El segundo piso de la librería Ateneo Gran Splendid fue el escenario elegido para la presentación oficial de Mama Antula. La mujer más rebelde de su tiempo, el libro que cuenta la historia de la beata santiagueña que puede convertirse en la primera santa laica.
Las autoras, Nunzia Locatelli y Cintia Suárez, junto a Facundo Manes —que escribió el prólogo del libro— dialogaron con el periodista Román Lejtman sobre la ardua investigación que realizaron durante meses y que las llevó a cartas en las que la propia Antula escribía sus vivencias y a una infinidad de documentos del siglo XVIII.
María Antonia de Paz y Figueroa, apodada Mama Antula, nació en Villa Silipica, Santiago del Estero, en 1730. A los 15 años desafió a su padre avisándole que no se casaría ni sería monja, tal era el destino programado para las mujeres de su época. A los 15 años decidió ser laica jesuita. Su familia la expulsó de la casa.
Cómo se escribió Mama Antula, los detalles de las escritoras
"Me asombró con mucha felicidad el prólogo que hiciste porque tomaste un camino diferente y resaltaste el lado empático de Mama Antula. Le diste una frescura y visión diferente", le dijo Locatelli a Manes, quien escribió el prólogo del segundo libro sobre la vida de la mujer laica que podría convertirse en la primera santa argentina.
Y al referirse a Antula como personaje central de sus escritos, Nunzia admitió: "La sacamos de la tumba del olvido para mostrar cuáles eran sus valores".
Y lo hizo con cierto asombro porque desde principios del siglo XX se espera que Antula ocupe el lugar que se ganó en la esfera cristiana.
Por su parte, Cintia Suárez, periodista oriunda de Santiago del Estero (al igual que Antula), la definió: "Fue una provinciana inquieta del siglo XVIII y la conocí en Buenos Aires. Poco antes, me había propuesto escribir sobre una mujer de mi provincia, pero no sabía bien sobre quién. Y en la plaza había un busto de ella y me daba miedo, no sé por qué, y pregunté quién era. Su legado estaba silenciado".
Así inició el camino que la llevó a indagar en la vida de María Antonia que derivó en su primer libro, La peregrina de los esteros.
En tanto que a Locatelli la sorprendió "su perfil de mujer que rompió con tantos temas en el siglo XVIII".
Ya decididas a escribir sobre su vida, las autoras pusieron rumbo a la investigación sobre la mujer tan heroica como desconocida: buscaron las primeras y breves biografías que se habían escrito sobre ella, incluido el primer texto de Cintia Suárez.
¿Qué fue lo más complejo de escribir?, indagó Lejtman. "Para mí lo más difícil fue resignar información. Muchas cosas quedaron sin publicar", contó Cintia a la audiencia.
Para Nunzia lo más complejo fue escribir sobre los esclavos y los indios. "Había que evitar caer en ofensas, por eso pedimos ayuda a un historiador muy bueno porque era necesario respetar todas las épocas históricas y evitar errores en la historia".
"Lo más fuerte que encontramos durante la investigación fueron relatos de historias que antes nunca había estudiado, que nunca me habían enseñado y a la que no había llegado. Y la historia de nuestras raíces, al mestizaje, y al hacer este libro nos encontramos con eso: cómo habían llegado los negros al continente, cómo los roedores les comían la carne viva cuando estaban heridos", lamentó Suárez.
Respecto a la modalidad que adoptaron para trabajar, las escritoras contaron que todo lo hicieron juntas. Desde intercambios de mail con información, hasta las recorridas a los archivos tanto en Argentina como en Italia.
San Cayetano y Mama Antula
Fue la laica santiagueña quien trajo a la Argentina la primera imagen policromada del santo desconocido en Italia. Antula pidió que para rendirle homenaje se hiciera un lugar para ir a rezarle.
El deseo de Antula fue construir una pequeña capilla en el floreciente barrio de Liniers y así se hizo. Hoy ese santo desconocido es uno de los más venerados de Argentina y esa pequeña capilla se convirtió en una de las basílicas más visitadas del país.
Desde 1905 se pide que se canonice a Mama Antula
"Su causa es la primera de Argentina", afirmó Locatelli a la audiencia. "Se presentó el caso de una monja muy enferma, desahuciada, a quien el médico le había dicho que ya no había nada que hacer por su salud. Al regresar con su congregación las monjas comenzaron a rezar a Antula para que se recuperase. Se curó sin intervención médica".
Eso sucedió en 1904 y al año siguiente se hizo la presentación de lo que luego fue considerado el primer milagro.
Intrigado por lo que sigue, Lejtman consultó a las escritoras sobre lo que falta para que Antula llegue a ser considerada santa por la Iglesia católica.
"Hay un hecho que es considerado como un presunto milagro y que ocurrió en Argentina en 2017. Es una sanación y fue elegida para que la evalúen", dijo Locatelli.
A ello añadió que "el proceso está muy bien" y que, si bien se encuentra en etapa inicial, "esperamos que sea el año que viene".
En 2016, el papa Francisco retomó el pedido que quedó trunco en 1905 y la consagró beata. Ahora se espera que la sanación ocurrida en Santa Fe sea suficiente para convertirla en santa.
Las reflexiones de un neurocientífico sobre la fe
"Mama Antula es un libro altruista", afirmó Facundo Manes, y aseguró que el altruismo y la empatía de María Antonia era del tipo emocional porque sentía el dolor y la emoción del otro a quien ayudaba.
"También habla de la capacidad de las conductas positivas. Nuestro cerebro aprende mejor cuando algo lo motiva, cuando encuentra un ejemplo a seguir, y las conductas altruistas, empáticas, también son imitables y se multiplican", explicó.
“Mama Antula” lleva el prólogo del neurocientífico Facundo Manes, que analiza desde la ciencia los efectos en el cerebro de la empatía y la solidaridad
En ese contexto, añadió que para el país es necesario conocer historias como las de Antula que hagan sentir la emoción del otro y que logren que "reflexionemos sobre los valores que necesitamos los argentinos".
Además, sobre el final reflexionó: "Me quedé pensando si Mama Antula fue una mujer feliz. ¿Ustedes qué creen? —preguntó a la audiencia—. Yo creo que sí, porque tiene todas las características de alguien que lo fue, porque tenía un propósito y tener un propósito que excede los propios intereses libera dopamina, como las drogas o tener sexo".
El hombre que estudia el cerebro dijo que el contacto social y la conexión con el otro también generan placer. "Las personas que tienen fe, que creen en algo, en lo que sea, también son felices".
Sobre el final de la presentación, un dúo santiagueño cantó la canción que compusieron inspirados en la historia de la beata.
Además, un participante del público compartió con la audiencia que un grupo propuso el nombre de Mama Antula para bautizar a una de las tres nuevas estaciones de la línea de subte E, que ahora une Retiro con Plaza de los Virreyes.
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