Durante 52 segundos la alarma de los flaps del Boeing 737-200 que piloteaba Gustavo Weigel (45) llenó la cabina de un bip bip seco, enloquecedor, histérico y, sin embargo, ignorado por los dos humanos que debían prestarle atención. Si hubo una toma de conciencia por parte de los comandantes del vuelo 3142 de LAPA no quedó registrado en el audio estremecedor que grabó la caja negra del avión antes de consumarse uno de los mayores desastres aéreos de la historia argentina.
La última expresión subjetiva, humana, fue 33 segundos antes de que el Boeing se incendiara del otro lado de la pista, sobre la tierra de relleno ganada al Río de la Plata, y salió de la boca de Weigel: "No sé qué es lo que pasa, viejo, pero está todo bien".
No estaba todo bien. Por el incidente, ocurrido el 31 de agosto de 1999 a las 20.54, hace casi exactamente dos décadas, murieron 67 personas y otras 40 sobrevivieron pero nunca salieron mentalmente del todo de ese avión, que jamás despegó su nariz del suelo, y en el envión incontrolado arrancó la reja de Aeroparque, cruzó la avenida Costanera, arrastró un auto que pasaba por allí, le pasó por arriba a una cámara reguladora de gas y empezó a desintegrarse por entre las llamas, sobre un talud de arena de un campito de golf que detuvo en seco su carrera.
La caja negra de voces (Cockpit Voice Recorder) grabó los últimos 30 minutos de la conversación que tuvieron Weigel con su copiloto Luis Etcheverry (35) antes de que ambos murieran. El vuelo 3142 de LAPA pretendía despegar rumbo a Córdoba, donde vivían muchas de las víctimas.
La desgrabación de la charla permitió inferir a los peritos que hubo imprecisiones notables en el chequeo de cabina, que se interrumpió varias veces y nunca se controló el estado de configuración del sistema de flaps (dispositivos que se extienden desde la parte posterior del ala que sirven para lograr la sustentación a menor velocidad) y que por eso chillaba la alarma.
El desastre fue no solamente ocasionado por la desidia del piloto, la cadena de responsabilidades del caso atravesó a civiles, militares y alcanzó a la cúpula de la empresa, que operaba con aeronaves averiadas o en condiciones irregulares, que fueron denunciadas por el ex piloto y director de cine Enrique Piñeyro.
Al momento del accidente, ni LAPA ni ninguna otra compañía en el país tenían un manual de operaciones aprobado, una condición esencial para que una empresa pueda volar porque funciona como marco reglamentario internacional para lo que los tripulantes deben hacer antes, durante y después del vuelo.
En el audio completo se percibe que los pilotos hablan de temas que no tienen nada que ver con su trabajo y que hubo momentos en que Etcheverry ignoró a Weigel durante la repasada a la lista de chequeo anterior a la puesta en marcha del avión.
Mientras debían hacer eso, se escucha que el piloto le dice a su compañero: "Yo te quiero en las buenas y en las malas, boludo, y no soy como vos". Técnicamente se interrumpió el "before start". Para los expertos fue una indisciplina grave.
Antes del minuto 10 de grabación Weigel exhibe su desconocimiento sobre el motor de la máquina que estaba por volar. "¿Este es un básico?", le pregunta Weigel al copiloto. El modelo 737-200 venía con tres motores distintos y la importancia de saber qué se estaba por usar era importante porque cada motor tenía límites de temperatura diferentes.
El minuto 13 fue fatídico. Porque en ese momento de la charla grabada es cuando los comandantes del avión debían posicionarse manualmente. Y eso no se hizo. Segundos después Weigel le pide a la comisaria de a bordo Verónica Tantos que le convide "una sequita" del cigarrillo que ella fumaba. Era la época en que aún estaba permitido consumir tabaco durante los vuelos; sin embargo, no podían hacerlo los pilotos en esa instancia previa al despegue.
El análisis de la cinta que guardó los ruidos de cabina del Boeing de LAPA permitió "comprobar que los procedimientos y controles, realizados por la tripulación de vuelo para configurar la aeronave antes del despegue, adolecen de errores y omisiones". Eso fue lo que informó un mes después del episodio la Junta Investigadora de Accidentes Aéreos al juez de instrucción del caso, Gustavo Literas.
La grabación comenzaba con una charla privada entre los hombres de la cabina y una de las mujeres, probablemente Tantos, con el avión todavía estacionado.
A los 29.48 minutos de la grabación Weigel anuncia "vamos, vamos" y desde la torre de control responden "vamos 3142". Menos de 10 segundos más tarde se registra el sonido de liberación de los frenos y la aceleración de motor y Weigel repite "vamos". En ese momento, el piloto debió registrar la posición de los flaps pero, según la grabación, no ocurrió.
A los 30.05 Etcheverry hace el control final antes del despegue o "before take off", esto es, mencionar cada ítem de chequeo, que el piloto controla y responde. El último punto es el que debe determinar que las azafatas están en sus puestos para despegar.
