Poco antes de las nueve de la mañana, comenzó el juicio penal por la explosión en un edificio en Rosario que significó la peor tragedia en la historia de la ciudad. A raíz de un escape de gas, el 6 agosto de 2013 se produjo una tremenda explosión que dejó un saldo de 22 personas muertas y 62 heridos.
A raíz del incidente fueron imputadas unas once personas, quienes deberán defenderse a partir de hoy por el delito de "estrago culposo agravado" en un juicio que contará con las declaraciones de nada menos que 130 testigos.
El tribunal, integrado por los jueces Marcela Canavesio (presidenta), Juan Carlos Leiva y Rodolfo Zvala (vocales) es el responsable de conducir el juicio oral en el nuevo edificio del Centro de Justicia Penal. Según informó el diario La Capital, las audiencias se llevarán a cabo en el lapso del próximo mes y medio.
El juicio comenzó con los alegatos de la fiscalía. También se esperarán las palabras de la querella y de la defensa de los imputados. Luego, se procederá a escuchar la palabra de los testigos.
Precisamente, el juicio es llevado a cabo gracias a la denuncia de la familia de Débora Gianángelo, una de las 22 víctimas mortales, que es la única familia que decidió presentarse como querellante, en lugar de llegar a un arreglo con la parte acusada.
La hipótesis que persigue la fiscal Graciela Argüelles es que la explosión respondió a una cadena de negligencias que van desde el personal técnico enviado al edificio situado en la calle Salta 2141 para hacer refacciones, hasta representantes de Litoral Gas y de la administración del inmueble.
Este juicio tiene la particularidad de que cuenta con cuatro fiscales: además de Argüelles, también participan Valeria Piazza Iglesias, Miguel Moreno y María Eugenia Iribarren.
En un principio, iban a ser once los imputados por la tragedia: el gasista que manipuló el regulador de gas antes de la explosión, Carlos García, su ayudante, Pablo Daniel Miño, los inspectores de Litoral Gas Gerardo Bolaño, Guillermo Oller y Luis Curaba, el jefe de mantenimiento de redes de esa empresa de gas, Claudio Tonucci; la gerenta técnica de la firma, Viviana Leegstra; los administradores del edificio Mariela Calvillo, Norma Bauer y Carlos Repuppili y otro gasista que había intervenido en los arreglos días antes de la tragedia, José Luis Allala.
Sin embargo, en la tarde del lunes, el cuerpo de fiscales resolvió sobreseer a Bolaño y a Allala al considerar que "no hay pruebas para vincularlos con el incidente".
La explosión se produjo luego de un escape de gas masivo, mientras el técnico Carlos García intentaba cambiar un regulador. Desde Litoral Gas se explicó que el especialista no llamó antes a la empresa para que se corte el suministro de gas, como norma de procedimiento. Y a raíz de eso, se habría generado la acumulación de gas y la posterior explosión.
El siniestro ocurrió poco después de las 9.30 de la mañana y causó estupor en toda la Argentina.
"No nos vamos a rendir nunca. Mataron a mi hermana y vamos a sentar en el banquillo a las personas, estos asesinos que siguen transitando en la ciudad, a esta empresa que con corrupción cometió esta tragedia", afirmó Adrián Gianángelo, hermano de Débora, en declaraciones a Radio 2 de Rosario, durante el 2018.
"No la estamos pasando bien. No sólo es difícil ser víctima, hay que afrontar un proceso que es como David y Goliat. Nosotros somos una familia trabajadora que estamos luchando contra un gigante como Litoral Gas y sus abogados", agregó en su momento.
Por su lado, una agrupación de familiares de víctimas criticó la celebración del juicio y expresó su pesimismo por la suerte que podrá jugarse para los imputados ante la Justicia.
"La verdad es que las expectativas no son las que quisiéramos tener. La carátula es 'estrago culposo agravado por muerte' y queríamos ir por un dolo eventual, sabiendo que si uno manipula gas, puede causar un estrago", afirmó Eleonora López, hermana del fallecido Carlos López, ante los medios rosarinos.
Además, desde ese grupo se criticó que las autoridades de Litoral Gas no fueron sometidas a juicio: "Van a juicio las personas que cumplían órdenes y los máximos responsables no están procesados. Todas las miradas apuntan al gasista y el gasista es, si vale la comparación, el maquinista de Once", agregó.