Sobre la costa del Río de la Plata, entre la disco Pachá y el restaurante Morena, se ubica el epicentro de una obra hídrica de gran magnitud que servirá para reducir el impacto de las lluvias y las sudestadas que generan anegamientos e inundaciones en cinco barrios porteños. Se trata del futuro punto de descarga del segundo emisario del arroyo Vega, que las autoridades esperan beneficie a 315 mil vecinos.
Allí se cavó un pozo de 35 metros de diámetro y 25 metros de profundidad, que se conecta con un túnel de 5,3 metros de diámetro y 8,3 km de extensión (abarcando un 49% de la cuenca), que nace en Costanera Norte y pasa por debajo de la calle Pampa para finalizar en las calles Nueva York y Helguera, en Parque Chas.
Para darle forma a la circunferencia del pozo se construyó un muro al lado del otro en forma vertical con juntas bien parejas entre uno y otro para que no haya ninguna fisura. "Este pozo va a estar siempre lleno de agua hasta el nivel de la descarga. Y cuando llueva, el agua de los barrios ingresará por el túnel en construcción y desembocará en el río. Este nuevo sistema resuelve el problema de la sudestada, que es cuando el río crece y trae el agua a la ciudad", explicó a Infobae el ingeniero Eduardo Cohen, director del Plan Hidráulico porteño.
El túnel que nace en ese pozo atraviesa Villa Ortúzar, Agronomía, Parque Chas, Colegiales y Belgrano; pasando por uno de los lugares más complicados en términos de riesgo de inundación (que es la zona de Cabildo y Blanco Encalada) y topándose con algunas de las estaciones de subte de las línea B y D, redes cloacales de AYSA y la cabecera norte del aeropuerto.
"Es una obra impensable, que muchos vecinos desconocen porque se está haciendo en silencio. Atravesamos toda la ciudad bajo tierra para aumentar la capacidad actual del arroyo Vega y que el agua drene con mayor facilidad cuando hay lluvias intensas", explicó a Infobae Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano y Transporte de la Ciudad, quien detalló que hasta el momento se llegó hasta La Pampa y Triunvirato.
Para entender la magnitud de esta construcción, Infobae se sumergió por esos 25 metros para observar cómo trabajará ese túnel, que duplicará la capacidad actual de emisario del Arroyo Vega gracias a este nuevo conducto aliviador.
Este túnel será el receptor del agua de las lluvias que absorben unas cinco cámaras derivadoras ubicadas en puntos estratégicos de la ciudad: El Cano y Crámer, Barzana, Lugones, Victoria y Helguera.
Por ese conducto solo circulará agua, ya que la basura que se acumula en las veredas y las calles irá hacia el primer emisario del arroyo Vega, que finaliza a la altura de Ciudad Universitaria.
La obra consiste en la ejecución de conductos circulares con sus respectivas cámaras, sumideros, nexos y demás componentes secundarios, a fin de resolver, en esas ubicaciones, los problemas por la falta de red de captación pluvial. Tendrá tableros de cierre y una estación de bombeo, que expulsará el agua hacia el río en caso de ser necesario.
"Hoy la cuenca soporta 48 mm de una lluvia fuerte constante durante dos horas, pero con esta obra esa marca alcanzará los 81 mm", precisó el ingeniero Cohen.
Este plan de mitigación actual se complementará con un sistema de alerta de tormentas, prevención y contingencia, que ya fue puesto en marcha el año pasado pero que recién empezará a funcionar en 2020.
"La ciudad cuenta con 34 sensores que miden la intensidad del viento y el nivel del agua. Están acumulando esa información desde hace un año, que el día de mañana se utilizará para predecir qué zona será la más afectada ante una eventual tormenta y actuar de manera preventiva antes que se produzca la inundación", detalló Cohen.
Actualmente hay 16 obreros trabajando por turno, día y noche, que son los encargados de manejar las máquinas excavadoras y las grúas que sacan la tierra. El túnel está compuesto por anillos. Se coloca uno por cada 1,5 metros excavados para ir dándole la forma al recorrido. "Se excavan alrededor de 25 metros por día y la totalidad de la obra estará compuesta por 3.925 anillos. El último se colocará a la altura de la Plaza Victorica, en Parque Chas", contó Cohen.
Tras la experiencia adquirida con los túneles del Arroyo Maldonado, se decidió trabajar con tuneladoras, que generan mucho menos impacto urbano, separándolo en dos tramos.
En el primer tramo, de 5,9 kilómetros, se utilizó una tuneladora de 5,3 metros de diámetro, mientras que para el segundo tramo se está usando otra de 3 metros que permite instalar tuberías sin realizar zanjeo, mediante el procedimiento de Pipe Jacking.
Una vez finalizado el segundo emisario se van a construir ramales secundarios en Donado, Elcano, Victorica, Álvarez Thomas, Balbín, Constituyentes, Delgado, Freire, Lugones, Roseti, Sucre y Tronador.
En total, se van a sumar más de 9 kilómetros de obra que va a aumentar la capacidad de conducción de la red secundaria mediante la construcción de los 12 nuevos ramales.
La obra del segundo emisario del Arroyo Vega está financiada en gran parte por el Banco Mundial. De los 200 millones de dólares que cuesta su ejecución, la Ciudad aportó un 32%. Para el túnel, se utilizarán 150 millones de dólares mientras que el resto se destinará a las obras complementarias. Las primeras pruebas se realizarán en agosto y su finalización está proyectada para septiembre de este año.
Fotos: Adrián Escandar
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