"¿Las sentaste ya?", pregunta el copiloto a Weigel. Según los peritos, para ese momento ambos trabajadores de LAPA ya habían omitido cinco controles obligatorios según el manual de vuelo: el sistema integral de alarmas, los estabilizadores de la carrera de despegue, las puertas de la cabina, el control de vuelo y los trágicos flaps.
"Tripulación de cabina ocupar sus puestos", advierte el copiloto en el minuto 30.17 de la grabación y Weigel le dice a Tantos, que estaba en la cabina aunque no podía, que se siente.
Inmediatamente Etcheverry anuncia a la torre "despegamos" y le habla a un tercero: "Correte Adrián, que te piso", dice y alguien responde un lacónico "bueno".
Era el comandante Adrián Sterba. "En mi declaración durante la instrucción yo no había recordado la famosa frase, pero esa noche los vuelos estaban muy restringidos, por lo que le respondí algo para no distraerme", contó en 2008 quien durante la época del accidente volaba para la desaparecida Southern Wings.
Mientras Etcheverry bromeaba con Sterba cobró fuerza y volumen el ruido de la aceleración de los motores del Boeing y un segundo después empieza a chillar la alarma de los flaps, que en la grabación complica la audición de las voces de Weigel y Etcheverry.
Durante el medio minuto siguiente el piloto pudo abortar el despegue advertido por la alarma pero no lo hizo y dejó que el avión llegue a la V1, que es la velocidad de despegue.
Weigel dice "no" tres veces y luego se pregunta, con un tono bastante calmo "qué pasa, che" y ocho segundos después repite "no sé qué es lo que (aquí emite una palabra indescifrable) pasa, viejo, pero está todo bien".
El piloto no volvió a hablar nunca más. Etcheverry pronunció situaciones del despegue: "Eighty knots", "V1", "Rotate", "V2" dijo antes de morir. En la grabación deja de escucharse sus voces durante los siguientes 13 segundos. Hasta que se distingue el sonido del impacto: una deformidad que suena a hierros, arrastres y caos pero no se distingue ninguna voz humana, ni un solo pedido de ayuda, ni una exclamación o un ruego antes del desastre.
A esa altura de la situación el avión de LAPA carreteaba a 296,9 kilómetros por hora. Bajaría a velocidad cero y entraría en la historia trágica argentina en cuestión de milésimas de segundo.
El diálogo final completo
Cte.: comandante
Cop.: copiloto
TWR.: torre de control
30.34 – 30:57
Cte.:"¿Tenía una avioneta atrás?" (se escucha en muy bajo volumen).
TWR.: "¿Despegamos uno dos?"
Sonido de liberación de frenos de estacionamiento.
Cop./TWR.: "Despegamos."
Cop.: "Correte Adrián que te piso."
Otra voz: "Bueno."
30:58
Comienza ruido de aceleración de motores.
31:00
Ruido de aceleración máxima de motores.
31:01
Comienza ruido de alarma ("Bip, bip, bip").
31:05
Cte.: "No, no, no, ¡eh!"
31:12
Cte.: "¿Qué mierda pasa?"
31:16
Cop.: "Take off thrust set, speed alive"
31:20
Cte.: "No sé qué es lo que es, viejo, pero está todo bien" (dudoso).
31:23
Cop.: "Eighty knots."
31:36
Cop.: "V 1."
31:37
Cop.: "Rotate."
31:39
Cop.: "V 2."
31.41 – 31:45
Sonido mecánico continuo de shaker de comandos (Stick Shaker).
31:45
Sonido de desaceleración de motores. Cortó.
31.46:04
Sonido de impacto.
31:52
TWR.: "3142 y…" (corte de grabación).
La causa
En 2014, la Corte Suprema de Justicia decretó el fin de la causa LAPA, luego de no aceptar un recurso presentado por los familiares de las víctimas para que se revea la imputación por estrago doloso y revoque la absolución de los principales directivos de la compañía aérea. Esa decisión cerró las posibilidades de que alguien fuera preso por una de las mayores tragedias de la historia de la aviación del país.
El juicio había terminado el 2 de febrero de 2010, cuando el Tribunal Oral Federal 4 absolvió en la célebre Sala AMIA de Comodoro Py a todos los funcionarios de LAPA que habían sido procesados, excepto a Valerio Diehl (gerente de operaciones) y Gabriel Borsani (jefe de línea de Boeing 737-200), a quienes condenó a tres años de prisión en suspenso por "estrago culposo agravado", ya que, según los fundamentos del fallo, "elevaron el riesgo permitido al haber ascendido al piloto Gustavo Weigel al puesto de comandante de avión".
Simultáneamente los jueces sobreseyeron a los directivos de la empresa Gustavo Andrés Deutsch, Ronaldo Patricio Boyd, Nora Silvina Arzeno y Fabián Mario Chionetti.
Como si fuera una broma macabra del destino, Deutsch, dueño de LAPA, murió en 2014 en un accidente aéreo, cuando cayó con el avión que piloteaba sobre una casa en Nordelta.
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