Qué dice el protocolo feminista para milongas que busca erradicar la violencia de género en el tango

El Movimiento Feminista de Tango (MFT) divulgó su Protocolo de Actuación para Situaciones de Violencias en las Milongas. Para el colectivo, se trata de "una herramienta para contribuir a la flexibilización de 'los modos tradicionales patriarcales' con que la comunidad del tango ha actuado históricamente"

El Movimiento Feminista de Tango (MFT) presentó el protocolo el domingo en el Centro Cultural Tierra Violeta. El martes lo difundió en formato digital

"A partir de las problemáticas específicas trabajadas en nuestra Comisión de Denuncias y en nuestra Comisión de Estudio y Taller Vivencial surge la necesidad de redactar este protocolo", es el segundo párrafo del documento firmado por el Movimiento Feminista de Tango (MFT), una organización colectiva horizontal fundada el año pasado con los principios, los valores y el empuje del movimiento #NiUnaMenos. El texto es el Protocolo de Actuación para Situaciones de Violencias en las Milongas, tiene una extensión de cinco hojas, fue presentado el domingo en el Centro Cultural Tierra Violeta y difundido ahora en formato digital.

El protocolo es una guía de acciones, una fuente de información para saber cómo actuar en casos en los que las mujeres experimenten sensaciones de violencia, de incomodidad o de abuso. El propósito del documento es otorgar instrumentos para identificar potenciales situaciones de violencia de género producidas en milongas u otros espacios donde se baile tango. "Nuestro deseo es que este protocolo se transforme en una herramienta que sirva tanto para atender, contener y prevenir responsablemente las situaciones concretas de violencia como para reflexionar sobre las prácticas de la comunidad", aprecia el contenido del texto.

“El protocolo no viene a modificar nada, sólo quiere ayudar y acompañar un cambio que ya se está dando en algunas milongas”, dijo la socióloga Ana Zeliz

El primer punto aborda los aspectos de la aplicación del protocolo. Lo primero es la detección del suceso, que bien puede ser denunciado por la víctima o por todo aquel que perciba una situación que genere desconfianza. El segundo punto remite a los responsables de aplicación. Ana Zeliz, socióloga especialista en temas de violencia de género y una de las impulsoras del protocolo, reconoció en diálogo con Infobae que el documento está dirigido especialmente a los profesores y a los organizadores de las milongas porque son, en definitiva, los responsables de interceder en estos casos.

En la aplicación del protocolo hay tres roles activos: los encargados de la contención (el documento dice que como "la mayoría de las personas agredidas por violencia de género son mujeres u otras identidades disidentes, debe ser una mujer como primera opción quien cumpla este rol"), los que recuperarán los objetos de la víctima, contactarán a sus amigos y/o eventualmente acompañar a la persona agresora a retirarse del espacio; y el resto de los trabajadores que deberán ponerse a disposición en casos de emergencia.

El MFT estuvo en la vigilia por la media sanción en diputados de la ley de aborto legal, participó en las movilizaciones por #NiUnaMenos y marchó al Congreso el Día Internacional de Lucha contra las Violencias hacia las Mujeres y Disidencia

Sobre los involucrados en el hipotético acto de violencia, el protocolo emite una serie de recomendaciones: ser asertivos, serenos y priorizar la asistencia y seguridad de la víctima. Sugiere llevar a la persona agredida a un lugar calmo, no cuestionar su relato y garantizarle transporte seguro si quiere irse del salón. "Es importante no obligarla a hablar si no quiere, ni imponer soluciones; menos aún culpabilizar a la víctima, ni alimentar la emocionalidad de la situación", aconseja. Al agresor, por su parte, piden invitarlo amablemente a retirarse de la milonga.

El protocolo incluye nueve prácticas para, como describe el texto del MFT, "contribuir a la flexibilización de 'los modos tradicionales patriarcales' con que la comunidad del tango ha actuado históricamente". En la búsqueda por acompañar la transformación cultural que algunas milongas vienen experimentando, las militantes feministas invitan a, entre otros actos, fomentar mensajes que no refuercen estereotipos y valores sexistas degradantes, incluir orquestas mixtas con igualdad de cupo, desterrar la teoría tradicional de los "roles" del tango, promover el "diálogo de pares" como espíritu de la danza y alentar el baile social. Sobre este último punto, brinda un ejemplo concreto: "Proponer explícitamente que la invitación a bailar sea libre a todas las personas sin importar su sexo/género o identidad diversa".

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