problema ni la tenés que pedir, hay un tipo que va para eso, un operador que se encargó de parar la cámara… Hay un protocolo, tienen diez cámaras. Por eso las transmisiones son extraordinarias.

Admirador del presente, Borda también recuerda las ocurrencias de los primeros años:

-Yo hice el primer noticiero de la televisión argentina, en el Canal 7. Lo producía un tipo extraordinario, Tito Martínez Delbox. Y lo conducía Carlos D'Agostino. Lo original era que había un personaje que era un títere, un perro llamado Niche. Sara Bianchi y Mané Bernardo eran las titiriteras y el perro era el que se encargaba de dar las noticias más candentes, para no comprometer a D'Agostino. Además había un gag al final del programa. Entraba una chica muy bonita con un papel, con la última noticia. Y Carlos decía: "Es mi nueva secretaria". Todos los días era una chica distinta.

-¿Cómo te adaptás al cambio tecnológico? Volver a dirigir, con consolas tan distintas a las de otras épocas, te habrá obligado a actualizarte…

-Seguro. Tuve que aprender a manejar los switchers nuevos. Hay uno que lo llené de etiquetas, para no errarle. Pero no tenés que esperar que te digan que ya no estás para dirigir. Cuando te falla la "cuca", como dicen los brasileños, cuando te ponés lento para resolver los problemas que siempre se presentan en nuestro laburo, ahí te das cuenta que estás pasando la curva.

“Tuve que aprender a manejar los switchers nuevos. Hay uno que lo llené de etiquetas, para no errarle. Pero no tenés que esperar que te digan que ya no estás para dirigir. Cuando te falla la “cuca”, como dicen los brasileños ahí te das cuenta que estás pasando la curva”, afirma
“Tuve que aprender a manejar los switchers nuevos. Hay uno que lo llené de etiquetas, para no errarle. Pero no tenés que esperar que te digan que ya no estás para dirigir. Cuando te falla la “cuca”, como dicen los brasileños ahí te das cuenta que estás pasando la curva”, afirma

-¿Cuál fue el mejor momento de tu carrera?

Sería un ingrato si elijo uno. Tuve mucha suerte. Primero con don Jaime Yankelevich, que nos permitió intentar muchas pruebas, nos dejó ensayar y experimentar sin que tuviéramos todavía la capacidad para hacerlo. Y luego Goar Mestre y los cubanos, que trajeron el negocio de la televisión, la gran escuela, la organización de hacer el trabajo.

-¿Tenés proyectos?

-Sí, me gustaría hacer algo, ideas siempre hay. Pero hay que acomodarse a la audiencia. Te dicen: "Biondi hacía 40 puntos", pero había sólo cuatro canales ¡Hoy hay 170 señales, si alguien tiene 13 puntos es para aplaudirlo!

Vecino de Palermo, en la calle Cabello, el balcón de su departamento es fácil de identificar: es el único que tiene colgada una gran bandera de Racing Club. Vive solo:

-Desde hace doce años estoy sin Beba. Su muerte fue lo más duro que me pasó en la vida

Se le quiebra la voz, sus ojos dejan fluir su tristeza:

Si ella estuviese conmigo, mi vida sería muy distinta. Viajaríamos, que era algo que a ella le gustaba. Pero me tocó vivir esto. No hay día que no la nombre por algo, siempre estoy con el recuerdo de ella por delante. Cuando la perdí, me caí un poco. Y después, pensando en mis hijos y en mis nietos, levanté cabeza. Y el trabajo es una gran terapia, no te podés quedar quieto.

Hacemos las últimas fotos en la plaza cercana a su casa. Algunas personas que pasan lo saludan:

-Lo que pasa es que vivo aquí hace más de cincuenta años. Además, camino mucho por el barrio, por eso me conocen.

-¿Y cómo se hace para llegar a los 90 años lúcido, activo, fresco, así como estás vos?

-Hay que estar en actividad. Igual, me controlo cada tanto. Aunque ahora tengo que volver a cambiar de médico. ¡Ya van dos médicos que me atendían que se retiraron!

Fotos: Maximiliano Luna

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