Del afán de vivir para posar, a terminar enloquecidos y hasta poniendo en riesgo la vida. Cada vez son más las personas que se enfocan en cuántos likes tienen en las fotos y videos que comparten en las redes sociales. Esta tendencia se está convirtiendo en una competencia entre las publicaciones que preocupa a los expertos. Pero ¿cómo funcionan en la mente de un adolescente? La médica psiquiatra Graciela Moreschi lo explicó con una simple pero alarmante frase: "La vida se convirtió en un espejo y estamos mirándonos todo el tiempo en él".
Para la especialista, los "Me Gusta" son como mirarse al espejo todo el tiempo y ver cómo te califican los otros. "Siempre tuvimos la necesidad de la devolución de la imagen que nos da el otro, pero no teníamos las posibilidades de esta comparación que dan las redes, lo que se convierte en una loca carrera por alcanzar determinada popularidad a partir de los likes".
En declaraciones a Radio Mitre, Moreschi recordó que toda la vida la gente se miró en la repercusión que tenía en el otro, sobre todo cuanto más chico, pero ahora con las redes sociales se tiene la posibilidad de medir ese impacto, de saber y de compararse con un amigo o un hermano, que también están ahí, pero tienen más o menos likes que uno. "Esto es uno de los efectos terribles de las redes sociales, porque la vida, el mundo, se convierten en un espejo y estamos mirándonos todo el tiempo en él".
Para la médica, esto provoca cada vez más trastornos narcisistas, que tienen que ver con esto de medirse y estar tan atentos a la mirada del otro. "No es algo nuevo y siempre lo necesitamos; tampoco está mal el uso de la tecnología, lo importante acá es saber los efectos que esto provoca", alertó la psiquiatra.
Moreschi comparó esta tendencia con la depresión. "Con likes o sin likes, la gente está posteando para armarse una vida que no tiene, y el otro ve esa vida y la compara con la suya y si no tiene la suficiente cantidad de fotos de familia o de sus vacaciones, se siente un perdedor".
Pero ¿la tecnología transparenta o potencia algo constitutivo del ser humano? "La tecnología potencia lo que siempre estuvo en el ser humano. Todos tenemos aspectos narcisistas y necesitamos la mirada del otro para constituirnos, y eso nos permite transformarnos con la devolución del otro. Pero cuando lo único que aparece es esa necesidad de demostrar si gusto o no, eso no es transformador, es simplemente calificador, es una calificación cuantitativa. Esto hace que nos congelemos muchísimo más y digamos: esta es la imagen que tengo que dar", explicó.
Moreschi recibe muchas consultas de jóvenes entre 14 y 17 años por casos de bullying. "Cuando alguien te dice 'no me gustás' o hay una burla, esto tiene un alcance impresionante. Una cosa es el bullying real y otra cosa es lo que pasa en la mente de la persona, que es la realidad psíquica, algo tan importante como la realidad real".
Según la especialista, "una persona que vio que alguien le puso 'esto te queda horrible', siente que ese comentario se viralizará y va a ser visto por todas partes. Cada vez hay más consultas sobre este tema y uno se esconde, siente que todo el mundo se burla y no quiere ni salir a la calle, en algunos casos".
Los haters
Los comentarios violentos invaden internet y los especialistas aclaran que se trata de la expresión de una sociedad enferma que favorece que personalidades con carencias afectivas y frustraciones destilen su malestar contra otros más débiles emocionalmente.
"Esta fórmula es más cruel y directa porque aparece el anonimato. Uno puede largar cosas que no se atrevía a decirle a alguien en la cara y puede estar descargando su bronca, los resentimientos o aprovechar para vengarse de alguien que no le cae bien. Esto en la mente de las personas tiene unos alcances impresionantes", advirtió Moreschi.
Pero ¿qué logra el hater agrediendo a alguien gratuitamente en las redes sociales? "Es una manera cobarde de descargar toda la bronca en el otro. Esto se ve muchísimo en los adolescentes. Aquel que no me gusta va a encarnar todo aquello negativo que yo tengo y lo expongo, le tiro toda la bronca y esto alivia. Es casi un elemento natural e inmaduro", explicó la psiquiatra.
El fenómeno Hater es una tendencia en aumento. Las agresiones verbales en las redes sociales son cosas cotidianas. Los comentarios hirientes, discriminatorios o violentos se multiplican y su impacto preocupa a los especialistas ya que no es igual en adultos y en chicos.
"Estos comentarios dañan mucho más a los adolescentes porque esa persona se está constituyendo y realmente necesita de la mirada del otro para hacerlo. El adulto está más armado. Sin embargo, depende siempre del 'Yo', de su fortaleza, de la cantidad de amigos que uno tenga. Porque hay muchas personas que están solas y necesitan mucho de esta sociabilidad de redes y por lo tanto son frágiles y si los agraden sienten que su mundo se desmorona", explicó Moreschi.
Para la médica psiquiatra, en la actualidad son muchísimos los adolescentes que se sienten excluidos y las familias tienen parte de responsabilidad. "Los jóvenes tienen mucho menos tiempo que hace años y los padres casi pareciera que fomentan eso. Los chicos tienen tantas actividades, pero en realidad se sienten totalmente solos", advirtió.
Según Moreschi la fantasía es: cuanto más perfecto soy, más amigos tengo. Pero en realidad no es así. "El amigo o el afecto, aparecen a través de las heridas. Se comunica con el otro desde la falta. Al que admiramos lo aplaudimos, pero no nos acercamos. Esta falsa percepción deja absolutamente más solo al adolescente porque estimula una competencia. En realidad tu amigo es aquel al que le decís 'fulanito no me da bola y el otro te consulta y te aconseja'. Y no al que le decís: 'Todos quieren estar conmigo'. Esto no estimula el vínculo más cercano. A la gente uno la quiere a través de la falta, no a través de los brillos. El brillo es para competir", concluyó.
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