El Tercer Reich agonizaba. Miles de prisioneros creían que se habían embarcado en un viaje de salvación. Pero no: pasaron del cautiverio de Auschwitz -un campo de concentración- al terror de Birkenau -un campo de exterminio-. Era una travesía de tres kilómetros: hombres, mujeres y niños en penurias, hambrientos y débiles, a la intemperie del frío y la nieve. Fueron 18 meses de procesión, entre el otoño polaco de 1944 y abril de 1945. Birkenau fue una fábrica de muerte, un plan de aniquilación que acabó con 850 mil personas. Cientos de miles murieron en la procesión. Fueron bautizadas las Marchas de la Muerte.
Hoy la Marcha por la Vida es el contrapeso de ese calvario. Es un homenaje a las víctimas del Holocausto: delegaciones de 52 países trazan el mismo trayecto enarbolando la vida y la memoria. Comenzó en 1988: "La Marcha Internacional de la Vida es un programa educativo anual que lleva a personas de todo el mundo a Polonia e Israel para estudiar la historia del Holocausto y examinar las raíces del prejuicio, la intolerancia y el odio".
En la edición número 31°, más de 17 mil personas unirán Auschwitz con Birkenau. Argentina llevó la tercera delegación más nutrida -por detrás de Estados Unidos y Canadá- con 470 marchistas. La conexión con el país es particularmente especial.
Este año, por primera vez, se celebrará en territorio argentino una Marcha por la Vida. Se realizará el jueves 2 de mayo, en el marco del Día del Holocausto y del Heroísmo, el 76° Aniversario del Levantamiento del Gueto de Varsovia, el heroico acto de resistencia judía contra el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. Recorrerán a modo de homenaje 500 metros a modo simbólico: en Buenos Aires partirán a las 8.30 desde el Museo Eduardo Sívori (Avenida Infanta Isabel 555) hasta la Plaza de la Shoá (Avenida Del Libertador y Avenida Intendente Bullrich).
El lema es "Marchando por sus vidas. Que seis millones no sea un número". Alejandra Tolcachier, la histórica coordinadora de la delegación argentina convocada por la la organización central March of the Living, le contó a Infobae que el propósito es recordar a las víctimas no como una cifra, sino como una persona con nombre y con una historia detrás.
Habrá pocos discursos protocolares y mucha participación de los jóvenes. Cantarán marchistas que participaron en la última edición y en la Plaza de la Shoá se verán imágenes en vivo de las marchas en Polonia que se desarrollan en simultáneo. Será especial para las familias de los estudiantes que estarán en Buenos Aires viendo a sus hijos homenajear a las víctimas del Holocausto en el lugar de los hechos. Marcharán más de 250 alumnos y esperan contar con la presencia total de cerca de 500 personas.
El evento es organizado por Remember Us, Marcha por la Vida Argentina, Museo del Holocausto de Buenos Aires, DAIA y Diller Teen Fellows. Cuenta con el apoyo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, AMIA, BAMA y el Centro Simon Wiesenthal.
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