Motos, cuero y rock: ¿quiénes son "los hombres de negro" que recorren Buenos Aires?

Vestidos en cuero, barbas tupidas y entre el rugir de los motores recorren en caravana la Ciudad y el Gran Buenos Aires. Tienen una misión y no se apartan de ella. Hasta se animaron a ir a "¿Quién quiere ser millonario?" para lograr su propósito. Los códigos de una banda de amigos que rompe todos los estereotipos

Guardar
“Somos una gran familia”, definió Javier Rodríguez. (Grupomotociclista Solidario)
“Somos una gran familia”, definió Javier Rodríguez. (Grupomotociclista Solidario)

El cuero negro, las barbas tupidas, algún elemento de metal sobre sus cuerpos fornidos y el rugido estentóreo de sus motocicletas en caravana acentúan el prejuicio en el imaginario colectivo. Aunque otros los observan con fascinación. Pero debajo de esas falsas apariencias rudas y poco amistosas a las que les gusta el rock, hay corazones llenos de nobleza, movidos por un férreo espíritu solidario.

Desde hace cinco años,  el Grupo Motociclista Solidario, con sus 15 integrantes, son una suerte de Reyes Magos sobre motos de alta cilindrada. El grupo dedica sus días a organizar festivales y colectas solidarias para llevar alimentos y regalos a las niñas y niños de barrios carenciados de la zona norte de la provincia de Buenos Aires y del interior del país. Con sus motos, y ese espíritu de ofrenda, van donde los necesiten.

Hace unos días participaron del programa "Quién quiere ser millonario" (Telefé) y avisaron que el pozo de $180.000 que ganaron será destinado a comprar juguetes para donar en sus Motofestivales. Se trata de multitudinarios conciertos de rock desde donde se teje esa red solidaria.

Video: Javier Rodríguez(Grupomotociclista Solidarios) en "Quién quiere ser millonario".

Cómo trabaja el grupo de motociclistas solidarios

"Somos un grupo de motociclistas que hace festivales con bandas de rock y la gente acerca alimentos que repartimos en los mismos festivales antes que toquen las bandas. El ambiente es muy familiar y chicos a los que asistimos se quedan a ver los shows", contó a Infobae Javier Rodríguez, miembro del grupo fundado en 2014 por Julio, un motociclista que murió en diciembre pasado.

El legado quedó intacto y sus miembros actuales asumen a diario el compromiso de continuarlo. Por eso crean eventos para reunir fondos.

Javier (al frente) con el apoyo del grupo participó de un programa de entretenimiento y ganó $180.000 que serán destinados a comprar donaciones. (Grupomotociclista Solidario)
Javier (al frente) con el apoyo del grupo participó de un programa de entretenimiento y ganó $180.000 que serán destinados a comprar donaciones. (Grupomotociclista Solidario)

"Los eventos se hacen generalmente en el partido de Tigre. Pero como convocamos bandas grosas, muchas conocidas y otras no tanto, pero todas buenas, a veces los vecinos de otros municipios vecinos nos requieren, y hacemos los shows allí", contó el participante del programa televisivo.

"Fiel al espíritu solidario, ninguna de las bandas nos cobra por tocar en los Motofestivales. Vinieron La Renga y Memphis, por ejemplo, y no nos cobraron ni un centavo. Los comerciantes de los barrios también nos ayudan: les compramos la mercadería pero siempre nos dan más de lo que pagamos", dice emocionado.

Algunos de los comedores comunitarios que apadrinan los miembros del grupo de motociclistas, y que reciben las donaciones, están en Olivos, Garín y El Talar, pero desde hace 5 años recorren distintas zonas de la provincia de Buenos Aires e interior del país.

“Ninguna de las bandas nos cobran por tocar en los Motofestivales. Vinieron La Renga y Memphis, por ejemplo, y no nos cobraron un centavo.”
Los “motofestivales” son multitudinarios. Miles de personas se reúnen para escuchar buena música y compartir su pasión por las motos. (Grupomotociclista Solidario)
Los “motofestivales” son multitudinarios. Miles de personas se reúnen para escuchar buena música y compartir su pasión por las motos. (Grupomotociclista Solidario)

—¿En qué momento decidiste sumarte al grupo?

—Me contactó Julio, que falleció en diciembre pasado, porque como soy repartidor de mercadería de panadería y necesitaba hacer el catering para las bandas que tocaban en un festival, me pidió ayuda. ¡Bah, prácticamente me vino a manguear!— ríe—. Pegamos onda y seguimos hablando. Después comencé a ayudar al grupo en los eventos y hace tres años me quedé. Yo siempre traté de ayudar a quienes lo necesitaban y como Julio tenía ese don de enseñar a los demás a actuar en conjunto para hacer algo más grande y no para dar simplemente un poco de limosna, él nos enseñó a trabajar de manera conjunta.

¿Cómo es el trabajo que realizan?

—Hacemos la recolección de los juguetes, luego los entregamos las donaciones a los responsables del comedor o merendero. Si en ese momento están los chicos compartimos con ellos y jugamos un rato. Aunque nuestra función primordial es acercarles las donaciones.

¿Cómo definís al grupo de motociclistas?

Somos una gran familia unida por el amor a las motos y con espíritu solidario. No somos un grupo cerrado, si una persona tiene ganas de trabajar y ayudar, cumpliendo nuestro propósito, que es tratar de darle a los chicos todo lo que podamos, es bienvenido.

Hasta el momento, el grupo llevó donaciones a Entre Ríos y a las provincias del Norte del país. También en un viaje solidario se reacondicionó una escuela en Chaco. Pero, por la situación económica actual, ahora se les está dificultando costear los viajes, dice Javier.

