Gustavo Sofovich, productor de televisión e hijo de Gerardo, habló sobre su adicción a las drogas y al juego, cómo afectó su vida, su relación familiar y cómo lucha en su recuperación. "Rompí los espejos de mi casa porque no quería verme, mi realidad me lastimaba", reveló sobre uno de los momentos más crudos que atravesó.
"Disfrutaba de ser el hijo de Gerardo, disfruté mucho la vida con él", recordó el productor de La Peluquería de Don Mateo y Polémica en el Bar. Luego de relatar momentos de su infancia relacionados a la actividad de su padre -"los chicos hablaban de los programas de papá"-, contó cómo comenzó a consumir drogas.
"Una vez en Mar del Plata una chica me dijo: '¿Probaste alguna vez droga?'; hasta los 17 no había tenido noción de lo que era. Estaba teniendo sexo en casa, sacó y probé", describió Gustavo Sofovich sobre la primera experiencia. Y reflexionó: "Hoy a mi nene le trato de enseñar que el que prueba es el boludo; y yo fui el boludo en ese momento, no sabía donde me estaba metiendo", declaró en diálogo con Jorge Lanata en TN.
A la vez, reveló que lo ayuda muchísimo en "la lucha día a día" no tomar alcohol: "Es un trampolín directo a la droga".
En particular sobre la cocaína, relató: "Tomé 30 años, y como máximo paré tres, cuatro meses, lo que lograba parar. A los 22 años con mi primer tratamiento logré estar un año. Manejar no maneja nadie la droga", agregó.
De aquella primera vez en Mar del Plata, el productor de televisión expresó que estuvo "3o días sin parar". "Tomaba 10 gramos de falopa por día, compraba grandes cantidades porque no quería ver a los punteros, me molestaban", contó. "Por desgracia, mi cuerpo se lo bancaba", agregó.
En su peor momento de adicción, Sofovich indicó que estuvo ocho días sin dormir: "Con la droga hay una paranoia feroz, veía sombras en casa, prendía la luz y las buscaba, las sombras estaban pero las abrazaba y no había nadie. Ahí te das cuenta de que estás alucinando".
"Cuando arrancaba era imposible parar. Yo controlo no tomar, trabajo para eso pero tengo en claro que no tengo termino medio: arranco y me lastimo", reveló conmovido: "Me costó un huevo llegar a donde estoy; puedo ayudar a mucha gente contándolo, paré de drogarme un año antes de que papá falleciera, estuve tres años y pico y luego recaí", expresó sobre su lucha por recuperarse.
"Yo creo que el único que no se daba cuenta era Gerardo porque no quería darse cuenta. Un día encontró una pajita en el baño y automáticamente le cayó la ficha", comentó sobre como Gerardo Sofovich se enteró de su adicción. "Me habló muy bien, con mucho amor", comentó.
"Intenté dejar muchas veces. Me molestaba el ruido de los obreros trabajando a la mañana, a la noche en silencio me molestaba mi propio ruido, me molestaba el aire, el calor, el frío, la vida se había transformado en una pesadilla", abundó. E insistió: "Te das cuenta que dejas de estar de novio con la droga y te transformas en un prisionero".
Con el relato de una escena de su hogar describió el grado de sufrimiento que atravesó: "En mi casa no había espejos, yo decía que el espejo es el que nunca te miente entonces los había roto todos para no verme, no quería verme, mi realidad me lastimaba".
"Me bañaba siete veces por día porque se me estaba saliendo de la piel de todo el ácido de la droga que había consumido durante un año", añadió.
Consultado sobre si consumía drogas con amigos, explicó: "Hasta la gente que consumía conmigo la pasaba mal. Se acaba la droga y se acaban los amigos. La droga es como los amigos del campeón, se acaba y cada uno sale volando".
Su relación con Gerardo Sofovich
Gustavo Sofovich comentó cómo fue el proceso de internación y recuperación de su adicción. "Comencé a comunicarme con papá, me cansé de sufrir". "Gerardo me abrió las puertas, murió ocho días antes de que cumpliera un año de recuperación, me empezó a gustar la vida, fue hermoso compartir ese año con él. Nos regalamos estar juntos, no quedó nada pendiente", continuó.
Sobre los últimos días de vida de Gerardo, el productor de televisión declaró que su padre estaba "con dolor, con oxígeno", y que le reveló: "Te veo bien a vos, hice todo; no voy a sufrir, Gustavo". Al respecto comentó que su padre trató el tema de la droga "con desesperación". "No le importaba nada de lo que yo hiciera mal, lo único que le importaba era que no me drogara. Gerardo se fue bien, lo único que no podía manejar de su vida era mi adicción", dijo.
En otro tramo de la entrevista se refirió a otro problema que enfrentó: la ludopatía. Y contó lo que hizo el día después de la muerte de su padre. "Me fui a jugar, perdí una guita grande, fui a joderme, a tapar el dolor con otro dolor. Me perdí toda la guita en el juego, es un disparador hacia la droga".
Sobre su relación con sus hijos, dijo que disfruta de "acompañarlos y verlos crecer". Y agregó que: "Una de las cosas que más cuido es la salud, me preocupo, me hago chequeos". "Busco ser recordado como una persona de bien", concluyó emocionado.
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