Cómo es el nuevo Cromañón: paredes pintadas y el retiro de la escenografía de Callejeros y las pertenencias de las víctimas

Fue vaciado y pintaron las paredes. Los familiares piden que les devuelvan los objetos de las víctimas y que el lugar sea convertido en un espacio de la memoria. “No voy a hablar”, le dijo el dueño a Infobae. Fotos y videos de cómo está ahora

Cromañón durante una inspección de la justicia (izquierda) y el mismo lugar ahora (derecha)

Zapatillas, remeras, mochillas, llaves, banderas. Las pertenencias de las víctimas y de los sobrevivientes fueron lo único que quedó en Cromañón después de la trágica noche del 30 de diciembre de 2004, cuando fallecieron 194 personas y más de 1400 resultaron heridas producto de un incendio durante un recital del grupo de rock Callejeros. Las cosas estuvieron allí, tiradas en el piso, durante 14 años.

Pero en enero pasado alguien las puso en volquetes y se las llevó. No se sabe a dónde. Los familiares se enteraron por vecinos del barrio de Once que vieron camiones y obreros en el lugar. Ahora lo denuncian.

Pero además Cromañón fue modificado: pintaron las paredes, sacaron los paneles del techo –donde se inició el incendio–, retiraron las barras del boliche y la escenografía con la que Callejeros tocó esa noche.

Infobae publica hoy el testimonio visual que recogieron sobrevivientes y familiares de víctimas de la tragedia sobre cómo está hoy Cromañón. Reclaman que el lugar sea expropiado por el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires para convertirlo en un espacio de memoria.

Todo apunta a que la decisión sobre las reformas la tomó "Nueva Zarelux S.A.", la empresa offshore dueña del lugar que en noviembre del año pasado recibió las llaves del lugar.

"No voy a hablar", le dijo a Infobae Rafael Levy, dueño de "Nueva Zarelux S.A.", quien fue condenado a cuatro años y medio de prisión por el caso. Este medio también se comunicó con Ana Rothfeld, apoderada de la empresa, que se comprometió a contestar un cuestionario la semana que viene.

Rafael Levy, dueño de Cromañón

"Nueva Zarelux S.A." fue creada en 1997 en Uruguay y es de otras dos empresas de las que Levy es accionista y controlador. La compañía es dueña de todo un complejo en la calle Bartolomé Mitre al 3000 donde además de Cromañón está el hotel "Central Park", un estacionamiento, un kiosko y unas canchas de fútbol.

El complejo estuvo cerrado y a cargo de la Justicia desde que ocurrió el hecho. En abril 2016, el Tribunal Oral Criminal 24 –que hizo tres de los cuatro juicios por el caso– levantó los embargos y las inhibiciones. Y en octubre pasado dispuso la restitución definitiva del lugar a "Nueva Zarelux S.A." porque las causas judiciales estaban cerradas y en un expediente comercial por la quiebra del hotel el juez dijo que no lo necesitaba. El 15 de noviembre la apoderada Rothfeld se llevó las llaves del lugar.

A fin de año los familiares comenzaron a ver movimientos de camiones en el lugar cuando fueron al mural de la memoria que está frente a Cromañón en el que se recuerdan a sus hijos, hermanos y padres. Y hace dos semanas recibieron fotos de vecinos que mostraban a obreros trabajando. "Me cansé y hace 10 días fui con la intención de entrar a sacar las cosas de mi hijo",dijo Leonardo Chaparro, padre de David, que a los 14 años murió en Cromañón.

Cromañón después de la tragedia

Desde la noche del 30 de diciembre el piso de Cromañón quedó tapizado con las pertenencias de las víctimas y de los sobrevivientes que lograron escapar. Una bengala prendió fuego la media sombra del techo de donde comenzaron a emanar gases tóxicos. Pero la salida iba a ser una trampa. El lugar estaba habilitado para mil personas y había más del tiple. La mayoría de las muertes se dieron por la imposibilidad de salir porque la puerta de emergencia estaba cerrada con candados.

Chaparro fue a Cromañón con una maza y un cortafierros decidido a entrar. "Quería recuperar las cosas de mi hijo porque me lo entregaron desnudo y nos cansamos de esperar que nos dieran una respuesta", explicó.

Primero la policía le impidió entrar y le pidió que espere a la llegada de un comisario. Luego acordaron que ingrese con tres oficiales, el encargado del lugar y otro empleado.

Leonardo Chaparro intentado ingresar al boliche (Foto: Familiares de Víctimas de Cromañón)

"Se habían llevado todo y limpiaron el lugar. Se llevaron las barras del boliche, la escenografía de Callejeros, las cosas de los chicos que estaban en el piso, los paneles del techo. Quedó el olor fuerte a humo de ese día", relató sobre cómo está hoy el boliche. "Hasta pintaron las paredes donde estaban las huellas de los chicos", contó. Solo mantuvieron en una de las paredes laterales del ingreso el nombre "rocKmañón".

