El rechazo a la instalación de criaderos de salmón en el Canal de Beagle, frente a las costas de Tierra del Fuego, gana cada vez más eco. Con un multitudinario almuerzo, el reconocido chef argentino Francis Mallmann anunció que no utilizará más estos peces de criadero en sus restaurantes y acompañó así una iniciativa impulsada por varias ONG y la empresa Patagonia que pretenden que se dé de baja un proyecto que se estudia en la provincia.
"Después de 25 años de vender salmón de criadero en todos nuestros restaurantes, hemos decidido prohibir este producto en un esfuerzo por restaurar poblaciones de peces salvajes", explicó Francis Mallmann. Y agregó: "Nunca es tarde para aprender y comenzar de nuevo".
La jornada, de la que participaron unas 500 personas, también contó con el testimonio de Augusto De Camillis, buzo y camarógrafo local de la ONG Beagle Secretos del Mar quien relató su experiencia buceando dentro las jaulas y explicó lo difícil que le resulta contar lo que vio. "Muerte es la primera palabra que se me viene a la cabeza", describió.
"Un espacio fétido y putrefacto. Eso es lo que vi cuando buceé en las jaulas de salmones en Chile", explicó Ramón Navarro, embajador ambiental de Patagonia. "Mucha basura, fango, tubos y demasiados desechos. Ustedes tienen la oportunidad de hacer lo que nosotros no pudimos: informarse y prohibir las salmoneras en Argentina", aseguró.
En 2018, el Gobierno Nacional y el de la provincia de Tierra del Fuego otorgaron a la Corona Noruega la posibilidad de desarrollar la salmonicultura en el Canal Beagle. En marzo de ese año se firmaron tres convenios entre Innovation Norway, el Ministerio de Agroindustria, Fundación Argentina para la Promoción de Inversiones y Comercio Exterior, y la Provincia de Tierra del Fuego. Estos acuerdos se realizaron dentro del marco de la Ley Nacional de Acuicultura, que busca promover el desarrollo de la industria.
El primer paso en este convenio fue la realización del estudio de carga y factibilidad para la instalación de jaulas en el Canal Beagle por parte de Noruega. A principios de marzo del 2019, los resultados del estudio revelaron los posibles puntos para el cultivo de salmones con el nombre de "puntos de sacrificio". Sin embargo , a los pocos días, el Concejo Deliberante de Ushuaia prohibió la instalación de cualquier infraestructura para la cría intensiva de salmones en el tejido urbano del municipio. Al mes siguiente, y debido al repudio social, representantes del gobierno provincial declararon públicamente que las salmoneras estaban "fuera de la agenda".
También a través de un comunicado, la Cancillería, demostró su rechazo a la actividad en el Canal Beagle, tanto en Argentina como en Chile. Actualmente se espera la publicación de los resultados del estudio de factibilidad.
Durante la jornada, que culminó con el estreno del documental Artifishal, hubo expertos que dieron sus puntos de vista. Juan Ignacio García, de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego dijo que, según pudieron saber, estos emprendimientos tampoco servirían en términos de empleo: "Argentina solo aportaría el recurso y competiría con una industria como el turismo, que sí genera trabajo y desarrollo para la provincia", explicó.
Víctor Vargas, representante de la comunidad Yagán explicó que como sucedió con el castor, el hurón o la trucha, su comunidad ya conoce hace más de 150 años lo que sucede cuando se introduce una especie exótica en un ecosistema que no está preparado para recibirla. "Es un desequilibrio natural que tenemos la oportunidad de evitar, porque aún no se instalaron las salmoneras. La buena noticia es que aún podemos evitar una tragedia ambiental", aseguró.
Los estudios indican que luego de 8 años, la jaula de salmón termina por destruir toda la biodiversidad del sector donde fue instalada, matando a todos los seres vivos y dejando un espacio muerto de muy difícil regeneración. Cada jaula ocupa el tamaño de una cancha de fútbol. Martina Sasso, Directora de Sin Azul no hay Verde se refirió a la oportunidad de que Tierra del Fuego sea una provincia pionera: la primera del mundo en prohibir las salmonicultura en su territorio.
Qué pasa en otros países
En los Estados Unidos, después de 3 décadas de salmonicultura en aguas estatales, Washington decidió prohibir las granjas de salmón en 2018. Luego de una crisis causada por un escape masivo de 260.000 salmones por el colapso de una red, se restringió el cultivo de especies no nativas y se avanzó en el desmantelamiento progresivo de la industria para 2025. Y Canadá comenzará este año a clausurar granjas de cultivo de salmones en el Archipiélago Broughton.
Mientras que en Chile, la última crisis causada por esta industria se trató de un boom de microalgas debido al aumento de amonio liberado por los excrementos de los peces.
Entre noviembre de 2016 y abril de 2018 fallecieron 17 trabajadores (10 buzos, 3 tripulantes de embarcaciones y 2 transportistas). Esta situación provocó la muerte de 37.000 toneladas de salmones que se tiraron al mar a unos 70 kilómetros de la isla de Chiloé porque en tierra eran una amenaza para la salud de la comunidad. Sin embargo, menos de un mes después, aparecieron 343 ballenas muertas y otros animales desde crustáceos y moluscos hasta aves y lobos marinos.