El drama detrás los cuerpos enterrados como NN: “Mi hermano desapareció y murió en un accidente de tren, pero me enteré 26 años después"

El cuerpo sin vida y sin documentos de Jorge Anglada fue hallado en la estación de Temperley y enterrado como NN en el cementerio de Lomas de Zamora. Su familia creyó que se había ido al Paraguay para armar una nueva vida. Lo buscaron y esperaron siempre casi tres décadas. Ahora fue identificado gracias a un trabajo que lleva adelante, desde 2013, la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas que ya logró identificar a 301 cuerpos

Jorge Anglada le contó a Infobae cómo se enteró de la muerte de su hermano Rubén

Después de buscar a su hermano durante 26 años, con la esperanza de que se haya radicado en Paraguay y comenzado una nueva vida, un llamado le confirmó la peor noticia: Rubén Anglada había fallecido en un accidente ferroviario el 24 de diciembre de 1990, cuatro días después de haber sido reportado como desaparecido.

Su cuerpo sin vida fue hallado en la estación de Temperley y enterrado como NN en el cementerio de Lomas de Zamora, le informaron desde de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), una unidad dependiente del Ministerio Público Fiscal que tiene como objetivo cotejar y comparar los datos y las huellas dactilares de las personas denunciadas como desaparecidas en democracia (ya sea en padrones policiales o expedientes judiciales) con aquellas pertenecientes a cadáveres NN.

"Nunca me hubiese imaginado ese final. Yo pensaba que estaba vivo", le admitió a Infobae Jorge Anglada, hermano de Rubén.

Aunque conocer los pormenores de lo sucedido fue doloroso, lo que más lamentó Jorge es que su madre haya muerto sin conocer la verdad. Sin embargo, para Silvia (esposa de Jorge y cuñada de Rubén) fue liberador y sanador: "Nos sacamos un gran peso de encima después de muchos años de sentir culpa".

Rubén Anglada tenía 26 años cuando falleció en un accidente ferroviario

La mujer recordó que en los primeros meses posteriores a su desaparición la búsqueda fue activa y que su marido fue el que más se movió: recorrió hospitales, contactó a sus conocidos y hasta visitó los lugares que frecuentaba. Pero pasados los primeros dos años, llegaron a resignarse y a creer que Rubén se había borrado de manera voluntaria porque "era una persona complicada que tenía muchos problemas".

Fue su propia madre la que decidió encarar una "búsqueda silenciosa", por temor a represalias mayores. "Como Rubén tenía muchas causas policiales, su mamá no quería que lo encontraran y lo metieran preso. Hasta tratamos de ubicarlo por Facebook, pero nunca resultó", recordó Silvia.

Rubén Anglada nació el 1 de enero de 1964 y tuvo una infancia difícil. Cuando su madre se enfermó no le quedó otra opción que mandarlo a Mar del Plata para que lo cuidara su bisabuela materna. Jorge, en cambio, quedó en la localidad bonaerense de San Fernando bajo la tutela de su abuela paterna. La adolescencia encontró a Rubén rodeado de malas compañías que lo llevaron a caer en las drogas y el alcohol, y a terminar tras las rejas en varias oportunidades.

"Me contaron que en Mar del Plata se había peleado con un policía y lo dejó al borde de la muerte. Desde ese día, la policía lo empezó a perseguir y le armaron una cama para meterlo preso. Lo llevaron detenido por robar un taxi y era mentira", remarcó su hermano.

Jorge Anglada dio con el paradero de su hermano 26 años después de su desaparición

Cada vez que tenía problemas con la justicia, su bisabuela lo ponía arriba del tren y lo mandaba unos días a Buenos Aires con su madre. La última vez que lo hizo fue el 20 de diciembre de 1990, el día que desapareció. Pero en esa oportunidad, su bisabuela había decidido viajar con él para pasar las fiestas con la familia.