Chaparro fue acompaño por otros familiares que desde la puerta grabaron un video del interior de Cromañón.

El ingreso a Cromañón hoy (Familiares de Víctimas de Cromañón)

Las puertas vaivén del ingreso al boliche con zapatillas y objetos en el piso de los asistentes al recital.
Los boletrías del lugar pintadas (Familiares de Víctimas de Cromañón)

La última vez que se había entrado al lugar fue en abril de 2008 durante una inspección judicial. En las imágenes que se tomaron se ven zapatillas, remeras y todo tipo de pertenencias en el suelo. También la escenografía con la que tocó Callejeros y las barras del boliche. Existe un fuerte contraste con los registros de los familiares con el lugar vacío.

El padre de David contó que habló con el encargado del lugar: "Me dijo que en enero llevaron tres o cuatro volquetes, cargaron todo y se lo llevaron pero no sabe a dónde. Me habló de que una jueza fue y dio la orden pero yo creo que se confunde con la apoderada de la offshore que es dueña del lugar. En la puerta había otro volquete lleno de escombros que lo revisé pero no había nada, ni un cordón".

Chaparro había estado en Cromañón la noche del 30 de diciembre. Se enteró por los medios lo que ocurría. Su hijo estaba en el recital. "Fui para allá y empecé a sacar gente. Hasta perdí las ojotas. Ahora que volví a entrar se me aflojó todo, una impotencia, se me vino todo a la cabeza de ese día", recordó con la voz entrecortada.

"A mí lo que me preocupa son las manos de los chicos que están grabadas en las paredes, que querían salir, eso no tendría que perderse de ninguna manera", le había dicho a este medio a principio de año Nilda Gómez, mamá de Mariano Benitez, uno de los 194 fallecidos. Esas paredes fueron pintadas.

Un grupo de familiares presentó el jueves una nota en el Tribunal Oral Criminal 24 en la que informaron que el lugar fue vaciado y pidieron precisiones sobre el destino de las pertenencias y un inventario de las cosas que había, entre otros planteos.

La escenografía con la que tocó Callejeros que fue retirada
Una de las barras del boliche cuando ocurrió la tragedia

Fuentes judiciales le dijeron a Infobae que en el Tribunal desconocen el destino de los objetos porque el predio fue entregado a sus dueños. Y agregaron que las cosas que había dentro estaban en un mal estado y no se podían recuperar porque en el lugar ocurrió un incendio y que nunca los familiares o sus abogados pidieron que se haga un inventario de las cosas. "Los que estuvieron ahí vieron que estaba todo quemado y pasaron años sin que nadie reclame nada", explicó una de las fuentes consultadas.

El lugar nunca tuvo manteniendo mientras estuvo con inhibición judicial y hubo denuncias de intrusión y robos en el hotel y hasta que la custodia de la Policía Federal lo usaba como hotel alojamiento

"Queremos recuperar las cosas para las familias o para ponerlas en el mural. Una sobreviviente y cuyo padre falleció en Cromañón se refirió en el Tribunal a objetos específicos de su papá que cuando quiso recuperarlos en la comisaría séptima le dijeron que cuando se terminaran las medidas de restricción el tribunal le iba a devolver todo. Sabemos que no todas las pertenencias se podrían identificar y a esos objetos, como así también las paredes, escenografía, banderas, etc., teníamos interés de conservarlo para el espacio de memoria que estamos peleando en la Legislatura", explicó Belén Rodríguez Grellet, sobreviviente y abogada.

Los familiares presentaron ante el jefe de Gobierno de la ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, y ante la Legislatura un pedido para que el lugar sea expropiado para transformarlo en un espacio de memoria. Hasta ahora no tuvieron respuesta. Otra alternativa es que sea declarado patrimonio protegido de la Ciudad.

Por eso la preocupación es cuál será el destino que los dueños del lugar le den a Cromañón. "Algunos familiares averiguaron que estaban trabajado sin permiso de obra", contó Rodríguez Grellet.

Una de las fotos que familiares obtuvieron sobre los trabajos en el lugar (Familiares de Víctimas de Cromañón)

Los familiares no recibieron ningún llamado de la empresa cuando las cosas fueron retiradas ni sobre los trabajos que estaban haciendo en Cromañón. Esperan que el Tribunal Oral les de una respuesta, lo mismo del Gobierno porteño y de la Legislatura. También lanzaron la campaña "Cromañón no se toca".

Por la tragedia se hicieron cuatro juicios en los que fueron juzgadas 26 personas de las cuales 21 fueron condenadas y 18 de ellas estuvieron en prisión. Fueron condenados Levy, el fallecido ex gerenciador de Cromañón Omar Chabán, los músicos de Callejeros liderados por su cantante Patricio Fontanet, ex funcionarios del gobierno porteño a cargo de Aníbal Ibarra, inspectores y policías. Todos ya salieron de la cárcel y la mayoría tienen cumplidas las condenas. Solo está detenido el baterista Eduardo Vázquez por la condena a prisión perpetua por el crimen de su esposa Wanda Taddei.

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