“Somos una gran familia unida por el amor por las motos y con espíritu solidario”.
(Grupomotociclista Solidario)
(Grupomotociclista Solidario)

Definiste al grupo como una familia. ¿Qué es lo que hace que lo sientas así?

—El motociclismo en sí lo es porque un motero nunca te deja tirado ni en ruta ni en ningún otro lugar. Siempre se va a contar con un motociclista en la ruta y si alguien tiene un problema, aunque pertenezca a otro grupo, también se lo asiste. Hace unos días, por ejemplo, se le incendió la casa a uno y en todas las redes de motociclismo se movilizaron para juntar cosas y arreglarle la casa. Hay acciones solidarias que se hacen en conjunto y como somos muchos se realizan más rápido. Es como un grupo de amigos, pero mucho más grande.

Javier cuenta que los motofestivales y motoencuentros,  así los llaman,  se realizan todos los fines de semana, por eso todos se conocen. Además, en esos eventos, los moteros acuden con sus familias.

"¿Viste que los chalecos que tenemos están llenos de parches? Bueno, esos son parches de amistad y son los logos de otras agrupaciones amigas que fuimos conociendo en los motoencuentros. De esa manera también nos reconocemos con el otro", reveló.

Es tal el sentimiento de hermandad entre las agrupaciones de motociclistas que cuando el grupo fundado por Julio organiza los festivales solidarios los otros están. "Siempre preguntan qué necesitamos, en qué pueden colaborar, siempre están apoyando", aseguró.

“Un motero nunca te deja tirado. Ni en ruta ni donde estés”.
(Grupomotociclista Solidario)
(Grupomotociclista Solidario)

La acción que rompe con los prejuicios sociales 

¡Son más buenos que el pan! Pero el rugir de sus motores hace que quienes los ven desde lejos piensen lo contrario.

"Nos encontramos de todo en la calle. Hay gente con la que directamente no nos relacionamos y otras que nos miran mal, pero después de conocernos confiesan lo que pensaban de nosotros y asumen el prejuicio. Eso nos da  satisfacción. Entienden que nos vestimos así o andamos en moto por una cuestión de gustos y no porque seamos 'motochorros', como dicen muchos", aseguró, algo molesto.

—Si alguien les dice "motoqueros" en lugar de motociclista ¿lo toman como un insulto?

—¡Sí!  Somos moteros o motociclistas, no motoqueros. En la ruta  respetamos todo y cuando vamos en una caravana no nos salimos de ella.  A diferencia del motoquero, tenemos nuestros códigos y nuestra forma de andar en la ruta. Si ellos son diez motos, son capaces de ocupar todos los carriles. Jamás hacemos eso.

(Grupomotociclista Solidario)
(Grupomotociclista Solidario)

¿Qué es lo que más disfrutás al andar en moto?

—¡Es hermoso ver cómo se junta la gente para vernos pasar cuando vamos en caravana por la ruta! Se paran al costado y nos miran como si pasara un circo: miran con asombros, sacan fotos y dicen: "¡Ahí vienen las motos!". Y cuando llegamos a algún pueblito muy pobre, al que vamos a hacer algún tipo de actividad, es impresionante ver cómo salen los chicos de sus casas; va, casi toda la gente sale, para recibirnos… Y hay otros que nos miran raro, como diciendo "¿Estos negros quiénes son?".

El Grupomotociclista Solidario está organizando dos festivales para celebrar el Día del Niño el 25 de agosto. El primero es una suerte de previa para adultos que se realizará el 21 de julio en Escobar. Allí recaudaremos los fondos parar comprar bicicletas y juguetes  para organizar el evento mayor del 25 de agosto en El Talar.

El festival será abierto para la comunidad y quienes quieran asistir deberán llevar un alimento no perecedero o un juguete, o pagar un bono solidario de $ 50 que habilita a participar de los sorteos (cascos, elementos para las motos, etc.)

¿Llegaron a contabilizar la cantidad de donaciones entregadas y la cantidad de chicos a los que ayudaron?

—¡No, imposible! En el último motofestival teníamos más de 500 juguetes para repartir, más las bicicletas y  los regalos que llevó el público ese día. Además había más de mil bolsitas de golosinas y se entregó todo. No tenemos mucha noción de la llegada que tenemos, personalmente no sé si logramos cubrir todo porque en el último festival vinieron unas 12 mil personas. Cuando el público se entera que tocará La Renga, por ejemplo, ¡imaginá lo que es eso!

La banda nacida en 1988 en el barrio de Mataderos suele participar de los festivales solidarios que organizan el grupo de motociclista y cuando eso sucede, una vez más, la familia motera dice presente.

"Cuando ellos vienen no contratamos seguridad, de eso se ocupan otros moteros amigos que ayudan durante el concierto para que no haya desmanes. Somos una gran familia en verdad", define nuevamente el hombre que se animó a jugar con Santiago del Moro.

¿Por qué participaron del programa?

—Decidimos anotarnos para ver si podíamos ganar dinero y si no, para dar a conocer nuestra agrupación. La producción se contactó con nosotros, participamos y quedé yo porque ¡los otros no se animaron!—se ríe—.

En el programa ganaron $ 180.000 y todo eso irá destinado a seguir ayudando a los chicos.

Seguí leyendo: 

La asociación DAR es DAR recolectó más de 2.700 donaciones para abrigar a quienes más lo necesitan

Da clases gratuitas de matemáticas en una plaza, vive de changas y busca trabajo para tener un lugar para seguir enseñando

Guardar