"Antes de llegar a la Estación Constitución le dijo a mi bisabuela que le diera plata para comprar cigarillos. Cuando el tren estacionó, él se bajó y le dijo que lo esperara en el andén, que un rato volvía. Pasaron dos horas y como no regresaba llamó a un tío mío para pedirle ayuda. Él se fue para allá pero nunca lo encontraron", relató Jorge.

Con respecto a las hipótesis de su muerte, el hombre descree que su hermano se haya suicidado. "Para mí que lo tiraron del tren", señaló. Y con la voz ya quebrada por revivir toda esta triste historia dijo que lo más lamenta es que nunca va a poder conocer a su sobrino: "Ahora ya no tengo forma de llegar a él. Tengo la certeza que Rubén tuvo un hijo, aunque también dicen que tuvo dos más con distintas mujeres, pero nunca lo pude confirmar. Me angustia la situación porque es como encontrar una aguja en un pajar".

La identificación del cuerpo de Rubén Anglada recién se produjo en 2016 gracias a un exhaustivo trabajo realizado por Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), la Colectiva de Intervención Ante las Violencias (CIAV) y el Ministerio de Seguridad de la Nación.

Los hermanos Anglada, en la adolescencia

"El resultado positivo se dio entre las huellas dactilares del aviso de fallecimiento relevado en el Renaper, ya que él había solicitado una cédula de identidad duplicada por extravío, con los legajos de identidad de la Policía Federal", precisaron desde Protex.

Así como la familia Anglada se mostró agradecida por la labor de la Procuraduría, hay otras que ni siquiera manifiestan interés en saber cómo murió la persona identificada. "Somos muy respetuosos de quienes no quieren enterarse. Nos ha pasado que cuando contactamos a los familiares nos dicen que tienen pésima relación con la víctima y no quieren saber los detalles. Pero también están aquellos que se muestran entusiasmados y hasta solicitan el cotejo de ADN para asegurarse que se trata de su ser querido", resaltó a Infobae el fiscal general Marcelo Colombo, titular de la Protex.

Gracias a esta iniciativa, que fue puesta en marcha en 2013, ya fueron identificadas 301 personas que estaban inhumadas como NN en distintos cementerios del país desde 1983. De ese total, todas eran mayores de edad, 277 hombres y 24 mujeres.

Fiscal Marcelo Colombo, titular de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex)

"Lo que más llama atención es haya un bajo porcentaje de mujeres identificadas y todas sean mayores de edad. Una explicación posible es que cuando desaparece una mujer joven existe una mayor inclinación a buscarla por el temor de que pueda haber sido víctima de una red de trata. Entonces, a estas chicas se las entierra en lugares inhóspitos para que no sean halladas", advirtió el fiscal Colombo.

De acuerdo a datos oficiales, aún quedan 160 cuerpos de personas cuyas identidades no fueron confirmadas, de los cuales 76 corresponden a hombres de entre 20 y 40 años, 72 a hombres de más de 40 años, un cuerpo es de una mujer de entre 31 y 40 años y 11 de mujeres de más de 40 años.

Como el país no cuenta con un registro único de personas desaparecidas y cada provincia dispone de procedimientos distintos a la hora de registrar a un cadáver como NN, Colombo impulsa la creación de un protocolo único para que toda la policía sepa cómo actuar cuando encuentran un cadáver que no posee identificación. "Hoy en día hay muchos fiscales que no advierten que haya sido una muerte dudosa y deciden archivar el caso sin siquiera tomarle las huellas dactilares, lo que complica mucho nuestra tarea. Por eso, impulsamos que no solo se tomen las huellas sino que también se haga una extracción de ADN", concluyó el fiscal general de Protex.

Aquellas personas que tengan algún familiar o conocido desaparecido, el Ministerio Público Fiscal tiene a disposición la línea telefónica 011-3754-2921 (interno 3007) para hacer consultas.

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